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Pensión Mujeres Bienestar: suspiro de independencia económica de Patricia y Sara

La nueva pensión que el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum prometió para mujeres daría independencia a quienes tienen complicaciones para mantenerse o dependen de algún familiar, como Patricia y Sara

Beneficiará en los próximos años a quienes tengan entre 60 y 64 años.
La nueva pensión del Bienestar para mujeres.Beneficiará en los próximos años a quienes tengan entre 60 y 64 años.Créditos: CUARTOSCURO
Escrito en VERACRUZ el

VERACRUZ, VER.- Patricia Cureña Piña, una mujer de casi 63 años, cuenta los días para el que llegue el próximo 28 de octubre. Con ilusión, desde que la presidenta, Claudia Sheinbaum, anunció en su día de protesta el nuevo programa Pensión Bienestar para Mujeres de 60 a 65 años, Patricia buscó y alistó todos sus documentos mientras espera cumplir la edad mínima para inscribirse.

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Sara Barradas Contreras, por otro lado, que tendrá que esperar algunos años para participar en el programa, ya que apenas tiene 61. De acuerdo con cifras del INEGI, en el 2025 existirán 216 mil mujeres que tendrán de 60 a 64 años, lo que les permitirá participar en la pensión de mujeres donde se les entregará 3 mil pesos bimestrales. 

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Si bien 3 mil pesos bimestrales no son suficientes para los gastos de vivienda y salud, este programa busca contribuir a la independencia económica de las mujeres de la tercera edad; personas que según datos de la ONU, a menudo trabajan en empleos mal remunerados, viven del apoyo familiar y/o de sus pensiones, como lo son aquellas dadas por viudez o por el gobierno federal en el caso de México. 

Para Patricia Cureña y Sara Barradas, ambas mujeres veracruzanas de la tercera edad que fueron madres solteras, la Pensión Bienestar para Mujeres representaría una ayuda significativa para mejorar su estilo de vida e intentar alcanzar la independencia económica. 

Patricia Cureña: en busca de la tranquilidad

“Si hay personas llorando porque se fue el presidente, imagínese cómo me puse cuando escuché sobre el apoyo. Salí corriendo a buscar mis papeles”, dice entre risas.

Patricia Cureña, una mujer de 62 años que vive en una casa con techo de lámina y paredes de tablas en la zona del Coyol, en el puerto de Veracruz, tuvo que pedir hace dos meses un préstamo para emprender en un negocio de antojitos en su casa para poder mantenerse.

Patricia Cureña ya tiene a la mano sus documentos, para cuando los necesite.

Con orgullo cuenta que durante casi 30 años se desempeñó como trabajadora del hogar, una profesión realizada por el 12.1 por ciento de las mujeres veracruzanas –el cual dice, suele ser mal pagado–, con la que sacó adelante “hasta donde se pudo” a sus tres hijos debido al abandono de su pareja. 

Sin embargo, debido al dolor recurrente de sus rodillas -lo que le impide incluso usar transporte público-, a su neuropatía y diabetes, hace un año lo dejó y comenzó con la venta informal de alimentos. Tras vender tamales y chiles rellenos durante años, Patricia pudo invertir en su negocio de antojitos, el cual realiza de lunes a domingo por las mañanas y de jueves a sábado por las noches. 

Además de sus malestares en las piernas, Patricia se vio en la necesidad de vender alimentos ya que nadie la apoya con sus gastos de comida, vivienda o salud, razón por la que tardó años en descubrir sus enfermedades.

“El apoyo Bienestar me ayudaría bastante, bastantísimo, no sabe cuánto”, expresa, ya que los 3 mil bimestrales los usaría para los gastos de su hogar, para pagar los servicios básicos, para pagar su préstamo y para comprar sus medicamentos, en los que suele gastar entre 800 y mil pesos mensuales ya que no tiene seguro médico. 

Según gráficas del Consejo Nacional de la Población (Conapo), en el 2020 el 22 por ciento de las personas mayores veracruzanas no estaba afiliada a ninguna institución pública o privada para recibir atención médica. Hace 4 años, estos datos correspondían a más de 619 mil personas en todo el estado de Veracruz.

“¿De qué manera puede uno agradecer que le den esta ayuda sin... sin decir, sin ganárselo? Es un dinero que le van a proporcionar a uno y yo creo que lo único que uno tiene que hacer es ser un buen ciudadano y ahora sí, yo creo, cooperar en el apoyo que pida la presidenta (...) tener un apoyo incondicional”, concluye. 

Sara Barradas: un suspiro de independencia

Sara Barradas Contreras, una mujer de 61 años que en su momento sacó adelante a sus cuatro hijos, es actualmente una adulta mayor que depende completamente de un par de ellos debido a su esquizofrenia y “al mal del párkinson”, algo que no le gusta. 

“El apoyo me ayudaría para dejar de pedirle dinero a Daniel (su hijo)”, explica. “Podría comprarme cosas que me hacen falta para mis necesidades personales, como ropa y esas cosas”, explica.

Sara Barradas Contreras espera que la nueva pensión ayude a aminorar el gasto que su hijo hace para mantenerla.

Daniel es su hijo mayor, un adulto de 33 años con el que vive en la casa que ella construyó cuando él apenas tenía tres, en la colonia Reserva Tarimoya 1, también en el puerto jarocho. En medio de árboles de almendra, de tlacuaches, de ardillas y de una calle que no está pavimentada, es donde su hijo además tiene su negocio de comida desde hace casi seis meses. 

Sara, quien trabajó como cocinera, limpiadora del hogar y como cuidadora de enfermos y niños, fue gracias a esos trabajos que consiguió construir su casa y pagar la carrera universitaria de sus dos hijos. 

“Me gustaría poner un negocio de antojitos por la noche”, explica al pensar qué haría con la Pensión Bienestar, la cual recibiría a lo largo del sexenio cuando se abra la convocatoria para personas de su edad. Principalmente Sara añora la independencia, tener dinero para sí misma sin tener que pedírselo a sus hijos, ya que sus medicamentos están cubiertos por el IMSS, seguro que tiene gracias a que su hija es enfermera. 

Algo en común

A pesar de que Patricia y Sara tengan edades distintas, y de que una dependa completamente de sí misma y la otra de sus hijos, para ambas, la Pensión Bienestar significaría una herramienta que las ayudaría a estar cada vez más cerca de la independencia económica.

“Yo espero que la presidenta cumpla todo lo que prometió”, explica Sara, quien puntualiza que votó por ella por las propuestas que escuchó a través de la radio. 

En conferencia de prensa, Daisy Lludimia Martínez, delegada del Bienestar, explicó este lunes 7 de octubre que se le dará el apoyo económico a todas las mujeres que se inscriban, ya que todavía no hay un presupuesto establecido a nivel federal.

“Vamos a hablar con ellas (las mujeres adultas) de que el gobierno de México tiene la disposición y la disponibilidad de darle continuidad a todos los programas que ya venían dando más este que se anexa”, explicó. Además dijo que el plan es realizar un censo de cada una de las viviendas para conocer “la situación de nuestros abuelitos” y conocer cuántos, quiénes y qué discapacidades tienen, para entonces, programar visitas bimestrales de médicos en sus hogares.

vt