VERACRUZ, VER.- Sara García Hidalgo, mejor conocida como “la abuelita del cine mexicano”, fue una actriz y comediante mexicana originaria de Orizaba, Veracruz. Conocida cariñosamente como “La Abuelita de México”, su nombre está ligado a esa imagen de ternura, dureza y amor maternal de las abuelas mexicanas, características que ella encarnó a lo largo de su carrera que la convirtió en un ícono de la cultura popular mexicana.
Si Sara aún viviera, tendría 132 años; sin embargo, falleció a la edad de 85 años a causa de un paro respiratorio, el 21 de noviembre de 1980 en la Ciudad de México. “La abuelita de México” es conocida por su interpretación en más de 150 películas con este papel maternal, además de ser la cara del Chocolate Abuelita desde 1973.
En el marco de su cumpleaños, LA SILLA ROTA te presenta algunos de los datos más relevantes e importantes sobre la vida de esta actriz de la época del cine de oro mexicano.
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¿Quién fue Sara García?
Nacida en Orizaba, Veracruz el 8 de septiembre de 1895, Sara García fue hija de padres españoles originarios de Andalucía que adoraba el teatro desde que era niña. Su apodo conservado por generaciones se lo ganó debido a su interpretación en la cinta “Allá en el trópico” (1940), donde realizó el papel de una anciana siendo aun joven, pues apenas tenía 45 años.
Las razones por las que interpretó dicho papel, según la página Sara Garcia "La Abuelita del Cine Mexicano", fueron la falta de “todos sus dientes” y del bastón que ya usaba a raíz de una fractura de rodilla, supuestamente, provocada para uno de sus tantos papeles de teatro.
Aunque fuera veracruzana de nacimiento, Sara se mudó a la Ciudad de México después del derrame cerebral de su padre, ocurrido en 1900. A pesar de mudarse para obtener la mejor atención, su padre, Isidro García Ruiz, murió cinco años después. De acuerdo con la página sobre Sara García, que además se encarga de recordar a actores y actrices de la época del oro mexicano, la abuelita del cine mexicano fue considerada una “excelente actriz”, debido a sus escenas de llanto, de seriedad y de comedia.
Según se explica, pocas personas conocían e imaginaban que detrás de esa imagen dulce, cálida y de madre abnegada que interpretaba Sara, se encontraba una mujer disciplinada y de fuerte temperamento, quienes incluso, recordaron como de mal carácter, como diva o con gran despotismo hacia los demás. Sin embargo, lo que sí nos queda claro, es el esfuerzo y la gran carrera que cimentó gracias a esa imagen de “la abuelita de México” que permanece incluso a 44 años de su muerte.
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