BOCA DEL RÍO, VER. - ¿Has oído hablar de la leyenda del puente Micos de Ixtaczoquitlán? De acuerdo con lugareños y creyentes de lo paranormal, los grandes muros de este puente ubicado en la zona centro del estado de Veracruz guardan secretos que se han convertido en leyendas. La historia se hizo popular en redes sociales y aquí te contamos.
El puente Micos, se encuentra ubicado en la localidad de Fresnal, en Ixtaczoquitlán, Veracruz. Bajo sus muros y gran arco pasa el Río Blanco, lugar en el que se han encontrado cuerpos flotando, lo que despierta aún más el miedo de la gente en torno al lugar.
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Historia del puente Micos
De acuerdo con pobladores, la historia de este puente se remonta a su edificación en 1557, la cual fue una petición de los Frailes Dominicos, quienes querían evangelizar la región. Este puente logró conectar a la comunidad con la ciudad de Córdoba.
Se dice que el puente fue hecho a base de huevo, cal y piedras, sin embargo, su construcción no fue nada fácil, y es ahí donde nace la leyenda.
¿El puente Micos se hizo de humanos vivos?
Según la historia, que ha sido transmitida de boca en boca, el encargado de erigir la estructura se vio involucrado en un oscuro pacto con "el maligno", en un sueño. En este sueño, se le solicitó un alto precio malévolo: cuatro almas humanas a cambio de concluir con éxito el puente.
El relato cobra vida con la creencia de que dos personas desafortunadas y aún con vida, fueron amarradas a los pilares del puente para cumplir con el trato pactado. Aunque algunos sostienen que en el lugar no acontece nada maligno, existen quienes afirman que las almas de aquellos sacrificados vagan por el sitio en busca de paz.
La leyenda toma un giro aún más siniestro cuando se descubre que el mismo encargado de la construcción, quien tuvo el perturbador encuentro con el demonio en su sueño, sufrió un destino trágico. Al culminar los últimos detalles de la obra, cayó al río en circunstancias misteriosas.
Se dice que la reacción inmediata de quienes lo rodeaban fue arrojarle una cuerda para salvarlo, pero eso no fue posible, ya que desde el fondo del agua emergió un extraño mono que se lo llevó.
La supuesta aparición de un mono fue la razón por la que el puente obtuvo su nombre, ya que "Micos" proviene del náhuatl y significa "Mono".
Lo que en un principio se erigió con la intención de ser un puente para evangelizar, se convirtió en una zona impregnada de misterio y superstición.
En el 2018 se inauguró el puente vehicular "Micos II", construido junto al sitio que guarda historias de supuestas maldiciones en su estructura de piedra.
mb