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Entre sierras y astillas: Hugo es carpintero desde hace 68 años en Veracruz

De acuerdo con el IMSS La carpintería es una de las actividades con mayor riesgo de accidentes laborales, en el puerto de Veracruz Hugo Zamora ha sobrevivido a este oficio por casi siete décadas

Escrito en VERACRUZ el

VERACRUZ, VER.- La carpintería es un oficio donde los accidentes pueden costar extremidades del cuerpo. La pérdida de dedos, cortes en las manos y astillas son los más comunes en la fabricación y/o ensamblaje de muebles de madera, actividad considerada por el IMSS como de alto riesgo. Por ello, Hugo Zamora, carpintero desde hace 68 años, asegura que sin responsabilidad y cuidado, estos accidentes fácilmente pueden ocurrir.

Entre risas, Hugo recuerda que su padre le presumía que, tras 30 años de ser carpintero, aún conservaba “su mano completa” a pesar de haber sufrido distintos accidentes.

Uno de los amigos de Hugo, quien lo conoce desde hace 20 años y ha observado la calidad de su trabajo, reconoce que existen diversos carpinteros en la ciudad de Veracruz que han perdido entre uno y dos dedos.

“Es que manejan tanto la sierra que no la tienen completa, porque se han cortado feo. Y es un descuido, eso es importante, a veces es un descuido de uno mismo. Un accidente, vaya”, explica Hugo.  

El Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, celebrado cada 28 de abril, busca fomentar la prevención de los accidentes y las enfermedades relacionadas con las actividades laborales. De acuerdo con información del IMSS, en México ocurren 1,100 accidentes laborales cada día.

Tal como lo mencionó Hugo, el IMSS asegura que la mayoría de estos accidentes suceden por actitudes o actos inseguros de los trabajadores al realizar sus actividades, así como por las condiciones peligrosas que existen en los equipos, maquinaria, herramientas de trabajo e instalaciones.

“Es que muchas veces (los carpinteros) entran a trabajar en lugares donde no hay buenos maestros que los orienten. Ya no se practica la carpintería como antes”, explica Hugo Zamora, quien, a sus 80 años, aún se dedica a la fabricación de muebles.

Contexto: el trabajo de carpintería en Veracruz

Con la misma energía de hace 68 años, aunque sin la misma fuerza y velocidad, Hugo Zamora se despierta cada mañana para acudir a su taller de carpintería ubicado en la avenida 20 de Noviembre, en el centro de Veracruz.

Entre el callejón de la Hernández y la calle Vado Johnson, en el número 94, se encuentra la casa que durante 96 años ha sido el taller de carpintería de la familia Zamora. Con fachada gris y protecciones sin color, esta casa guarda más que máquinas, aserrín y muebles dentro.

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En medio de la propiedad y detrás de grandes tablas, se encuentra la fotografía de Hipólito Zamora, el padre de Hugo. Él, que siempre se dedicó a la carpintería, le dio a Hugo la opción de escoger una carrera profesional.

Sin embargo, aunque Hugo fue aceptado en la carrera de medicina, decidió no estudiarla y, en cambio, ser carpintero. “No me arrepiento, a mí me encanta ser carpintero”, dice con orgullo.

Cuando se le pregunta qué parte disfruta más del oficio practicado por 19,700 carpinteros en Veracruz, Hugo no puede escoger. Dice, después de mirar la mesa con la que trabaja sobre la banqueta: “Todo, la carpintería es muy bonita. Mi trabajo, estar aquí. Fíjate, me gusta tanto que todavía estoy aquí”.  

De acuerdo con datos de la Secretaría de Economía, en el primer trimestre de 2024 existían 30,000 carpinteros, ebanistas y cepilladores en la elaboración de productos de madera. Para el segundo trimestre, la fuerza laboral descendió en 10,300 personas.

“Aquí (en el taller) había varios maestros muy buenos, pero ya se murieron. El último que estuvo aquí conmigo trabajó también con mi papá. Se llamaba Nicolás González, todavía añoro sus recuerdos. Él me enseñó mucho”, recuerda con melancolía.

Hipólito Zamora, padre de Hugo.

Para él, maestros carpinteros como Nicolás quedan pocos. Y torneros como él, ninguno. Su paciencia para enseñar y la dedicación que le brindó a la carpintería de Hugo hasta que cumplió 80 años, dice que no la tienen las nuevas generaciones de carpinteros.

“Ahora (los nuevos carpinteros) no aprenden. Antes te enseñaban a trabajar”, sostiene. “Aquí aprendí a hacer muebles, aprendí a tornear, aprendí muchas cosas que hoy en día los muchachos nuevos en la carpintería no hacen”

“Aquí vienen muchos carpinteros y, no sé, se asombran de que me ven trabajar en la carpintería como se trabajaba antes. Hoy no la trabajan así. Antes el mueble llevaba más construcción. Hoy son tablas lisas, que torrijas, y ya”.

Según explica Hugo, antes la madera se cortaba a base de escopleadoras y espigadoras, máquinas con las que se pueden hacer todo tipo de muebles. En su carpintería –que no tiene nombre–, se llegaron a hacer puertas, muebles, barandales de escaleras –que, dice, ya no se acostumbran–, mesas, sillas y otros diseños.

Accidentes laborales y el riesgo de ser carpintero

En el título noveno de la Ley Federal del Trabajo (LFT), se define como “accidentes y/o enfermedades” a aquellos a los que están expuestas las personas trabajadoras en el ejercicio o con motivo de su empleo.

