VERACRUZ, VER.- “Creí que nunca volvería a manejar”, admite con una sonrisa José Luis Barrios de La Cruz mientras conduce el Ulúa U-058 por las calles del puerto jarocho. Con la mirada fija en el camino y su único pie en los pedales del vehículo automático color arena recién llegado a Veracruz, el hombre de 45 años insiste: “Haga de cuenta que volví a nacer, es otra oportunidad de vida para mí estar al volante”.
No hay otra cosa que José Luis haga mejor que manejar. Se siente libre, completo, y hasta olvida que hace 10 meses perdió su pierna izquierda por culpa de la diabetes tipo 2: una ampolla en su dedo gordo que rápidamente gangrenó, fue la razón por la que se debatió entre la vida y la muerte los primeros días de enero pasado.
Con dolor, José Luis aceptó la amputación de su pierna hasta arriba de la rodilla para “olvidarse del problema” y salvar su vida, tal como se lo recomendó el médico. Desde entonces hasta noviembre pasado, las tardes, que siempre fueron su momento favorito del día, se convirtieron en tristeza profunda.
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Acostumbrado a siempre manejar y a la independencia económica, tener que vender el taxi que condujo durante cuatro años fue un golpe duro. “Estar en cama era difícil, yo incluso le decía a mi mamá que ya no servía para nada”, recuerda. “No pensé que me fuera a volver a sentar detrás de un volante, taxis automáticos muy pocos y siempre que escribía a los camiones, me decían que todos eran estándar”.
Pasó meses en busca de una oportunidad laboral hasta que vió un flayer en redes sociales: "¿Te interesa ser operadora u operador para el servicio Ulúa?”, decía la imagen compartida por la página del gobierno del estado. Sin pensarlo, José Luis acudió a la feria del empleo en el World Trade Center en el mes de octubre, dejó sus papeles e incluso, en plena lluvia, sacó las copias faltantes.
Su unidad Ulúa U-058 es una de las 102 traídas al estado como parte de la modernización del transporte público promovida por Rocío Nahle, gobernadora de Veracruz. Estos camiones, con diferentes diseños y acceso para personas con múltiples discapacidades, llegaron al puerto de Veracruz el 4 de septiembre para iniciar su recorrido el 1 de noviembre.
Hasta el momento, son 10 rutas de camiones Ulúa en Veracruz: Vargas, Boca del Río - Penacho - Petrolera, Lagos 121 - Plaza Américas, Lagos 121 - Centro, Bolívar Lomas 4, Carranza, Robles, Costera - Bolívar, Dorado - Américas, y Dorado.
Una oportunidad
Tras semanas de espera, la llamada citándolo al curso de capacitación le cambió el semblante. José Luis, de cabello castaño oscuro y sonrisa tímida, estalló de emoción ante la noticia, pues como si se tratara de un mantra, ante cada oportunidad de empleo denegada, se repetía: “Algo tiene que venir, algo tiene que venir”.
En el curso fue bien recibido por sus compañeros y por los entrenadores, quienes presume orgulloso, le dijeron que manejaba muy bien. “Manejando tengo más o menos 20 años de experiencia entre coches chicos, camionetas y camiones de carga, pero autobuses como estos ninguna. Aquí la hemos ido agarrando poco a poco”, señala contento.
José Luis es uno de los cinco choferes de la nueva ruta Ulúa Costera – Centro – Bulevar – Plaza Américas – Lomas 4 inaugurada hace 15 días. En su asiento color negro de vinipiel viajan sus muletas color grises que utiliza para ascender y descender de la unidad en su hora de comida. Tras sus complicaciones médicas, Jose Luis explica que hoy, más que nunca, cuida su salud como una persona diabética.
Entre risas, admite que incluso es regañado por su jefe si éste descubre que se saltó comidas por realizar sus cinco vueltas diarias, realizadas, comúnmente, entre las 7 de la mañana y las 12 de la noche.
“Me llaman seguido para ver cómo voy, están al pendiente de mí. De hecho hablé con mi patrón y me dijo que él me apoya en todo, me va a dar permiso para ir a recoger mi prótesis”, dice feliz, puesto que tras la viralización del vídeo compartido por Vera Plus / Ulúa, en el que lo presentan como el único chofer con discapacidad, PortoVerde decidió donarle una prótesis.
Su familia, el pilar más fuerte
José Luis dice estar profundamente agradecido no sólo con el gobierno del estado y con su jefe por haberle permitido regresar al oficio que ama, sino también con su familia, quienes lo apoyaron desde el inicio con su discapacidad.
Su madre y hermana, ambas llamadas Guadalupe, son las personas con quienes vive y a quien ahora, con este empleo, ayuda económicamente. Mientras él conduce desde Bosques de Río Medio en Veracruz hasta Plaza Américas en Boca del Río, es su hijo José Ángel, de 20 años, quien lo ayuda a barrer diariamente su unidad Ulúa. Su hermano Luis César, por otro lado, es quien lava el vehículo.
“Yo siento que estaba viviendo mal. Tuvo que pasar esto para que cambiara, por eso ahora me enfoco en mi mamá, mi hijo y mi hermana. Siento que estoy haciendo más que cuando estaba completo”, dice con una media sonrisa.
Como una forma de agradecimiento, José Luis cuenta que para el 12 de diciembre pretende comprar una botita navideña y regalarle dulces a cada uno de sus pasajeros.
lm