XALAPA, VER. - Pasadas las 8 y media de la noche, José Alfonso abre las puertas del local ubicado en la calle Marina Mexicana, en la colonia Campo de Tiro de Xalapa. Poco a poco el espacio, que se localiza en el segundo piso, se comienza a llenar. Alfonso carga con el equipo de sonido, coloca la bocina negra en una esquina del salón, conecta su telefono por bluetooth para que empiece a tocar la playlist. También enchufa dos ventiladores para contrarrestar el calor que provoca en sus alumnos bailar durante dos horas.
Al lugar llegan familias, una mamá acompañada de sus dos hijos, así como varios grupos de jóvenes, hombres y mujeres que, tras pagar sus 10 pesos -para juntar para la renta del local-, se colocan en fila junto a la pared, esperando instrucciones de José Alfonso. El “instructor” se acerca a sus compañeros que ya tienen más tiempo practicando; son un grupo de amigos que lo apoyan cada jueves y martes. Les pide ir invitando a bailar a los y las asistentes, para empezar con la práctica.
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Un par más se colocan frente a dos espejos, ahí empiezan con lo más básico, los pasos que se cuentan en tres tiempos para empezar a bailar la cumbia sonidera que, dice José Alfonso, es lo que antes se llamaba “chunchaca” o “guaracha”.
Un sueño que le permitió enfocar su energía
José Alfonso Zayas López tiene 38 años. Dice a los 18 empezó a bailar con un grupo de vecinos de la colonia Revolución, allí se juntaban “chavos y chavas” a bailar un poco de cumbias o guaracha, que era para ellos un momento de diversión y esparcimiento para todos en una de las colonias populares de Xalapa.
En esa época, recuerda, los grupos de baile eran muy selectivos y en exceso competitivos, cada barrio o colonia tenía sus agrupaciones y difícilmente se podrían reunir, sin que un baile o fiesta popular terminara en pelea entre sus integrantes. Eso llevo a que esos “grupos de baile” empezaran a desaparecer.
José Alfonso usaba el baile como un distractor, le permitió enfocarse y dejar algunas amistades que no andaban en “muy buenos pasos”, hoy, dice, desde hace seis años retomó la práctica y, junto a otros amigos, “jalan” a jovenes y jovencitas a enfocar su energía en algo positivo. En ocasiones los invitan a participar en ferias o desfiles en comunidades de Xalapa, municipios cercanos de Veracruz, en Puebla o México. En cada sesión llegan hasta 80 personas que, incluso, saliendo de trabajar o de la escuela, van un rato a bailar.
“Ya vamos a cumplir 6 años. Empezamos como un hobby, a recordar lo que vivíamos en la colonia revolución hace como 17 años. Ahí nos juntábamos muchísimos chavos y chavas y bailábamos este ritmo. Se baila diferente a la cumbia, por cuestiones de vuelta”.
Cuenta que unos amigos hicieron el baile sonidero en Los Ángeles, hace 6 años, y él hizo una transmisión en su muro de Facebook, lo que llamó la atención de muchos vecinos y amigos, que se reunían en La Revo, como se le conoce a la colonia popular, por lo que ahora son comunes los salones donde se practica el baile sonidero. Muchas de las personas que llegan por primera vez al salón de baile, que por la mañana se usa para realizar zumba, es por los videos que difunde en redes sociales en la cuenta Familia Sonidera Xalapa Oficial.
“Varios amigos desde hace muchos años nos integramos, ya ahí poco a poco se fue juntando más gente. A veces vienen 60 o 70 personas, hemos contado hasta 80. A una amiga se le ocurrió ir a una secundaria, hicimos una exhibición, llevamos un DJ y de ahí se jalaron (para ensayar. Vienen los papás y los dejan y después regresan por ellos, es un ambiente más familiar”.
El aprender los pasos básicos puede llevar un mes, con dos ensayos a la semana, sin embargo, depende de la disposición y de que a las personas les guste bailar y se despojen de la vergüenza, pues muchas veces les da pena que no saben los pasos básicos.
“Si te das cuenta, todos están baile y baile desde que llegamos. Tenemos nuestras playeras y cuando vamos a un evento, nos vamos juntos. Cuando regresamos al ambiente sonidero, solo éramos una (organización), pero se empezaron a presentar varias organizaciones y ahora son como 10 , de Xalapa, Coatepec y Banderilla”.
José Alfonso enlistó a los grupos Familia Sonidera, Espacio Sonidero, Movimiento Sonidero, Imperio Xalapa, Tóxicos Sonideros, Ritmo Sonidero, Talento Sonidero, que practican en varias colonias como la Revolución, Carolino Anaya, Campo de Tiro, Ebano y Porvenir, entre otras.
“La primera vez que vienen siempre les decimos que traigan ganas de aprender y les digo, que no te de pena. Siempre les cuento la anécdota que yo practicaba en mi casa con una cortina, para agarrar el ritmo”.
“Hay gente que no sabe nada, pero te agarran el ritmo bien rápido, y hay personas que, por pena, no más están viendo o te dicen ahorita, y no bailan, pero sí se ponen al tiro, en un mes están bailando”.
Para bailar, dijo, no hay edad, Familia Sonidera Xalapa tiene integrantes de 8 años y hasta 50 años. Algunos se trasladan desde Estanzuela, en el municipio de Emiliano Zapata, o de la zona de la Federal 1, en la Miguel Alemán. Las prácticas son martes y jueves de 8 y media a 10 y media, pero en otras zonas de Xalapa otros días, por lo que toda la semana hay prácticas. José Alfonso se auxilia de Charly, Neto, Elie, Tania, Victor, y Coco. Dice que a veces reciben hate de México, pues ellos consideran que el ritmo sonidero es originario de la zona centro, pero en Xalapa le han dado su propio estilo al incorporar vueltas al baile.
ys