Ubicado en la junta auxiliar La Libertad, en la ciudad de Puebla de Zaragoza, se encuentra el Cuexcomate, una peculiar formación geológica que ha ganado renombre como "el volcán más pequeño del mundo". Sin embargo, a pesar de su apodo, el Cuexcomate es, en realidad, un géiser inactivo, un testigo mudo de las vibrantes fuerzas geotérmicas que alguna vez recorrieron su estructura. A este pequeño volcán se le conoce como el hijo del Popocatépetl y el Iztaccíhuatl
Su nombre, derivado del náhuatl "cuexcomatl", significa "almacén" o "depósito", una denominación que también se asigna a ciertos graneros artesanales en el estado de Morelos, reafirmando su simbolismo como una reserva de historias y leyendas.
Situado en la Plaza el Cuexcomate, este singular géiser ostenta una altura de 13 metros sobre el nivel de la plaza. Su cono, de 23 metros de diámetro, contrasta con su pequeño cráter de solo 8 metros de diámetro. A pesar de su pequeño tamaño, el Cuexcomate tiene un peso estimado de 400 toneladas. Para quienes se atreven a explorarlo, unas escaleras metálicas en espiral conducen al interior del cono, donde el agua sulfurosa brota de cavernas aún sin explorar.
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Según registros históricos, el Cuexcomate se formó en 1064, como resultado de una erupción del volcán Popocatépetl. Esta erupción reactivó la circulación de aguas termales en la zona, lo que provocó la formación del géiser en la roca calcárea del Mesozoico. Por esta razón, el Cuexcomate está compuesto casi en su totalidad de calcita, en contraste con la silice opalina, conocida como geiserita, que suele encontrarse en los géiseres.
Según la leyenda local, se dice que es el hijo de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, dos imponentes formaciones geológicas que se ubican en el mismo estado de Puebla. Su última erupción se registró en 1562, expulsando agua hirviendo y gases, lo que refuerza su semejanza con los volcanes, aunque su naturaleza sea distinta. A pesar de su inactividad, el Cuexcomate mantiene su conexión subterránea con el Popocatépetl, lo que teóricamente permitiría que vuelva a expulsar agua en algún momento.
Durante mucho tiempo, el Cuexcomate fue descuidado. No obstante, en años recientes, el gobierno local ha iniciado esfuerzos para promoverlo como un atractivo turístico. Ahora, recibe en promedio unos 1500 visitantes cada semana, con los residentes locales haciendo de guías turísticos y compartiendo las fascinantes leyendas sobre la formación del géiser. También señalan formas reconocibles en la roca, añadiendo un elemento de misterio a la experiencia de la visita.
El Cuexcomate, con su historia rica y geología única, se ha convertido en un hito en Puebla. Mientras se adentra en su interior, uno no puede evitar asombrarse ante las maravillas de la naturaleza y el legado cultural que este "volcán más pequeño del mundo" ha dejado a su paso.
DJC