Este ha sido el mejor año de Cristina Rivera Garza. Por lo menos en cuanto a su faceta de escritora.
El New York Times nombró “El invencible verano de Liliana” como “El libro del año”. Y por ese título ganó el Pulitzer en la categoría de Memoria o autobiografía, convirtiéndose en la primera mexicana en obtenerlo.
Ahora, para cerrar 2025, su nombre suena para el premio Nobel de Literatura, cuyo comité nunca hace menciones públicas y mucho menos lanza nominaciones pero a su alrededor siempre hay apuestas. Hoy Cristian lidera muchas de esas apuestas que suponen que logrará traer de vuelta el Nobel de Literatura a México después de que Octavio Paz lo ganó en 1990.
Te podría interesar
TE RECOMENDAMOS: Las cafeterías más antiguas y clásicas del Centro Histórico de CDMX y que aún puedes visitar
Cristina y su posibilidad de ganar el Nobel de Literatura
El más reciente libro de Cristina impulsa su candidatura. Se trata de una novela que en la crítica literaria estadounidense no generó sino halagos. “El invencible verano de Liliana”, que en Estados Unidos fue traducido como “Liliana’s Invincible Summer: A Sister’s Search for Justice” fue publicado allá por la editorial Hoghart (fundada por Virginia Wolf el siglo pasado). El libro concursó por el premio Pulitzer en la categoría de Memoria o Biografía 2024. Y ganó.
El mérito de la autora del libro, Cristina Rivera Garza, tiene un elemento extra: su nacionalidad mexicana rompe con una tradición de más de un siglo de escritores estadounidenses que han ganado la categoría de Memoria o Biografía de este premio desde la fundación del Pulitzer en 1917.
Cristina Rivera Garza, mexicana nacida en Tamaulipas y que se convirtió en una escritora popular y masiva a finales de los años 90 (Carlos Fuentes la llenó de elogios), vive la mayor parte de su tiempo en Houston, donde da clases en la Universidad de esa ciudad.
Es egresada de la UNAM; estudió en la Escuela Nacional de Estudios Profesionales Acatlán, cuya carrera de periodismo es de las más prestigiosas en el medio de la comunicación en México.
TE RECOMENDAMOS: 5 películas mexicanas que revelan secretos de los héroes de la Independencia
Cristina sería, por cierto, la sexta latinoamericana en obtener el galardón.
Gabriela Mistral
"Tengo la dicha fiel / y la dicha perdida: / la una como rosa, / la otra como espina", escribió Gabriela Mistral en su poema Riqueza. La poetisa chilena es la primera y única latinoamericana en ganar el premio Nobel de Literatura.
Fue en 1945, por lo que si Cristina Rivera lo gana, sucedería 80 años después.
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO
Miguel Ángel Asturias
Miguel Ángel Asturias ganó el premio Nobel de Literatura en 1967. No deja de ser significativo que en ese mismo año se publicó "Cien años de Soledad", de Gabriel García Márquez, porque esa coincidencia ubica en el tiempo la trascendencia de Asturias.
El escritor guatemalteco es el predecesor del realismo mágico, su obra está llena de metáforas preciosistas en donde los hombres son de maíz y la tierra es vida.
Pablo Neruda
Pablo Neruda lo ganó en 1971. Y desde entonces, cada vez que se le menciona se genera un debate en torno a la calidad de su poesía: algunos la consideran demasiado terrenal, demasiado centrada en el placer de la carne; para otros es la sublimación del sentimiento más caro del ser humano: el amor.
Para muestra, la primera estrofa de "Amor":
Mujer, yo hubiera sido tu hijo, por beberte
la leche de los senos como de un manantial,
por mirarte y sentirte a mi lado y tenerte
en la risa de oro y la voz de cristal
Octavio Paz
Octavio Paz ganó el Nobel de Literatura en 1990. De entre su literatura, siempre se destaca su obsesión por la palabra ("Chillen putas", llegó a poner en un verso) y por entender de qué manera la poesía era capaz de transofrmarse en lo que el ser humano siente.
"Voy por tu cuerpo como por el mundo", se lee en uno de los versos de Piedra de Sol, su poema monumental en el que los neófitos ven erotismo vulgar pero que basta profundizar en las metáforas para entender que Octavio no habla de sexo sino de vida.
Mario Vargas Llosa
Mario Vargas Llosa ganó el Nobel en 2010, 20 años después de Octavio Paz. De nuevo, la coincidencia da pie para una breve polémica: Paz y Vargas Llosa fueron enemigos intelectuales. El primero defendió siempre el valor ontológico del pasado indígena; el segundo era un férreo defensor del avance tecnológico y la modernización sin más límite que la ética.
Pero en literatura no fueron enemigos sino complementarios: si Paz dejó "Piedra de Sol", Vargas Llosa dejó "La Catedral", esa obra monográfica de la realidad latinoamericana que tiene uno de los mejores inicios de toda la literartura:
"Desde la puerta de La Crónica, Santiago mira la avenida Tacna, sin amor: automóviles, edificios desiguales y descoloridos, esqueletos de avisos luminosos flotando en la neblina, el mediodía gris. ¿En qué momento se había jodido el Perú?"
