XALAPA, VER. - Alejandra, Laura, Mar y Luz, son cuatro jóvenes que se integraron a Divas Urban Bike, colectiva que hace rodadas ciclistas urbanas en Xalapa. El grupo de mujeres buscan dar seguridad, acompañamiento y a poyar a otras mujeres a aprender a usar la bicicleta como un medio de transporte en las empinadas calles de la capital.
Las cuatro xalapeñas, que apoyan en la organización desde hace aproximadamente dos años, coinciden que Divas Urban Bike es una comunidad, donde mujeres, amigas y compañeras encuentran una opción para hacer ejercicio, pero, sobre todo, para sentirse seguras y acompañadas y salir a rodar.
Cuando se levantaron las medidas de confinamiento, después de la pandemia, las jóvenes Alejandra, Laura, Mar y Luz se conocieron y coincidieron en Divas Urban Bike. Ahora junto a otras cuatro mujeres, apoyan en la coordinación de los recorridos urbanos en bicicleta.
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La colectiva ciclista, que se define como una comunidad de amigas, se reúne cada martes, después de las 9 de la noche en la explanada de la Biblioteca Carlos Fuentes, en el corazon de Xalapa, para hacer sus recorridos.
“Somos una colectiva feminista ciclista. Nos reunimos todos los martes aquí en la explanada Carlos Fuentes, hacemos recorridos urbanos por la ciudad. Invitamos a que asistan tanto hombres y mujeres, interesados en el ciclismo, pero nuestro enfoque es más hacia las mujeres, para que se sientan seguras y tomen las calles”, afirma Mar.
El grupo surgió hace 10 años, y aunque se han “renovado” sus integrantes y coordinadoras, actualmente se juntan con algunos otros ciclistas para hacer los recorridos urbanos nocturnos en Xalapa.
Alejandra comenta que el principal objetivo de la agrupación es que las mujeres se sientan seguras en las calles de la ciudad, sumado a que buscan promover la cultura del uso de bicicleta como un medio de transporte que les permitiría llegar a su trabajo o escuela, “el colectivo se formó hace 10 años”.
“Está demostrado que hay un rezago de la forma que las mujeres tienen acceso a la bicicleta, comparada con los hombres. Hay muchas chicas que su problema de movilidad podría ser resuelto con una bicicleta y no tienen la posibilidad de salir a las calles, porque les da miedo.
“A partir de eso, es que Divas empieza hacer estas rodadas, para que en un ambiente seguro -porque nosotras vamos cerrando las calles- ellas pueden ir practicando su manejo, y eso les da seguridad para que puedan hacer sus recorridos ellas solas”, plantea Mar en entrevista con La Silla Rota.
En este momento son ocho las coordinadoras que apoyan o guían los recorridos, y aunque algunas chicas han cambiado de grupo, su mayor orgullo es que una de ellas se fue a Bolivia, y allá implementó una colectiva, dice Luz otra integrante de Divas Urban Bike.
“Una compañera que estuvo con nosotros, ella estuvo radicando en Xalapa, por cuestiones de trabajo se fue a Bolivia, y todo lo que aprendió en el Colectivo lo está implementando allá y justo está creando espacios seguros para las mujeres”, confirma Alejandra.
Laura, explica que cada martes hacen la “rodada morada” que es donde acuden mujeres con poca experiencia en el uso de bicicleta. Así adquieren más confianza para manejar y transitar por las calles de Xalapa.
La rodada de los martes es mixta, pero se pide a los hombres se puedan hacer acompañar de sus hermanas, novias o familiares mujer para que asistan y practiquen. El segundo martes de cada mes, la rodada es familiar. En esos casos participan padres, madres y menores de edad haciendo recorridos por Xalapa.
El tercer martes de cada mes las rodadas son para ciclistas intermedios, y el último martes de cada mes es para mujeres avanzadas, donde hacer recorridos fluidos, incluso, a comunidades o localidades cercanas a la capital.
“Regularmente nos mantenemos en el centro de la ciudad; y solo los días de (recorridos) de avanzadas, vamos a lugares cercanos a la ciudad, como Tlalnelhuayocan, Rancho Viejo, y comunidades cercanas”, comenta Laura.
Como parte de la logística el grupo de mujeres se dividen el trabajo. Algunas son guía, son las responsables de llevar la ruta; otras hacen la función de “libero” que son quienes cierran las calles para que el grupo pueda avanzar sin problemas con los automovilistas.
Y las contraguías, son quienes van a apoyando a las personas que están aprendiendo y les indican cómo ir haciendo cambios en las velocidades de su bicicleta, son las que acompañan al final del contingente, “las rutas siempre cambian, la idea es que conozcan otras calles de acceso para llegar a su destino”.
El grupo de amigas destaca que cada rodada es una aventura, una oportunidad para apoyar a alguien y no dejarlo atrás, lo que siempre les deja un “gracias” al terminar el recorrido; sin embargo, también ha significado un avance personal pues con una bicicleta pueden llegar hasta donde la fuerza de sus piernas lo permita.
“A mí me ha dejado un círculo muy bonito, unas amistades que, creo, las quiero para toda la vida. Hemos a aprendido a fomentar la convivencia entre mujeres, la bici nos unió”, dice Alejandra.
Laura explica que en Xalapa hay varios grupos de ciclistas, sin embargo, la idea de Divas fue empoderar a las mujeres, generar un grupo para intercambiar experiencias, “y se empiezan a unir las chicas con el mismo interés de salir, cuidarse y compartir”.
La llegada de nuevas mujeres a las rodadas del primer martes de cada mes se debe a que las conocen por redes sociales y a través de grupos de WhatsApp donde informan, cada semana, las actividades del martes, “a veces nos ven y nos paran para preguntarnos”.
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En una rodada el número de participantes es variado, un día bajo van de 30 a 50 personas; sin embargo, en una rodada de aniversario u ocasiones especiales el grupo puede llegar a 100 personas.
El ejercicio, aunque sea cada ocho días, baja la ansiedad, además, el convivio les permite fomentar su amistad, y los lugares a los que he llegado y saber que se pueda apoyar a otra mujer para que salga, avance (con su bicicleta) es lo que vale, dice Alejandra.
“El poder moverme, sin depender de un vehículo, saber que puedo llegar con una bicicleta hasta donde me den las piernas, es una gran satisfacción”, confirma Laura que dice que ahora se sabe capaz de cambiar una llanta de su bicicleta, pues aprendió un poco de mecánica.
La más emotiva en su mensaje es Mar, quien dice que ella no sabía que comprar una bicicleta y hacer ejercicio cada martes, le iba a permitir estar acompañada de un grupo de amigas que, afirman, se tienen que quedar toda su vida.
“Tiene poquito que empecé con el ciclismo, fue emocionante, me ha dejado conocer lugares, ver paisajes, pero crear una comunidad con las personas con las que comparten en cada viaje, eso es una gran motivación”, confirma Luz.
mb