La disputa entre actores y guionistas de Hollywood, que actualmente se encuentran en huelga, se perfila como una "lucha perdida" que podría tener un impacto negativo en la economía estadounidense de alrededor de 4,000 millones de dólares, según expertos consultados por EFE.
Kevin Klowden, jefe de estrategia global del Instituto Milken de California, señaló en una entrevista con EFE que, asumiendo que la huelga de los actores dure de 30 a 60 días, sumando la de los guionistas, se estima que se generen pérdidas a nivel nacional por esa cantidad.
El paro laboral histórico iniciado por el Sindicato de Actores (SAG-AFTRA) se lleva a cabo de manera simultánea con la huelga del Sindicato de Guionistas (WGA) después de que no se llegara a un acuerdo para firmar un nuevo convenio colectivo con la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP).
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Esta situación ha paralizado la producción, filmación y promoción de proyectos audiovisuales, afectando no solo a personas en la industria del entretenimiento, como salas de cine y canales de televisión extranjeros, sino también a todos los sectores de apoyo, como empresas de catering, construcción, alquiler de vestuario, limpieza, logística, transporte, entre otros.
Los actores están exigiendo regulaciones para la inteligencia artificial (IA), mayores remuneraciones en las compensaciones que reciben por la venta de derechos de producciones a nuevos mercados a través de servicios de transmisión en línea, así como aumentos en los salarios mínimos, entre otras demandas.
Por su parte, la AMPTP contrarresta las demandas argumentando que la industria aún no se ha recuperado por completo de la pandemia y que el modelo económico de las plataformas de transmisión en línea, basado en suscripciones, sigue siendo inestable y poco rentable.
El conflicto actual ha generado un descontento generalizado entre los trabajadores en Estados Unidos. Además de las huelgas en Hollywood, los trabajadores hoteleros y los empleados de UPS (la empresa de transporte de paquetes más grande de EE. UU.) también han llevado a cabo paros laborales en busca de aumentos salariales y mejoras en las condiciones de trabajo.
Los expertos señalan que esta lucha no es contra la tecnología en sí, sino que busca establecer reglas que protejan la integridad de los empleados a través de la regulación y el establecimiento de normas que describan qué se puede hacer o no con las nuevas tecnologías.