La fama de mujeriego persiguió a Pedro Infante durante gran parte de su vida, alentada también por los personajes que interpretaba en las películas, en donde solía ser el conquistador que llevaba serenatas o cantaba al oído melosas baladas rancheras.
Irma Dorantes, el epílogo de sus memorias, lo describe con exactitud a partir del amor que se tuvieron, pero también con la honestidad de saber que Pedro fue un hombre con ciertas debilidades y cometió muchos errores.
“El que vive aquí dentro es el Pedro que yo conocí, el que me apapachaba, el que jugaba conmigo, el que me hacía reír, el hombre apasionado, el deportista, el galán y el mujeriego. Es el Pedro que está en estas páginas, en mis memorias”.
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Pedro Infante e Irma Dorantes ¿engaño o infidelidad?
Irma Dorantes tiene razón al mencionar que el Ídolo de Guamúchil era, ante todo, un hombre apasionado, muy parecido incluso al personaje de sus películas, que en cuanto se obsesionaba con una mujer, insistía hasta conquistarla.
La historia de Irma Dorantes lo comprueba porque Pedro Infante, aún estando casado con su primera esposa María Luisa León, trató y consiguió conquistarla. Su enredo parece el guión de una telenovela porque todo indica que Infante había hecho un trato con María Luisa para divorciarse.
Sin embargo, cuando Pedro presentó los documentos para realizar el trámite, María Luisa lo acusó de haber falsificado su firma. Para ese momento, Infante y Dorantes ya eran una pareja estable e incluso se habían casado, lo que significó que durante mucho tiempo la actriz cargara con el estigma de que había sido “la otra”.
Ese dolor también se refleja en el epílogo de su libro, cuyo último párrafo está dedicado a dar una respuesta contundente contra ese prejuicio.
“Si bien pudieron anular nuestro matrimonio, ni la muerte ni nadie pudo quitármelo. Ahora es cada vez más mío... Así fue nuestro amor”.
El fantasma que persigue a Pedro Infante
Sin embargo, ese no fue el amor más polémico de Pedro Infante. Entre los romances de María Luisa León y el de Irma Dorantes, el actor, cantante y carpintero se enamoró de otra mujer… en realidad una adolescente.
Lupita Torrentera comenzó a aparecer en películas a los 11 años y precisamente en una película fue que conoció a Infante: Historia de un gran amor. Aunque él o actuó en el filme, si fue el encargado de interpretar el tema principal.
Torrentera también era bailarina y participó en un espectáculo en el teatro Follies Bergere (el foro por excelencia para las funciones de variedades en la Plaza Garibaldi) cuando se reencontró con Pedro. Para entonces tenía 14 años.
El Ídolo de Guamúchil comenzó entonces su conquista. La madre de Lupita intentó alejarlo pero pudo más el encanto de Pedro: Lupita aceptó irse a vivir con él.
“No sabía que él era casado, yo tenía 14 años cuando lo conocí y cuando mi mamá, Margarita Bablot, se enteró de su engaño intentó quemar su casa”, ha dicho Torrentera en muchas ocasiones.
Ese romance entre Lupita de 14 años y Pedro Infante de 28 causaría hoy indignación a la luz de la perspectiva de género, pero en esa época no fue sino un escándalo más en la vida amorosa del cantante.