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Maga Kenia, tres generaciones ofreciendo magia a xalapeños

Pionera en los shows de magia en Xalapa, la Maga Kenia ha logrado posicionarse, junto a su familia, como una de las más importantes practicantes de magia en la capital, llevando sus shows a fiestas y eventos

Fue la primera maga en dar espectáculos en la capital
Maga Kenia, mujer pionera de la magia en Xalapa.Fue la primera maga en dar espectáculos en la capitalCréditos: Isabel Ortega
Escrito en VERACRUZ el

XALAPA, VER. - Patricia Eugenia Ruiz Rubio, mejor conocida como la Maga Kenia, afirma que la sonrisa de los niños, la energía que tienen y ver su cara de sorpresa al aparecer una paloma o un conejo, ha sido su motor, incluso, su medicina, después de que le detectaron cáncer, padecimiento del cuál se está recuperando.

La primera maga mujer en Xalapa y la primera emprendedora de un negocio que ofrecía trucos de magia para entretener en fiestas infantiles lleva ya más de 34 años con su “emprendimiento”. Conoció la magia por su papá el Mago Kórbel, y hoy comparte el escenario con sus hijos Alexis y Kenia.

Originaria de Mérida, Yucatán, tiene más de 30 años radicando en Xalapa, dice que ahora sus clientes son los niños, ahora padres de familia, a los que alguna vez les ofreció un truco de magia cuando eran menores. 

Muchos no recuerdan cuál fue el truco que más les impactó; no obstante, se siguen sorprendiendo cuando ven que el agua se puede desaparecer a través de un periódico, y que tras los pases mágicos se puede regresar el líquido a un vaso.

La Maga Kenia, cuenta que su amor por la magia lo aprendió de su papá. Afirma que el procurar alegría es la motivación de todos los integrantes de su familia, que con una paloma o un conejo pueden recibir aplausos, generar una ovación  y causar sorpresa, sonrisas y exclamaciones de sorpresa en los niños.

Patricia Eugenia, dice, solo estudió hasta la preparatoria y todos los conocimientos en magia los obtuvo de eventos anuales en donde les enseñaban a hacer juegos y trucos de agilidad mental, y otros más de forma autodidacta, leyendo libros de magia.

En el pasado tenía que aprender, más a prueba y error, después de leer el “instructivo” de cómo hacer el clásico truco del cubilete. Ahora, dice, cualquier juego de magia se hace acompañar de una grabación que simplifica su aprendizaje.

“Antes era, necesitas 3 vasitos, tantas pelotitas y lo vas a poner así o asá. Lo ibas leyendo y debías tener imaginación, ponerte abusado, para ir hilando todo lo que tenía el libro. Y lo practicabas como le entendías, y no te salía, y tenías que repetirlo muchas veces, era a prueba y error, y ahora ya no, te dan el video”.

Su papá la involucra en el mundo de la magia

El mago Kórbel, originario de Mérida en el estado de Yucatán, conoció de pequeño al ventrílocuo ecuatoriano, Paco Miller; el mago viajó por todo el mundo en una carpa de espectáculo. Fue el primer contacto de su papá con la magia, que empezó a practicar, junto a sus hermanos.

“A mis abuelos les gustaba el teatro, en una de esas tantas carpas mi papá y mis tíos conocieron a Paco Miller (…) con el tiempo tuvo la oportunidad de conocer a otros magos y aprender trucos de magia”.

La Maga Kenia se involucró con el oficio de su padre desde que era una niña. Primero, le acercaba todos los instrumentos para que hiciera sus trucos, le ayudaba en sus ensayos y poco a poco la fue involucrando, hasta que ella formó parte del espectáculo.

Amante de los aplausos, que recibió desde pequeña, decidió empezar a practicar trucos de magia, “vas disfrutando de lo que haces, de cómo vas ayudando y la gente se admira y te aplaude. En el escenario eso te vibra bonito”.

