VERACRUZ, VER. - Desde hace 19 años, Ángel Eduardo Murillo Sánchez tomaba su traje de Santa Claus, recolectaba juguetes y los llevaba a los niños de las colonias de bajos recursos de la ciudad de Veracruz. El pasado diciembre del 2023 suspendió esa labor altruista, la leucemia que padece lo obligó a estar en cama y hoy lucha por su vida en un hospital de la Ciudad de México.
La mamá de Ángel y su hijo se encuentran en Veracruz, piden ayuda para salvarlo, ya que requieren 300 mil pesos para realizarle un trasplante de médula ósea. El hombre de 39 años lucha contra reloj para recuperarse. Los doctores le comentaron a la familia que la lista de espera es de más de un año, pero Ángel solo le quedan 6 meses de vida.
Aurelia Sánchez Guevara, su madre, cuenta que su hijo fue diagnosticado con leucemia el 24 de diciembre de 2022, unos días antes había acudido a un Centro de Atención Múltiple (CAM) donde atienden a niños con discapacidades, a entregarles algunos dulces y juguetes, aunque su salud ya se encontraba deteriorada.
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“Mi hijo estuvo hospitalizado todo el 2023. Salió en mayo del hospital. Desgraciadamente mi hijo volvió a recaer y el médico nos dijo que aquí ya no podían hacer nada y tuvo que ser trasladado a la Ciudad de México”, cuenta Aurelia.
La Secretaría de Salud indica que en México cada año se diagnostican alrededor de 195 mil 500 casos de cáncer en sus diferentes tipos, 46 por ciento de pacientes fallecen. Existen dos grandes tipos de cáncer: los tumores sólidos, como los de mama y próstata y, los de la sangre, como leucemia, mieloma múltiple y linfoma. En ambos casos, la detección temprana y la eficacia del tratamiento son determinantes para la sobrevivencia del paciente.
En México, la leucemia ocupa el noveno lugar en cuanto tipo de cáncer con más número de casos. El Instituto de Estadística y Geografía (Inegi) en el 2020 señalaba que este tipo de cáncer era una de las principales causas de muerte en pacientes hombres y en niños.
Mi papá necesitaba un medicamento que nunca llegó
Ángel padece leucemia linfoblástica aguda. Para que los doctores dieran con este diagnóstico pasaron varios meses, ya que los malestares comenzaron con dolores de cabeza, mareos y con dolor de garganta.
“Ningún doctor nos lo pudo diagnosticar como tal. Mi papá se empezaba a sentir más cansado, empezaba sangrados en encías, desafortunadamente ningún doctor pensaba que tuviera eso, nunca lo mandaron a hacerse un estudio de sangre, hasta que mi abuelo le comenta que se tenía que hacer una química sanguínea. Con ese estudio salió que todo estaba mal en su salud”, narra su hijo.
Los siguientes días después del diagnóstico fueron muy difíciles para la familia, la enfermedad ya se encontraba muy avanzada, por lo que de inmediato lo internaron en el Hospital General del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) en Veracruz.
Los médicos en Veracruz le comentaron a la familia que las probabilidades de que se recuperara eran pocas, por lo avanzada que se encontraba la leucemia, pero con el tratamiento y las quimioterapias logró vencer la primera etapa. En mayo del 2023 lo dieron de alta del hospital y tenía que seguir con su tratamiento de quimioterapias.
“Los doctores pidieron un medicamento, mandaban solicitudes, nunca llegó. Seis meses pidiendo el medicamento y desafortunadamente mi papá recayó en esta enfermedad y cuando recae los doctores le dicen que aquí en Veracruz ya no había cómo tratarlo”, lamenta su hijo.
Los medicamentos que requería el padre de familia eran venetoclax y azacitidina, el primero tiene un costo en el mercado de 150 mil pesos y el segundo, más de 11 mil pesos. Necesitaba una ampolleta por día durante una semana, dinero que no tenían los familiares para continuar con su tratamiento.
Por esta razón, los especialistas veracruzanos les recomendaron que lo mejor era llevarlo al Centro Médico Nacional 20 de Noviembre ISSSTE o buscar una asociación que les pudiera donar ese medicamento.
Comprar los medicamentos en Veracruz significaban un gasto de más de 200 mil pesos, por lo que la familia ahorró el poco dinero que aún les quedaba y lo llevaron a la CDMX, para que ahí pudieran obtener las medicinas gratis.
