Luis Coudurier era un funcionario del departamento del Distrito Federal en la década de los 60. Para esa época había ahorrado lo suficiente para comprar un lote de terreno en la recién fraccionada zona de San Ángel. En ese terreno construyó una casa de dos plantas y tres recámaras que estuvo lista para habitarse en 1961.
Cuatro años después, de manera azarosa, Luis le rentó la casa a Gabriel García Márquez, sin saber que por esa acción estaba a punto de convertirse en parte de la historia de la literatura universal.
A partir de finales de 1965 y durante 18 meses, García Márquez, su esposa Mercedes y sus hijos vivieron en esa casa en medio de penurias económicas de las que Gabo apenas y se enteraba. ¿Por qué? Porque el escritor colombiano vivía encerrado en un pequeño cuarto de 2 metros cuadrados en los que apenas cabían él, un escritorio y una máquina de escribir.
Te podría interesar
"Ese pequeño espacio fue la oficina de Gabo, y la conocemos como La Cueva. La bautizó así el propio Gabo porque este es el espacio en el cual durante 18 meses estuvo escribiendo la novela Cien años de soledad".
Te recomendamos: 5 series mexicanas que debes ver en Netflix antes de que termine 2024
La novela Cien años de soledad es hoy un hito de la literatura mundial, considerada una de las obras cumbre del llamado boom latinoamericano y, sin duda, la más popular y exitosa obra de Gabriel García Máquez. No fue sorpresa para nadie que cuando Netflix pensó en producir una adaptación literaria para el mercado latinoamericano optó por hacer Pedro Páramo en México y Cien años de soledad en Colombia.
Con una inversión millonaria y la bendición de los herederos de Gabo, Netflix construyó todo un pueblo: el Macondo que hasta ahora sólo había existido en la imaginación del escritor y sus lectores. La serie se estrena con ocho capítulos el 11 de diciembre y la expectación es grande por saber cómo se narra visualmente la historia de los Buendía.
¿Cómo y en qué casa escribió Gabo "Cien años de soledad?
Pero la propia historia de cómo se escribió "Cien años de soledad" puede ser una narración de realismo mágico. Se sabe, por ejemplo, que García Márquez no salía de la cueva más que para comer y dormir... e ir al baño, por supuesto.
"Tenía la novela en la cabeza", solía decir García Márquez, que estaba seguro de que lo que tenía no sólo era un libro sino EL LIBRO.
Pero escribir no genera dinero, por lo menos no mientras el escritor está ensimismado y tecleando la máquina de escribir. De modo que las deudas por la renta de la casa comenzaron a acumularse. Llegó un momento en que Coudurier llamó por teléfono a doña Mercedes Barcha, la esposa de Gabo, y le dijo que no podía esperar más, que ya eran demasiados meses de renta los que debía,
Únete a nuestro canal de WhatsApp. El poder de la información en la palma de tu mano
En la biografía de García Márquez se narra ese momento con un candor semejante al de José Arcadio cuando fundó Macondo. Mercedes Barcha tapó la bocina del teléfono y le preguntó a Gabo cuánto le faltaba para terminar la novela. "Tres meses", le dijo el escritor.
Mercedes le dijo a don Luis: "Le debemos muchos meses y le vamos a deber tres más... pero cuando acabe la novela y se la paguen, le liquidamos toda la deuda".
Por alguna razón, don Luis Coudurier aceptó el trato. Y en efecto, cuando Gabo recibió el primer pago por Cien años de soledad, fueron a pagarle a Coudurier los meses de renta que le debían.
La familia abandonó la casa pocos años después de que se lanzó al mercado Cien años de soledad. La inquietud y el éxito llevaron a Gabo primero a Barcelona, luego a Colombia y finalmente de regreso a México, pero a una casa diferente, más grande, con más espacio para escribir y, sobre todo, no rentada sino comprada.
¿Quién es el dueño de la casa donde se escribió Cien años de soledad?
Luis Coudurier se jubiló y decidió irse a vivir a la casa de San Ángel. Gabriel García Márquez, hacia finales de los 90, se enteró de ello y de inmediato pensó en ir a visitarlo. Hay una foto del encuentro de ambos en donde se les ve sonrientes y con gesto de satisfacción.
Te recomendamos. Netflix desobedece el deseo de García Márquez con la serie "Cien años de soledad"
Gabo quiso comprarle la casa a don Luis, después de todo era la casa donde, como Macondo, todo había comenzado.
"Cuando vino García Márquez a visitarlo en su vejez, además de agradecerle el hecho de que se convirtió en su mecenas, Gabo ofreció comprarle la casa. Luis le dijo que no, pero le prometió que cuando él muriera, la casa se iba a destinar al apoyo de la literatura mexicana".
Así fue, don Luis murió y su hija, resppetando el deseo de su padre, donó la casa a la Fundación para las Letras Mexicanas en 2020.
Luego de una remodelación, se inauguró la Casa Estudio Cien Años de Soledad, es decir, que las recámaras se convirtieron en salones de estudio en los que jóvenes escritores nacionales y extranjeros pueden quedarse durante dos o cuatro meses para escribir. o como dice la Fundación: para tratar de replicar el milagro de Cien años de soledad.
¿Dónde está? En la calle Cerrada de La Loma 19, en Lomas de San Ángel Inn.