VERACRUZ, VER. - Este domingo el presidente Andrés Manuel López Obrador inauguró dos museos dedicados a Benito Juárez en el centro histórico de Veracruz; en la justificación del proyecto de inversión se argumentó la necesidad de ampliar la oferta museística en la ciudad.
Sin embargo, existe un inmueble histórico que fue olvidado por su gobierno y lleva siete años cerrado. Se trata del Baluarte de Santiago, el último de los 9 baluartes en pie de la muralla que rodeaba la ciudad de Veracruz, cerrado en el 2017 por la remodelación en la que se invirtieron más de 7 millones de pesos.
Hace más de 400 años atrás, la ciudad de Veracruz era considerada como un sitio estratégico del sistema colonial español, lo que obligó a la construcción de diversos proyectos de defensa. Entre ellos, los 9 Baluartes que tenían la función, además de la muralla, de proteger a la ciudad de los ataques piratas.
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Construcción del Baluarte de Santiago
De acuerdo con el artículo El Baluarte de Santiago: Un ejemplo de arquitectura militar del siglo XVII construido “a regla del arte” del INAH, tras el constante ataque de los piratas en las costas novohispanas, el desembarco y la ocupación de San Juan de Ulúa por John Hawkins y Francis Drake en 1568, y la preocupación de los integrantes del cabildo por el almacenamiento y resguardo de las armas y la pólvora, se exigió la creación de al menos dos Baluartes: uno en el norte y otro en el sur “con algunas trincheras que salieran de los dichos Baluartes”.
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Por lo que entre 1633 y 1635 se construyeron “en tierra firme dos baluartes, de pequeñas dimensiones, mirando al mar: el de la Pólvora al sur y el de La Caleta al norte”. El primero, conocido también como “El Polvorín”, es el ahora Museo Baluarte de Santiago cerrado desde abril del 2017.
Esta edificación, de las más antiguas de la actual ciudad fundada el 28 de marzo de 1600, fue diseñado por Adrián Boot, un ingeniero militar de origen flamenco con amplia participación en la Nueva España, también vinculado a obras en el fuerte San Juan de Ulúa.
El sistema defensivo disuelto
Luego de la ocupación a la ciudad de Veracruz en 1683 por el pirata neerlandés Laurens Garff, mejor conocido como Lorencillo, quien estuvo acompañado de Van Horne y Grammont, se comenzaron las obras de los otros 7 baluartes.
La muralla que formaba intentó proteger a la ciudad de Veracruz junto al abaluartado, en realidad se trataba, de acuerdo con el licenciado Mario Jesús Gaspar Covarrubias, presidente de la Asociación México Hispano/Héroes de Cavite en México, de un parapeto, el cual medía 3 metros y medio de alto con metro de ancho “que servía para proteger”.
A pesar de su construcción y de ser testigos de relevantes hechos históricos durante el siglo XIX, el crecimiento urbano, la llegada del ferrocarril y la ampliación del puerto cuestionaron concluyeron con la permanencia de la muralla con sus baluartes en 1880.
Sin embargo, a pesar de la demolición del sistema amurallado, el Baluarte de Santiago quedó en pie junto a un fragmento de la muralla -autentificado por el equipo de Mario Jesús Gaspar-, ubicado a lado de él.
La última restauración del Baluarte de Santiago
Tras disolver la muralla, el hoy Museo Baluarte de Santiago, experimentó acontecimientos importantes:
- 1933: El Baluarte fue declarado por el Gobierno Federal como monumento histórico,
- 1954: El Baluarte fue destinado al Ayuntamiento de Veracruz para ser utilizado con fines culturales,
- 1970: El Instituto Nacional de Antropología de Historia (INAH) abrió una sala de exposición con temática histórica,
- 1991: El Baluarte de Santiago se convierte en museo al ser considerado como un patrimonio histórico por el INAH.
Luego de esto, de acuerdo con el historiador Mario Jesús Gaspar, el Baluarte de Santiago posteriormente experimentó diversos arreglos ante problemas arquitectónicos, hasta que llegó a la cuestionada restauración del 2017.
En esta restauración iniciada el 27 de abril del 2017 y concluida en julio del 2018, se invirtieron 7 millones 450 mil pesos proporcionados por la Administración Portuaria Integral de Veracruz (APIVER) ahora Administración del Sistema Portuario Nacional (ASIPONA).
Las remodelaciones consistieron en el retiro de todos los vestigios de cemento, los cuales se sustituirían con cal apagada, ya que, según expertos en restauraciones, era lo más adecuado.
Sin embargo, el cuidador del Baluarte de Santiago, Ramón Xolot, afirmó que los empleados del Centro INAH Veracruz denunciaron irregularidades en el proyecto de remodelación, las cuales no fueron atendidas.
Al terminar la remodelación -que en un principio duraría 90 días- el Centro INAH-Veracruz dijo que se requería la instalación de un circuito cerrado de video vigilancia, además de la contratación de personal de seguridad privada, para resguardar la colección de piezas de oro prehispánicas conocidas como “Las Joyas del Pescador”. Al no tenerlo, las piezas fueron llevadas a la Ciudad de México, para después regresar a Veracruz, en el Museo San Juan de Ulúa en el 2022.
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Además de esto -presentada como razón para la no reapertura-, excusas varias comenzaron a presentarse, como la falta de coordinación entre APIVER y el INAH, de acuerdo a denuncias de empleados del Centro INAH Veracruz. La tercera excusa fue la pandemia del COVID-19, donde se frenaron intenciones de planear la reapertura.
La falta de su participación en los museos de la ciudad de Veracruz
Tras “su rescate” y remodelación, el Museo Baluarte de Santiago ha permanecido olvidado por el INAH, el Gobierno Estatal y el Gobierno Federal durante 7 años. Sin embargo, mientras el edificio considerado monumento histórico de México permanece sin sus joyas y sin visitantes, el presidente Andrés Manuel López Obrador visitó el puerto de Veracruz para inaugurar 2 museos: el edificio Leyes de Reforma y la Casa Museo Benito Juárez.
Estos edificios, inaugurados el 22 de septiembre del 2024 y ubicados en el centro histórico de la ciudad de Veracruz, se remodelaron con la intención de ampliar la oferta museística en la ciudad, de acuerdo con el Proyecto de Inversión que hizo la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHyCP).
En su caso, el inmueble de la Casa Benito Juárez permaneció abandonado por años, hasta que, en el 2023, el gobierno federal a través de la SHyCP lo compró a tres particulares, destinándole 62.7 millones de pesos al también considerado un monumento histórico por el INAH.
mb