En un inesperado retorno a la escena pública, Verónica Castro fue vista en el aeropuerto de la Ciudad de México tras varios días de relativo silencio mediático. Sin duda, su presencia volvió a generar interés, sobre todo después de los recientes acontecimientos relacionados con su hijo, Cristian Castro, y la noticia de un embarazo en la vida del cantante. En medio de los rumores y cuestionamientos sobre el próximo miembro de la familia Castro, Verónica en entrevista con Despierta en América, respondió las preguntas sobre el supuesto bebé que espera la novia de Cristian.
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"Me vienen muchas bendiciones, entonces una criaturita más es otra bendición más", expresó con una sonrisa, desmintiendo, de paso, no tener contacto con su hijo.
De hecho, aseguró tener comunicación diaria con él, dejando en claro que su respuesta anterior fue en tono jocoso. Entre risas y halagos para sus nietas, Simone y Rafaela, Verónica aprovechó para despejar cualquier inquietud sobre su aparente uso de una silla de ruedas. Aclaró que su estado de salud, aunque con algunas limitaciones físicas, le permite llevar una vida plena y agradeció la herramienta que le proporciona mayor movilidad.
Sin embargo, la conversación no se limitó a temas familiares y de salud. Se abordó también un tema más delicado, relacionado con Yolanda Andrade, una colega y figura pública con quien Verónica ha tenido diferencias en el pasado. Al ser cuestionada sobre si ya había perdonado a Andrade por declaraciones previas, la actriz respondió con firmeza:
"Yo no tengo nada qué perdonar, ni soy Dios para perdonar, la que tenga que pedir perdón pues que lo pida, y nada más, yo no tengo nada qué perdonar".
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En un gesto de sensatez, Castro aclaró rotundamente que las afirmaciones de Andrade sobre una relación sentimental entre ambas eran absolutamente falsas. No obstante, al ser informada sobre los problemas de salud que su colega ha enfrentado, Verónica mostró compasión y envió bendiciones hacia ella.
En este breve pero revelador encuentro con la prensa, Verónica Castro demostró serenidad, amor familiar y firmeza en sus palabras. Con una mezcla de humor, amabilidad y determinación, delineó claramente su postura, mostrando su deseo por bendiciones y paz para todos.
A pesar de haber estado alejada del ojo público por un tiempo, la presencia y el discurso de Verónica Castro siguen siendo capaces de cautivar, ofreciendo una visión franca de su vida familiar, su salud y su firmeza ante las polémicas pasadas. Sin duda, su regreso a escena se convierte en un recordatorio del encanto y la elegancia que la han caracterizado a lo largo de su carrera, manteniendo un equilibrio admirable entre su vida privada y su presencia en la esfera pública.