Cáncer: un gasto para los bolsillos de las familias con pacientes
Desde inicios de febrero, Ángel, quien es maestro del Instituto Tecnológico de Boca del Río, se encuentra internado en CDMX. Al llegar al hospital los doctores le dieron otro tratamiento, porque las afectaciones a su salud se habían complicado. La terapia que lleva también le generó secuelas; se le llenaron de agua los pulmones, el hígado se le inflamó y presentó fiebres muy altas.
Por todas esas complicaciones la recomendación de los especialistas era un trasplante de médula ósea que requiere en menos de 6 meses. Sin embargo, la lista de espera donde fue colocado tiene disponibilidad hasta después del año, algo que su salud no podrá resistir. Sería su hijo quien le done la médula para seguir con su vida.
Su hijo se dio a la tarea de investigar si en un hospital privado podrían realizar el procedimiento. El más económico que encontraron fue en el Hospital Universitario de Monterrey, Nuevo León, pero el costo para pagar el procedimiento es mayor a 300 mil pesos, por lo que la familia se dio a la tarea de pedir ayuda a los ciudadanos, ya que el cáncer los hizo que gastaran la mayoría de sus ahorros.
En la CDMX se encuentran su papá y la esposa de Ángel, ambos lo cuidan, pues por las complicaciones debe estar algún familiar siempre presente. Tener que moverse a esa ciudad significó más gastos para la familia, porque tuvieron que alquilar un cuarto donde quedarse, el cual tiene un costo de 10 mil pesos por mes y es el que se encuentra más cercano al hospital.
“Es muy complicado, aunque el ISSSTE tiene un albergue, está a 2 horas y media del hospital. Pero mi papá debe de estar 24 horas con un familiar. Debido a la gravedad que tiene, no puede quedarse solo. Se fue mi abuelito y mi mamá a cuidarlo. Allá en frente del hospital están en un cuartito de 2 por 2 (metros), donde cabe una cama, es un departamento donde todo es compartido y ese cuartito vale 10 mil pesos”, agrega Ángel Eduardo.
Menciona que en el departamento donde alquila el cuarto se encuentran más personas que también tienen un familiar internado y que, como ellos, tienen que estar cerca por cualquier cosa que necesiten los médicos. En ese lugar se comparte las áreas de usos múltiples, como la cocina, baño, y sala.
Además de eso tienen que comprar comida, un platillo por día para una persona les sale cerca de 300 pesos, por lo que optan en adquirir despensa para preparar la comida. También tienen que pagar a los donadores de sangre y plaquetas que le piden, pues allá no tienen a ningún familiar que les ayude a donar.
“Hay gente que nos pide dinero para que ellos vayan a donar sangre y plaquetas. Desafortunadamente allá no tenemos conocidos y no queda de otra. Nos han pedido desde 1,500 hasta 2,500 pesos en promedio por una persona y a la semana necesitamos de 3 a 5, es mucho gasto”, explica el hijo.
En total, la familia estima que se han gastado 50 mil pesos, todo ese dinero lo obtuvieron gracias al apoyo de sus familiares que se unieron y de algunos compañeros de trabajo de Ángel que donaron.
19 años donando juguetes a niños de escasos recursos
Ángel tiene una página de Facebook que se llama “Valentina de corazón a corazón”, fue creada por él con la finalidad de estar en contacto con las personas que deseen donar juguetes a niños de bajos recursos.
Cada año iniciaba una colecta de juguetes con sus amigos, compañeros de trabajo y familiares para reunirlos e irlos a entregar a asociaciones de niños con discapacidad o en las colonias de la periferia de la ciudad. En total llegaba a 10 lugares distintos. En las fotos que están en la página se ve como el veracruzano se viste de Santa Claus y lleva los juguetes a las colonias. Su madre dice que inició con esta labora hace 19 años.
“De él nació andar en las colonias, en los hospitales y él le donan juguetes y ropa, comida. Mi hijo es una persona muy humana, muy buena. Desgraciadamente el año que paso no pudo ir a las colonias, por su enfermedad”, comenta Aurelia, su mamá.
La lucha de Ángel representa la de muchos veracruzanos y mexicanos que tuvieron que salir de sus estados por la falta de medicamentos en sus entidades y que ahora se aferran a la vida con adversas condiciones económicas. El hijo de Ángel pone a disposición su número de teléfono para que lo contacten, en caso de que quieren aportar al tratamiento de su padre. El teléfono es el 229 137 9305.
mb