Su padre tenía una tienda de dulces, en un rincón del espacio comercial había un área en la que vendían material de micromagia, Patricia Eugenia estaba a cargo de “atender” esa área y aprovechaba para leer los instructivos.

“Me mandaba a la tienda, no hacia yo nada, más que sentarme en la esquina del mostrador que daba a la calle, y estar agarrando los jueguitos de magia y hacerlos. Ahí vas descubriendo, y ya en la secundaria y la prepa, hacia yo juegos y trucos de magia en la escuela y con los amigos, y poco a poco en reuniones familiares”.

Surge la Maga Kenia

Patricia Eugenia, originaria de Mérida, en el estado de Yucatán, decidió casarse. El papá de sus dos hijos era de Xalapa, por lo que al contraer matrimonio ella viajó a la capital del estado, donde reside desde hace más de 34 años.

A su llegada a Xalapa, en sus ratos libres, empezó a hacer piñatas. La venta de éstas le permitió capitalizarse, pues su esposo estudiaba. Para venderlas debía ofrecerlas en las dulcerías y negocios locales, donde también informaba de sus servicios de maga.

Alguno de sus clientes le recomendó acercarse al Diario de Xalapa, uno de los principales periódicos de la ciudad, que solían hacer sorteos por aniversario o rifas, o celebraciones del seis de enero y del día del niño. Fue cuando la Maga Kenia empezó a dar espectáculos de magia.

Además, de ser contratada por el Diario, le permitían tener un “anuncio” permanente en la sección donde se ofrecían servicios de la ciudad, lo que le permitió darse a conocer entre los lectores del periódico.

“Empezamos en fiestas particulares. En mi primera fiesta iba con una grabadora grandotota y mi caja de magia, era en una nevería Danesa 33, estaba por Bomberos, era la moda los helados y ahí hicieron la fiesta. Y yo dije, de aquí soy, pero pasaron tres meses para que me contrataran nuevamente”, platica a la Silla Rota Veracruz.

La Maga Kenia no solo fue la primera mujer en ofrecer espectáculos de magia, su negocio fue el primero en llevar juegos a las fiestas infantiles en Xalapa, sin embargo, reconoce que tocó muchas puertas para acreditar su emprendimiento.

“Yo llego en el 90 y en el 92 nace Alexis, trabajé embarazada. El 30 de abril, es un día de mucho trabajo, y les avisé a todos mis clientes que no iba a poder trabajar para esas fechas por el embarazo, pero mi hijo nació antes, entonces el día del niño trabajé y mientras íbamos a los eventos lo amamantaba”.

Los administradores de la Plaza Cristal, otro de los negocios más antiguos de Xalapa, solían hacer eventos para celebrar el día del niño, a donde también contrataban a la maga. Recuerda que, en una ocasión, los elementos de seguridad de la tienda los sacaron, por la cantidad de personas que había en el lugar y todos querían conocerlos.

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Sus hijos también incursionan en la magia y se especializan

Madre de dos hijos, Alexis y Kenia, comenta que el mayor, que estudió la licenciatura en Teatro y una maestría en Eventos Internacionales, desde que estaba en su vientre estuvo en contacto con la magia. Creció entre piñatas y juegos de magia que muchas veces deshacía.

“Era una pachanga. Ya a los 9 o 10 le pide a su abuelo que le enseñe a hacer magia. Para cuando cumple 13 años, él ya sabía muchos trucos, a mí me operan y él me dice que no te preocupes mamita, yo me presento”.

El menor de edad acudió a “suplir” a su mamá a un evento contratado con anterioridad, el anfitrión de la fiesta exigió la presentación de la maga Kenia, pero ella estaba recién operada por lo que era imposible su asistencia.

Su hijo Alexis, negoció con quien la había contratado. Les ofreció dar su show, y si no le gustaba a los invitados al festejo no cobraría por el servicio, “pero le pagaban porque les gustaba, porque desde los 9 años se estaba capacitando.

