Pocos días han transcurrido desde el 3 de diciembre, una fecha que marcó el inicio de uno de los mayores escándalos en el reinado de Felipe VI de España. Todas las alertas en Zarzuela se encendieron ante las acusaciones que señalan a la reina consorte, Letizia Ortiz, de haber mantenido una relación extramarital con su ex cuñado, Jaime del Burgo.
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Las especulaciones en torno a este supuesto affaire tomaron fuerza después de que el ex esposo de Telma Ortiz decidiera romper el silencio a través de las redes sociales. Jaime del Burgo, ex cuñado de la reina, afirmó que la verdad sobre el romance con la ex periodista saldrá a la luz tarde o temprano, generando un revuelo mediático que impactó directamente en la Casa Real.
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A pesar de las explosivas declaraciones de Del Burgo, los mensajes acusatorios que compartió en las redes sociales fueron suprimidos, según informó el diario El Nacional de Cataluña. La censura, presuntamente ordenada desde Zarzuela, ha ocultado las afirmaciones del ex cuñado, arrojando aún más misterio sobre la veracidad de las acusaciones.
La fotografía inédita y su interpretación
El diario catalán no se limita a describir el escándalo, sino que también revela la existencia de una fotografía inédita que, según ellos, muestra a Letizia Ortiz y Jaime del Burgo juntos durante el periodo en que supuestamente eran amantes. Tomada en Nueva York en 2011, la imagen se ha convertido en el centro de la polémica.
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A pesar de la controvertida imagen, la validez de las acusaciones sigue siendo cuestionable. La prensa ha señalado que la amistad entre Ortiz y Del Burgo existe desde antes de que Letizia conociera a Felipe VI y se mantuvo durante el matrimonio de este último con Telma. Aunque la fotografía no es una prueba concluyente, las dudas persisten, dejando a la opinión pública en la incertidumbre.
Silencio y condena mediática
El Nacional de Cataluña critica la aparente censura que rodea el escándalo de Letizia Ortiz, sugiriendo que el bajo perfil mediático del caso podría ser una estrategia para controlar la situación y evitar reacciones en cadena. Mientras la verdad detrás de estas acusaciones sigue en la penumbra, la sociedad española se debate entre la incredulidad y la condena de la prensa por su supuesto silencio ante un asunto de tal magnitud.