Hace más de 60 años, el apellido Aguilar también era de interés nacional debido a un romance. En 1959, Flor Silvestre y Antonio Aguilar, figuras emblemáticas del cine y la música ranchera, formalizaron su relación tras el complicado divorcio de ella con el conductor Paco Malgesto, quien este 22 junio cumple 46 años de fallecido.
Francisco Rubiales Calvo, locutor y animador fue pionero de la televisión en México, a pesar de que solo realizó estudios de primaria, mientras se empleaba como mozo de una tlapalería. Su primer trabajo en los medios fue en la publicación Multitudes, en la que por primera vez utilizó el nombre de Paco Malgesto, que tomó de un gitano aficionado a los toros.
Destacó como cronista taurino en la radio, por ser muy expresivo y por tener un conocimiento importante de los lances taurinos. Incursionó en la televisión a finales de la década de los años 50 en los programas de variedades musicales de la época, como el estudio de Pedro Vargas.
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También es considerado el precursor en la televisión de las entrevistas a figuras del espectáculo en su programa “Visitando a las estrellas”, en donde acudía a los hogares de los artistas, como la que le realizó a Eva Norvind, en la que habló de sexualidad, generando un reporte de Gobernación.
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Así fue la historia de amor de Flor Silvestre y Antonio Aguilar
Tanto este matrimonio como el publicitado noviazgo de Ángela Aguilar y Christian Nodal comparten un denominador común: rumores de infidelidades. Sin embargo, en el caso de Flor Silvestre, su imagen fue dañada por Paco Malgesto, quien fomentó rumores de que ella le había sido infiel con “El Charro de México”.
Flor Silvestre y Antonio Aguilar son recordados por su amor y la Dinastía Aguilar que construyeron juntos. Sin embargo, antes de conocer a “El Charro de México”, Flor Silvestre tuvo un primer matrimonio lleno de sufrimiento y abuso.
En 1953, Flor Silvestre, nacida Guillermina Jiménez Chabolla, se casó con Francisco Rubiales, conocido como Paco Malgesto. A pesar de las advertencias sobre la reputación de Malgesto con las mujeres, Flor Silvestre estaba enamorada y se dedicó completamente a su familia.
Durante sus cinco años de matrimonio, tuvieron dos hijos, Marcela y Francisco. La relación se deterioró cuando surgieron rumores de una infidelidad entre Malgesto y la hermana de Flor, “La Prieta Linda”, versión que Flor desmintió en varias ocasiones.
El control de Malgesto sobre la carrera y vida de Flor Silvestre fue la verdadera causa del divorcio. En 1958, Flor solicitó el divorcio, iniciando una etapa dolorosa de su vida. La prensa siguió de cerca el proceso, documentando que Flor no pudo asistir a varias audiencias debido a lesiones graves, presuntamente infligidas por Malgesto. Esto confirmó que la violencia doméstica fue la causa de la separación.
Después del divorcio, Malgesto se negó a compartir la custodia de los hijos y el juez falló a su favor, impidiendo que Flor viera a Marcela y Francisco. Años después, surgieron rumores de que Malgesto acusó a Flor de infidelidad para ganar la custodia.
Flor Silvestre tuvo que ingeniárselas para ver a sus hijos en secreto durante años, describiendo esa época como “muy desagradable” y “muy difícil”. La constante atención de la prensa complicaba aún más la situación, siguiéndola a donde fuera.
En 1959, Flor Silvestre encontró el amor con Antonio Aguilar. Juntos, formaron una familia y un legado artístico. Aguilar apoyó a Flor en todo momento y, cuando finalmente se reencontró con sus hijos 20 años después, él los adoptó como propios. Antonio Aguilar nunca hizo sentir a Marcela y Francisco menos que a sus hijos biológicos, Pepe y Antonio Jr.