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Para mí la pobreza sigue igual: Crescenciano vive con 150 pesos diarios en Veracruz

Crescenciano es comerciante del Campo Amor, en el puerto de Veracruz. Al día gana 150 pesos para sobrevivir

El campesino y vendedor es un adulto mayor de Veracruz que vive con 150 pesos diarios.
Crescenciano Reyes Dehesa afirma que es igual de pobre que hace dos años.El campesino y vendedor es un adulto mayor de Veracruz que vive con 150 pesos diarios.Créditos: Inés Tabal G.
Escrito en VERACRUZ el

VERACRUZ, VER.- Crescenciano Reyes Dehesa carga una reja con la fruta que le quedó de la venta de este viernes 11 de agosto. A pesar de que el doctor le prohibió hacer esfuerzo, por la hernia que tiene desde hace más de un año, el adulto mayor no tiene la posibilidad de quedarse en casa, pues vive al día y los 150 pesos que gana los ocupa para sobrevivir.

A sus 75 años, tiene que trabajar de lunes a domingo como comerciante y campesino. Forma parte de los casi 6 millones de personas adultas mayores que conforman la Población Económica Activa (PEA) ocupada en el país, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo Nueva Edición (ENOE) 2022.

Cada día se despierta a las 3:00 de la madrugada para preparar sus rejas con su mercancía y tomar el autobús para llegar a Veracruz. Es originario de Paso de la Cruz, localidad del municipio de Jamapa ubicada a una hora y cuarto del puerto. En el traslado en camión urbano gasta en promedio 60 pesos por los boletos de ida y regreso, ya con el descuento que le hacen de adulto mayor con su tarjeta del INAPAM.

VIDEO: MIRA AQUÍ EL TESTIMONIO DE CRESCENCIANO

A las 6:00 de la mañana, hora en la que llega a la ciudad, baja su mercancía con la ayuda de otros comerciantes y pone su pequeño puesto de rejas en la calle Úrsulo Galván, frente al hotel Campo Amor de la zona de mercados. En sus costados, se colocan en fila más de una docena de personas de distintas localidades rurales aledañas, que se dedican a vender frutas y verduras que ellos compran o que producen en sus parcelas.

Se decica a vender productos que siembra en su parcela. (Inés Tabal G.)

Este es el caso de Crescenciano, asegura que él produce el nanche y la cruceta; además, compra a otros campesino crucetillo y jobo, todas son frutas que difícilmente se venden en fruterías convencionales y que tienen un bajo precio por la baja demanda.

Son ocho horas que pasa en ese lugar ofreciendo su producto a los clientes, se protege del sol y de las inclemencias del tiempo bajo la sombrilla de su compañera que está al lado.

“Como ya no me dan trabajo, porque tengo 75 años, es lo único que puedo hacer. En promedio gasto al día como 150 pesos entre traslado y comida. Tengo que venir a trabajar porque no tengo quien me ayude”, explica.

Si la venta le va bien gana 300 pesos al día, pero de lo que obtiene tiene que restarle el traslado, la comida y el pago del espacio que ocupa para vender, por lo que su ganancia libre es de 150 pesos, afirma.

Lo que le queda de ganancia lo invierte en ocasiones en comprar más mercancía y lo que necesite en su casa. Además, se ayuda de la Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores que da el gobierno federal.

¿Pobreza disminuyó?

Para Crescenciano la pobreza en el país no disminuyó, como lo indica el informe de las estimaciones de pobreza multidimensional 2022 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

Crescenciano percibe que aunque el apoyo para adultos mayores tuvo un incremento, al pasar de 3 mil 850 pesos en 2022 a 4 mil 800 pesos bimestrales en 2023, los productos de la canasta básica también subieron de precio.

“Ahorita hay en cantidad de pobres, ha aumentado. Hace dos años las cosas estaban a precio medio, que todavía las podías adquirir baratas, ahora aumentó todo en general. Ahorita se sufre más porque no rinde el dinero”, dice.

Aunque recibe su pensión de Adulto Mayor, Crescenciano dice que no es suficiente. (Inés Tabal G.)

El Coneval indica que entre 2018 y 2022 el porcentaje de la población en pobreza multidimensional a nivel nacional disminuyó, al pasar de 41.9 por ciento a 36.3 por ciento, lo que representó un cambio de 51.9 a 46.8 millones de personas en esta situación.

No obstante, en el caso de la pobreza extrema no hubo una disminución, sino por el contrario aumentó, ya que paso de 7.0 por ciento en 2018 a 7.1 por ciento en 2022. Lo anterior indica que el número de personas en esta condición pasó de 8.7 a 9.1 millones de personas en el país.

Solo para poner en dimensión, los más de 9 millones de personas que viven en pobreza extrema en el país, equivalen a llenar 110 veces el estadio Azteca, que tiene una capacidad de 83 mil 264 asistentes.

Con la reducción de la pobreza multidimensional vino la reducción en el número de personas con ingreso inferior que no podían comprar la canasta básica. El informe del Coneval señala que en el 2018 había 61.8 millones de mexicanos que no contaban con un sueldo suficiente para cubrir su despensa, mientras que en 2022 la cifra pasó a 56.1 millones.

Entre esos 56.1 millones de personas con ingreso inferior se encuentra Crescenciano, quien admite no puede adquirir la canasta básica completa por la falta de recursos.

El estado de Veracruz tampoco se salvó de la pobreza extrema, el informe posiciona a la entidad como la cuarta con más personas en estas condiciones.

Las cinco entidades con el mayor porcentaje de la población en situación de pobreza extrema en 2022 fueron Chiapas con 28.2%, Guerrero con 22.2%, Oaxaca con 20.2%, Veracruz con 13.1% y Puebla con 11.4%.

Busca un albergue para recuperarse después de su operación

Crescenciano busca un albergue para poder quedarse mientras se recupera de la operación que le realizarán. Hace un año se dio cuenta de que tenía una hernia por la entrepierna, debido a que no contaba con el dinero suficiente para pagar su tratamiento o una operación particular le creció, por lo que le resulta incómodo caminar y sus órganos interiores son afectados.

Crescenciano vive solo en una localidad rural de Jamapa, Veracruz. (Inés Tabal G.)

En una ocasión fue al médico, por la consulta y unos medicamentos le cobró 700 pesos, desde entonces prefirió ir a los hospitales de gobierno o curarse con medicina alterna. Para finales de agosto tiene una cita en el Hospital General de Boca del Río para ser operado.

Debido a que vive solo y no cuenta con otro apoyo, dice que su proceso de recuperación se le complicaría si lo realiza en su casa, ya que por las distancias teme tener algún contratiempo y verse en la necesidad de salir en taxi, el cual le cobraría 400 pesos.

Además de que durante su proceso de recuperación no tendría el dinero para cubrirlo, porque si no trabaja no gana.

“Tengo que trabajar, porque nadie me va a mantener. Necesito un lugar para hospedarme, porque estoy en el rancho, pero no tenemos luz en el cuarto, cuando me operen no quiero llegar allá. Hay mucho bache y está lejos para un recién operado”, finaliza.

vtr