El pasado miércoles, el mundo perdió a una figura emblemática de la tauromaquia y el cine mexicano: Gastón Santos Pue, un hombre que dejó su huella tanto en el ruedo como en la pantalla grande. A los 92 años, este rejoneador, criador de ganado y actor de western dejó un vacío en la cultura mexicana que será difícil de llenar.
Gastón Santos Pue, nacido en San Luis Potosí, no solo fue un destacado rejoneador, sino también un actor que cautivó a la audiencia con su presencia en el género western. Su hijo, Gastón Santos Ward, compartió la triste noticia a través de Instagram, recordando la vida aventurera e inteligente de su padre. Santos Ward destacó cómo Gastón Santos Pue fue testigo de la historia postrevolucionaria de México y, a su vez, contribuyó a ella como rejoneador, ganadero y actor de cine.
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Aunque Gastón Santos Ward compartió con admiración la fortaleza y temple con los que su padre enfrentó la vida hasta su último aliento, las circunstancias de su muerte siguen siendo un misterio. En el conmovedor mensaje, no se mencionaron detalles sobre las causas del fallecimiento, dejando a familiares, amigos y seguidores con la incertidumbre de esta pérdida.
Un héroe del rejoneo y el cine mexicano
Gastón Santos Pue se destacó como una figura multifacética en el mundo del entretenimiento y la tauromaquia. Su hijo describió cómo el deseo de forjarse un camino propio llevó a su padre a convertirse en la máxima figura del rejoneo en México. Su legado en la plaza de toros es innegable, y su destreza a caballo lo llevó a ser reconocido no solo en México, sino también internacionalmente.
La incursión de Gastón Santos Pue en el cine fue breve pero impactante. Su habilidad para montar a caballo atrajo la atención de Alfredo Ripstein, quien le ofreció un contrato con Alameda Films. Entre 1956 y 1962, Santos Pue protagonizó una serie de películas del género western mexicano, interpretándose a sí mismo en estas producciones. Tras concluir su contrato, filmó dos películas más antes de retirarse de la pantalla para enfocarse en su verdadera pasión: el rejoneo.
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Un rancho, una familia y un amor por los caballos
Gastón Santos Pue no solo dejó su marca en el mundo del entretenimiento, sino también en la crianza y entrenamiento de caballos lusitanos. Su rancho, La Jarrilla, ubicado en el municipio de Tamuín, San Luis Potosí, fue testigo de su dedicación a estos majestuosos animales. El amor por los equinos no se detuvo en él; lo transmitió a su familia, y su hijo Gastón Santos Ward sigue sus pasos como reconocido criador de caballos lusitanos.
La partida de Gastón Santos Pue deja un vacío en el corazón de aquellos que lo conocieron y admiraron su arte en la plaza de toros y en la pantalla. Sin embargo, su legado perdura en la fortaleza, la pasión por el rejoneo y el amor por los caballos que ha dejado a su familia y a la cultura mexicana en general. Aunque su presencia física se haya desvanecido, Gastón Santos Pue seguirá siendo una leyenda en la historia del cine y la tauromaquia de México.