De acuerdo con el IMSS, las condiciones peligrosas en el trabajo son seis: métodos y procedimientos de trabajo incorrectos; defectos en los equipos, maquinaria, herramientas de trabajo e instalaciones; incorrecta colocación de los materiales o productos en las áreas; maquinaria y herramientas en mal estado; instalaciones con deficiente mantenimiento; y falta de orden y limpieza en las áreas de trabajo.

Los actos inseguros son todas aquellas situaciones provocadas que ponen en peligro a otras personas en el trabajo, como usar de manera inapropiada las manos u otras partes del cuerpo, llevar a cabo actividades u operaciones sin previo adiestramiento, operar equipos sin autorización, limpiar, engrasar o reparar maquinaria cuando se encuentra en movimiento, y no usar el equipo de protección personal.

En la carpintería, por ejemplo, es común no utilizar guantes que protejan las manos de astillas o cortaduras. Las manos de Hugo Zamora, precisamente por la falta de guantes, han enfrentado cortes que llegan más allá de las uñas.

Sin embargo, los accidentes en el trabajo involucran más que lesiones físicas. De acuerdo con la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo, los accidentes laborales suceden:

“Cuando una persona trabajadora sufre una afectación física o mental debido a la realización de sus actividades de trabajo y dicha afectación tiene efectos inmediatos o después de un tiempo. También se reconoce como accidente de trabajo la desaparición de algún trabajador/a cuando, al realizar sus actividades laborales, es víctima de algún acto delictivo”.

Además, también se consideran los accidentes de trayecto, aquellos cuando “una persona trabajadora sufre una afectación física o mental durante el traslado de su casa al trabajo, así como del trabajo a su casa, y dicha afectación tiene efectos inmediatos o después de un tiempo”.

Finalmente, la LFT considera “la enfermedad de trabajo”, que ocurre cuando una persona desarrolla o adquiere una enfermedad ocasionada por el ambiente o las actividades que realiza en su trabajo de manera continua.  

La fabricación y/o reparación de muebles de madera y sus partes forma parte del grupo número 27, que pertenece a su vez a la actividad económica de las Industrias de Transformación consideradas en la Ley del Seguro Social.

Este sistema de clasificación –considerado del I al V– es utilizado por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para determinar el nivel de riesgo asociado a las actividades económicas de las empresas y, así, determinar las cuotas del Seguro de Riesgos de Trabajo (SRT).

Para la fabricación y/o reparación de muebles de madera y sus partes, el IMSS determinó que es una actividad económica que pertenece a la clasificación V, lo que corresponde al 7.58875 por ciento de la prima media.

Por lo tanto, si Hugo Zamora convirtiera su carpintería, en donde trabaja con dos de sus hijos que también son maestros carpinteros, y diera de alta ante el IMSS a sus trabajadores, estaría obligado a cumplir con este porcentaje, ya que la fabricación y/o reparación de muebles de madera y sus partes considera los de uso doméstico, comercial, industrial o de oficinas, así como la fabricación, ensamblaje y/o reparación de armazones, bastidores, colchones, sofás, sofás cama, mamparas, persianas y otros, y el tapizado de muebles en general.

Acciones de prevención de accidentes y enfermedades en el trabajo

Hugo se ha accidentado por la carpintería y fuera de este ambiente laboral. Una de esas ocasiones, recuerda, fue cuando se fracturó dos discos de la columna, lo operaron y le advirtieron que debía dejar el oficio al que ya le había dedicado años de su vida.

Sin embargo, tras imaginarse como vendedor de dulces ambulante o como una persona que pide dinero en las calles del puerto de Veracruz, Hugo lo tuvo claro:

“Un día elegí ser carpintero, ¿verdad? Y hoy voy a dar el paso más difícil: seguiré siendo carpintero. Y aquí estoy. Me sobrepuse a todo eso. Fueron muchos años de dolores al estar de pie, pero siete años después se me quitó el dolor, una cosa increíble”, dice con una sonrisa.

Aunque desde entonces no puede flexionarse ni tomar cosas que caen al suelo, Hugo ha desarrollado su oficio sin grandes complicaciones. Ya no permanece las mismas horas de pie, pero junto a sus hijos, Hugo aún da asesorías, hace presupuestos y elabora muebles de 9:30 de la mañana a 5:00 de la tarde. “Y lo haré hasta que se me cierren los ojos”, señala entre risas.

De acuerdo con el IMSS, las medidas de prevención para los accidentes en el trabajo son varias. Ya sea en empresas o en centros de trabajo como el taller de carpintería de Hugo, que tiene 96 años de historia, se pueden aplicar técnicas y procedimientos como prácticas de prevención. Entre ellas:  

  • Realizar las actividades de acuerdo con los métodos y procedimientos establecidos.  
  • Usar la maquinaria, el equipo y las herramientas manuales, eléctricas, neumáticas o portátiles con los dispositivos de seguridad instalados.  
  • Colocar de manera correcta los materiales o productos que se procesan en el centro de trabajo.  
  • Mantener orden y limpieza en todas las instalaciones, áreas, equipo, maquinaria y herramientas, entre otras.  
  • Utilizar el equipo de protección personal que proporciona la empresa.

Sin embargo, si llegas a sufrir un riesgo de trabajo, como persona trabajadora tienes derecho a uno de los siguientes beneficios, según el IMSS:  

  • Pago de incapacidades: es la cantidad de dinero que cubre el salario de una persona trabajadora por el o los días que se encuentre imposibilitada para trabajar. La incapacidad la otorga el IMSS.  
  • Indemnización global: es la cantidad única que recibe una persona trabajadora que sufrió un riesgo de trabajo causándole, de acuerdo con la valoración del IMSS, la disminución funcional entre el 1 y el 25% de sus capacidades para laborar.