¿Te ha pasado que tienes un amor imposible? Aquel amor de adolescencia que por más que intentaste nada más no se logró entablar una relación seria con esa persona, y ahora de adultos sigues en búsqueda de ella... ¡Alto! podrías estar ante el síndrome de Romeo y Julieta, mismo que tomó ese nombre gracias a la obra famosa del escritor William Shakespeare donde dos jóvenes lucharon por su amor hasta la muerte a pesar de su familia estar en contra y es necesario que sepas esto antes de este 14 de febrero.
Y es que esta obra escrita tiene una relación bastante estrecha con el síndrome de Romeo y Julieta, que de acuerdo con el académico de la Facultad de Psicología de la UNAM, Manuel González Oscoy, este síndrome se caracteriza principalmente por ser un amor imposible, lo que seguramente tú has atravesado, el problema de este complejo, es que continúe o surja durante la adultez, ya que podría considerarse patológico
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Si bien el tener un amor imposible cuando somos adolescentes es algo normal, el problema con este síndrome ocurre cuando se es adulto, ya que se presenta una cuestión psicofisiológica donde hay reconfiguraciones cerebrales, donde se enfrentan la dopamina, serotonina, fenilotilamina, oxitocina, adrenalina, vasopresina, entre otras, es por ello, que cuando el síndrome de Romeo y Julieta se presenta en personas de 40 a 50 años se considera un estado psicopatológico, pues son personas ¨maduras¨con comportamiento de adolescente saltando de relación en relación.
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¿Por qué el síndrome de Romeo y Julieta es patológico?
Si este 14 de febrero te encuentras con una persona en sus 40 o 50 años y que está de una relación a otra, sin compromisos, es una red flag para que te des un momento de analizar las intenciones y si estás dispuesta a continuar por ese camino, pues recuerda que aquella persona adulta que no sea capaz de mantener relaciones afectivas estables y amorosas, en poco tiempo necesitará hacerse responsable de ello y acudir con un profesional.
El síndrome de Romeo y Julieta es posible resolverlo, cuando la persona decida trabajar en reconocer su realidad y aquello que lo ha hecho sentir débil en la adolescencia, y con ayuda de un psicólogo, logrará entender la necesidad de ser amado y protegido, a fin de que no se refugie más en aquella fantasía del amor imposible, y se centre en el famoso triángulo del amor, recomendado por Robert Sternberg que implica: intimidad, pasión y compromiso.
“Nos enamoramos cuando estamos cansados del pasado y dispuestos a cambiar, a arriesgarnos a lo nuevo, cuando tenemos una insatisfacción vital y no estamos contentos con nuestra vida”, destacó el psicólogo alemán Erich Fromm
Finalmente, recuerda que el enamoramiento y amor son cosas distintas, teniéndolo en cuenta, una característica del enamoramiento es que su duración de de máximo 18 meses, de ahí se transforma en una relación de amor, en su defecto finaliza.
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