VERACRUZ, VER.- Jesua Uscanga cursa el segundo semestre de médico cirujano en la UVM desde 2024, año en que no alcanzó uno de los 100 lugares disponibles que la Universidad Veracruzana (UV) ofertó en el municipio para la carrera de medicina. Aunque el miedo a no cumplir su sueño pasó, en su lugar apareció el estrés de mantener un promedio excelente para conservar su beca.
“Aquí saco un ocho en un examen y ya tengo el Jesús en la boca. Preferiría más libertad”, dice el estudiante de casi 19 años. Por ello, este febrero de 2025 hizo un segundo y último intento para ingresar a la carrera donde sólo el 6.9 por ciento de los aspirantes tiene derecho a inscripción. Sin embargo, nuevamente se quedó fuera por cientos de lugares.
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A diferencia del año pasado, la ansiedad, el insomnio, la culpa y el sentimiento de fracaso por no haber alcanzado un lugar, ya no estuvieron presentes. “La verdad no sentí casi nada. Dije: ‘bueno, se intentó por última vez”. En su momento, dice, la desmotivación y tristeza vinieron al creer imposible cumplir su sueño de ser médico cirujano.
Con vividez, recuerda que en el 2024 estudió con meses de anticipación, a comparación de los pocos días dedicados este año por exámenes finales. Aún así, el desvelo ni los cursos pagados fueron desde diciembre fueron suficientes para que él, uno de los 8 mil 421 aspirantes a la carrera de médico cirujano, tuviera uno de los 589 lugares ofertados entre las 5 regiones del estado: Coatzacoalcos, Córdoba, Poza Rica y Veracruz, municipio en el que aplicó en ambas ocasiones.
Otra oportunidad
“Mucha gente confiaba en que yo iba a quedar (...) pero la verdad había perdido un poquito la motivación. Dije: ‘no, tal vez la medicina no es lo mío”, cuenta Jesua, un año después, sobre lo que pasó por su mente al ver su primer “sin derecho a inscripción”.
Pensó estudiar biología, materia que le encanta e interesa debido a su relación con la naturaleza y animales. Sin embargo, su familia se lo impidió. “No, tú tienes la capacidad para enfrentarte a esta carrera. Tú eres una persona que puede sacar un buen desempeño académico”, le dijo su padre.
Tras entender que la oportunidad de estudiar medicina en una escuela privada, con además una beca, era una oportunidad única que pocos estudiantes tienen, Jesua decidió continuar con el sueño de ayudar a personas enfermas que necesiten mejorar su calidad de vida.
En dos semestres, Jesua ha descubierto su interés por la psiquiatría y por convertirse, probablemente, en cirujano cardiotáctico. También reconoce que este primer año ha sido complicado debido al estrés.
Reprobar una materia, faltar o sacar calificaciones menores a 9, dice, ponen en riesgo su beca que cubre casi por completo los 14 mil 500 pesos que cuesta su mensualidad.
“De haber quedado en la UV yo creo que habría sido un año un poco más fácil, porque habría sido empezar de cero (...) lo que quería era menos estrés, pero creo que ya comienzo a acostumbrarme”, explica Jesua.
Casi el 50 por ciento de los aspirantes no tiene derecho a inscripción
A dos días de que el examen de admisión de la Universidad Veracruzana (UV) se aplicará en las cinco regiones del estado, el rector Martín Aguilar Sánchez explicó que este 2025 la máxima casa de estudios recibiría a 45 mil aspirantes.
“Los que se van a aceptar son casi 21 mil estudiantes. A diferencia un poco del año pasado, estamos abriendo ahora casi mil 800 lugares. Estamos haciendo un gran esfuerzo para ir abriendo más lugares con la ampliación de la matrícula (...) también ha habido algunos programas nuevos y otros donde estamos incrementando la oferta”, señaló el rector Martín Aguilar.
Sin embargo, a pesar de esta ampliación en la matrícula, el 48.49 de los aspirantes se quedan fuera de la Universidad Veracruzana (UV) debido a la poca aceptación en algunas carreras.
Por su parte, los estudiantes han creado su propia comunidad en donde se apoyan, motivan y guían, sin importar de si tienen o no derecho a inscripción. Algunas de estas comunidades se encuentran en grupos de Facebook, donde estudiantes de licenciatura, TSU o maestría comparten sus resultados e intercambian consejos.
“Yo creía que iba a quedar realmente el examen estaba fácil, o eso creía, pero pues no, no quede, no estaba fácil y la carrera estaba muy demandada quede en un lugar no tan bueno y al ver ese no, ese "sin inscripción en primera lista" se sintió como decepción. Y me di cuenta de cómo puede cambiar tu vida de manera radical, porque sin querer haces planes, pones y dispones, cuando en realidad el mundo, dios, el destino o lo que pueda ser, hace que cambie todo”, comparten algunos en anónimo motivados por la vergüenza.
Jesua, por su parte, les diría a todos los jóvenes que, como él, no alcanzaron un lugar en la carrera para la que aplicaron, “que no vengan abajo, que cada una de las personas tiene diferentes oportunidades o diferentes términos en su vida”.
“Cada una de esas personas cuenta con un potencial increíble dentro de ellos, y estoy seguro de que, ya sea medicina, ya sea la carrera que ellos quieran, estoy seguro de que, si se comprometen y le meten corazón, pueden conseguir resultados muy increíbles”.
lm
