Hace un par de semanas, una tiktoker de origen ruso llamada Xenia Reina contó la historia de cómo fue que Irina Baeva llegó a México por primera vez cuando tenía 18 años de edad, en 2011, supuestamente por el apoyo de un hombre mexicano con el que la actriz habría sostenido un noviazgo y posteriormente lo mandó a volar cuando la fama comenzó a sonreírle.
El supuesto novio en cuestión se llama Alfredo Abundis, que al principio le rentaba un cuarto a la actriz rusa Irina Baeva, por la zona de Lindavista, y después se enamoró de ella. La tiktoker señala que la ahora novia de Gabriel Soto siempre tuvo el sueño de convertirse en actriz de telenovelas mexicanas y ser famosa.
Recordemos que Irina Baeva comentó en una entrevista que tuvo con Yordi Rosado que ella pagó su boleto de avión de Rusia a México gracias a los ahorros que trabajó en una empresa de cosméticos en su natal país, pero se dice que "Alfredo fue quien pagó su viaje y hasta le arregló los dientes, para que pudiera entrar al Centro de Educación Artística de Televisa (CEA)".
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Xenia Reina también comentó que Irina Baeva siguió viviendo con Alfredo Abundis un año, pues no tenía recursos todavía para independizarse, pero cuando logró ganar dinero, ella ya no quiso nada con él; sólo habrían durado 2 años de novios. Tiempo después, Irina Baeva inició un romance con el actor y bailarín venezolano Emmanuel Palomares, que sólo duró poco más de dos años, terminando en 2017.
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Ahora, Alfredo Abundis, quien es Licenciado en Ingeniería en electrónica, ha reaparecido en la vida de Irina Baeva una década después. El conductor de espectáculos Arturo Gallegos reveló en el programa de Youtube 'En Shock' cómo fue el reencuentro que tuvo Abundis con su exnovia.
"Yo me lancé con mi querido Alfredito Abundis para que hiciera el reencuentro con Irina Baeva. Le cumplimos el sueño de llevarlo a ver ‘Aventurera’ y obviamente se pagó su boleto. Estaba pasmado con su rusa. Yo creo que ella si lo vio, pero se incomodó la verdad, primero andaba muy salsa, ya después hasta le dije: 'sonríe mano', no pasó nada".
Por su parte, Alfredo Abundis, quien tenía pensado en llevarle un ramo de rosas a Irina, se llevó una grata sorpresa cuando la vio y escuchó hablar: "Me impacto, está más producida. Ya no tiene el acento tan marcado, de repente se le sale un poco, pero ya no es tan fuerte ese acento ruso que tenía antes. La actuación y el desempeño de ella fueron bastante profesionales, ha aguantado las críticas. La verdad sí hace falta gente (en la obra), pero bien, está entretenida, amena, familiar. No creo que la volvería a ver, pero sí la recomiendo para le gente que busque pasar un rato ameno”.
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"Le quedó el papel, sí se parece un poco a su historia. Podría no haberla actuado y ser ella misma en cierto sentido, saltándose toda la parte de trata de blancas, obviamente eso no sucedió en la vida real, le falta movimiento, algo como sabor latino. No creo que me haya visto, creo que es muy profesional en eso ella, sentí un poco de nervios, leve; sin problema (hubiera bailado con ella)".
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