“Ya después lo empezaron a pedir (para presentaciones individuales) pues era el mago más joven en Xalapa. Mi hija nace 6 años después, ella empieza como botarga, luego como animación. 

“Cuando fue la pandemia de la influenza (2009), también fue en abril, teníamos varios eventos programados y ella debutó en el único evento que permitió el gobierno, pues después del mediodía suspendieron todo”.

Aunque antes su participación en el equipo de la Maga Kenia era intermitente, desde hace seis años, dijo, su hija Kenia trabaja los fines de semana para presentarse en fiestas infantiles en las que los contratan, sumado a que está a cargo de la administración del negocio familiar, pues egresó de la carrera Gestión y Dirección de Negocios de la Universidad Veracruzana (UV).

La maga presume que la especialización de sus hijos, en temas que permiten hacer crecer el negocio, le sorprende, pues ellos frecuentemente organizan eventos y plantean nuevas propuestas para sus clientes.

Iniciaron expansión a Veracruz Puerto, pero la pandemia frenó su proyecto

Previo a la pandemia, cuenta la Maga Kenia, abrieron un local en el Puerto de Veracruz, la idea era tener una sucursal allá, con un equipo de magos y animadores que ofrecieran los servicios toda la semana.

Lograron abrir las puertas del negocio, pero semanas después se decretó el confinamiento por la pandemia de covid-19, por lo que se vieron obligados a cerrar el local. “Hicimos algunos contratos y contactos, pero para el 20 de marzo regresamos”.

Comenta que, si bien cerraron el local comercial, son conocidos en la zona conurbada por lo que entre semana es común que algún equipo viaje a alguna fiesta infantil, “allá las fiestas son entre semana, lo que nos facilita el trabajo en Xalapa, pues acá se da servicio fines de semana”

Propone caravanas de automóviles en pandemia para festejar cumpleaños

La maga platica del primer mes del “encierro” por el virus SARS CoV-2, lograron descansar, sin embargo, las cuentas por pagar los obligaron a buscar e idear opciones para estar vigentes y ofrecer servicio a sus clientes. Propusieron las caravanas de autos, nadie lo había hecho aquí, “y por eso tuvimos trabajo todo el año”.

“El anfitrión tenía que aclarar que nadie se bajaba, nadie se tocaba y teníamos que hacer bulla. Los autos se juntaban una o dos cuadras en la casa del festejado y se ponía el pastel en la puerta de la casa y nosotros llevábamos sonido y animación”, cuenta.

Cuando ya era posible estar en contacto, entonces, empezaron a ofrecer shows de magia en cada auto, lo que permitía la participación de los menores de edad.

Tres décadas para acreditar su negocio 

La maga Kenia afirma que el acreditar su negocio fue un trabajo que le llevó años, no solo por ser nuevo, sino por su condición de mujer. A la fecha, dice, sigue aprendiendo trucos y se sigue sorprendiendo, pues es la única manera en la que puede entretener a los niños.

“En general a los niños les gusta mucho cuando aparece la paloma o el conejo. Hay un juego que yo hago, que es la recomposición de un periódico. Lo rompes, lo enseñas, haces pases mágicos y lo recompones. Eso lo ovacionan muchos, esa rutina empieza con las manos con fuego, lo que llama la atención y los niños se impresionan que alguien pueda manejar fuego”.

Comenta que el poder memorizar y perfeccionar una rutina le lleva hasta siete meses, pues deben entrenar a las aves o animales que participan en los juegos. La gama que ofrece va desde ilusionismo, escapismo, hasta los trucos más simples como el de los cubiletes, donde desaparecen “la bolita”.

El negocio familiar da empleo a siete personas, lo que les permite hacer hasta cuatro shows al día o fin de semana. Cada espectáculo tarda de 45 minutos a una hora y ofrecen servicios desde una fiesta infantil, hasta masivos por el día de niño que organizan empresas o Ayuntamientos.

mb