XALAPA, VER.- El párroco Juan Beristain de los Santos anunció a través de redes sociales que, a partir del 1 de septiembre, se ofrecerán comidas de lunes a viernes a estudiantes de Humanidades de la Universidad Veracruzana (UV) en la parroquia de San Isidro Labrador.
En un video difundido en redes, el sacerdote apareció acompañado de un grupo de mujeres voluntarias de la comunidad, quienes donan su tiempo para atender a las y los jóvenes. Durante la primera semana de funcionamiento una treintena de jóvenes han tenido acceso a alimentos balanceados, en el comedor instalado en el patio central de la iglesia, ubicada en la calle San Roque, en la capital del estado.
Además de la comida, los estudiantes —que únicamente deben mostrar su credencial para corroborar que cursan alguna licenciatura del área de Humanidades— tienen acceso a internet gratuito y a las 6 de la tarde reciben café con pan como merienda.
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La iniciativa, impulsada por el padre Juan Beristain, quien llegó a la comunidad en febrero de 2024, busca apoyar principalmente a jóvenes foráneos que en ocasiones no cuentan con recursos para alimentarse adecuadamente, además de brindar asistencia a personas en situación de calle.
Baja matrícula universitaria y deserción en ciclo escolar 2023-2024
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el ciclo escolar 2023-2024 había un millón 846 mil 959 alumnos inscritos en los niveles inicial, preescolar, primaria, secundaria, bachillerato y universidad en Veracruz.
Estas cifras contrastan con los reportes de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV), que contabilizó 2 millones 39 mil 826 estudiantes para el mismo ciclo escolar.
Del total nacional reportado por INEGI, 214 mil 518 alumnos cursaban preescolar; 761 mil 275 primaria; 370 mil 457 secundaria; 309 mil 309 bachillerato o equivalente; y 185 mil 176 correspondían a educación superior.
El número de universitarios en el ciclo 2023-2024 fue de 185 mil 176, una cifra ligeramente menor a la de los ciclos 2021-2022 (186 mil 916) y 2022-2023 (186 mil 215).
En 2010, el promedio de escolaridad en Veracruz era de 7.67 años, es decir, la población estudiaba en promedio hasta primero de secundaria. Para 2020, el nivel educativo promedio subió a 8.75 años, equivalente a segundo de secundaria.
En cuanto a la tasa de absorción universitaria, el INEGI reporta que en el ciclo 2020-2021 ingresaban 47 de cada 100 aspirantes; en el ciclo 2021-2022 el acceso subió a 56 de cada 100; en el ciclo 2022-2023 a 61 de cada 100, y para 2023-2024 bajó a 60 de cada 100.
Respecto a la deserción escolar, el INEGI detalla que en el ciclo 2020-2021 abandonaron las aulas 13 de cada 100 estudiantes universitarios. En el ciclo 2021-2022, la tasa fue de 14.3 por ciento (14 de cada 100). Para el 2022-2023, el abandono bajó a 11 de cada 100, y en el ciclo más reciente 2023-2024, fue de 10.8 por ciento.
En cuanto eficiencia terminal el INEGI reporta que de cada 100 jóvenes que entraron a la universidad, en el ciclo escolar 2023-2024, concluyeron sus estudios el 78.9 por ciento que formaban parte de la matricula.
Comunidad apoya en la preparación de los alimentos
Claudia Platas, una de las voluntarias que apoya en la preparación de alimentos en la parroquia de San Isidro Labrador, relató que la idea del comedor surgió hace algunos meses, cuando el párroco Juan Beristain les pidió ayuda para cocinar.
Detalló que el proyecto lleva apenas dos semanas en operación y cada día atienden en promedio a 35 jóvenes, en su mayoría estudiantes foráneos de la Universidad Veracruzana (UV), quienes tienen la oportunidad de alimentarse a bajo costo.
“El 1 de septiembre se dio la apertura a una propuesta que tenía el padre Beristain de dar comida a bajo costo a jóvenes de Humanidades. Afortunadamente hemos tenido mucha demanda, ha habido muchos donadores que nos dan fruta, verdura y carne. Nos falta todavía leche y queso, pero vamos haciendo uso de lo que nos van dando.
“Nosotras como mujeres venimos a apoyar, a cocinar, tratamos de que sean cosas nutritivas, aprovechando todo lo que nos donan y que los chicos se vayan satisfechos”, expresó.
La entrevistada reconoció que en pocos días los jóvenes están creando una verdadera comunidad, pues además de comer o realizar su tarea, conviven en un ambiente sano, rodeados de integrantes de la parroquia.
“Sí, hemos tenido mucha demanda entre los jóvenes, cada vez llegan más. Eso nos hace sentir satisfechas como cocineras, porque les gusta (la comida que preparan)”, comentó. Agregó que incluso algunos capitalinos se han acercado para pedir comida, aunque el proyecto está enfocado en estudiantes y personas en situación de pobreza.
12 mujeres hacen posible el comedor
Claudia explicó que son 12 las mujeres que apoyan de lunes a viernes en la cocina. Se organizan en equipos para preparar los alimentos, lavar trastes, limpiar el patio y dejar todo listo para el siguiente día.
Llegan a la parroquia desde las 9 de la mañana para planear el menú, cocinar y organizar el comedor antes de la llegada de los jóvenes, y terminan su labor alrededor de las seis de la tarde.
Comentó que, para poder cumplir con esta tarea –que equivale a una jornada laboral-, cada una de ellas deja la comida lista en su casa para su familia: “Nos da mucho gusto escuchar a los jóvenes decir nos gustó, está muy rico. Ellos se van contentos”.
El proyecto fue planeado para alimentar a 45 personas a diario. Cada estudiante hace un donativo de 10 pesos, sin embargo, sí no tiene dinero de todos modos recibe una comida completa que incluye: ensalada, plato fuerte, guarnición, postre y agua de fruta.
La voluntaria señaló que confían en que el comedor se podrá sostener gracias a las donaciones constantes de la comunidad, incluso, no descartó hacer un llamado a los feligreses a donar alimentos para su preparación.
“Aquí han venido a ofrecer desde la sal hasta la carne. Hay personas que nos traen una bolsita de arroz, de azúcar, una botella de aceite, y personas de la Central de Abasto nos donan fruta y verdura”.
Los estudiantes que comen en la iglesia suelen regresar de manera recurrente, invitan a sus compañeros de la universidad, “son del estado, se les pide su credencial, su nombre, la carrera que estudian y el semestre. Vienen de nuevo ingreso y semestres avanzados”.
La entrevistada reconoció que es necesario abrir más comedores comunitarios en donde los jóvenes puedan convivir de manera sana, pues muchos egresados de bachillerato no continúan con sus estudios por falta de dinero.
Dan comida a personas en condición de calle
Claudia Platas detalló que, si bien la intención es apoyar a universitarios, en estas dos semanas han atendido a personas en situación de calle que llegan a pedirles comida.
“Vino un matrimonio con una niña, no tenían dinero, nada más que para el menú de la niña, pero se les ofreció de comer. La pareja estaba en situación de calle y traían a una menor”.
La entrevistada comentó que si los ciudadanos quieren hacer donaciones pueden enviar mensajes de WhatsApp al 22 81121335 o acudir a la iglesia San Isidro Labrador ubicada en la calle de San Roque en el centro de Xalapa.
lm