VERACRUZ, VER. - En el momento que Melissa recuperó la conciencia, después de que sintió el golpe en la cabeza con una manopla de acero, lo único que alcanzó a ver fue como sus demás compañeros hacían un círculo donde ella estaba en el centro y era arrastrada del cabello por una compañera.
Ninguno de los jóvenes que presenciaron los hechos se acercó a ayudarla. Hasta que un alumno vio la agresión e intentó separarlas, pero esto no fue suficiente para que la otra chica la dejara de patear.
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“La amiga de mi hija la levantó, la llevó al salón y le comentó a la maestra. Ya fue que mandaron a hablarle a la persona que agredió a mi hija junto con su maestro, lo único que le comentó es que tenía ganas de golpearla, nada más, porque quiso”, dice Monserrat López Barradas, madre de Melissa, mientras toma una pausa para digerir aquel momento de indignación que le causa recordar la agresión.
El ataque habría ocurrido el pasado viernes 2 de junio en la secundaria Gabriela Mistral, ubicada en la colonia Las Bajadas del puerto de Veracruz y es la segunda denuncia por bullying que se hace pública en la ciudad en menos de una semana.
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Además, se acumula a los 62 casos que la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV) atendió en escuelas del estado durante el período comprendido entre el 2019 y marzo de 2023, según datos que son públicos en el portal de transparencia de la dependencia.
Todos estos casos se dieron a pesar de los cursos que personal de la SEV ha dado en escuelas sobre los “Protocolos para la Identificación, Prevención e Intervención en el Acoso Escolar, el Maltrato Infantil y Actos de Connotación Sexual para los planteles educativos del estado de Veracruz”, que tienen como finalidad evitar estas agresiones.
La Silla Rota Veracruz buscó entrevista con la delegada de la SEV en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, Diana Santiago Huesca, pero no hubo respuesta; en su lugar, se recibió un boletín donde mencionaron que dieron seguimiento a las denuncias por acoso en ambas escuelas y que se pondrían de acuerdo con los involucrados.
La agresión que sufrió Melissa, de 12 años, le causó un traumatismo craneoencefálico leve, múltiples golpes en la cara, estómago y estrés postraumático, pues no quiere ir a la escuela. Además de una suspensión por indisciplina, asegura la madre.
“Desconozco qué acciones tomó el director en ese momento. Solamente le entregaron un documento a mi hija, donde dicen que ella es una niña indisciplinada, pero ella es la parte agraviada”, expresa la madre.
Monserrat señala que previo al ataque su hija ya había sido acosa por esta compañera con palabras ofensivas, pero la menor solo las ignoraba. La madre no supo de los ataques hasta el día que fue agredida con la manopla de acero.
Estuvo en clases desangrándose sin atención médica
Después de la agresión los maestros hablaron a los padres de familia de la alumna que la agredió y al tutor de Melissa, que es su abuelo; sin embargo, los profesores no pudieron localizarlo, pese a que el personal tiene el número de Monserrat, nunca le avisaron sobre el ataque.
Melissa permaneció en la dirección, ya que la herida en su cabeza causó que se desangrara. A pesar de los golpes, la joven estuvo en clase sin que fuera atendida por un médico hasta que llegó a su casa, alrededor de las 2:30 de la tarde, asegura la madre.
“No le curan las heridas y continúa estudiando sus clases normales. Hasta las 2:30 de la tarde que llegó a la casa. Los maestros arriesgaron a mi hija al dejarla venir sola hasta la casa o que le pasara algo en el camino por el golpe tan fuerte que recibió”.
El director de la secundaria citó a los padres de las dos menores involucradas hasta el día lunes. Pero Monserrat prefirió acudir a la Fiscalía General del Estado (FGE) de Veracruz a interponer la denuncia al siguiente día de la agresión y después de llevar a su hija a que un médico la revisara para ver que los golpes no le causaron daños.
La denuncia fue presentada en la Fiscalía Especializada en la Justicia Penal para Adolescentes de Boca del Río, en donde se abrió la carpeta de investigación con número de oficio 332/2023.
¿Cómo se debe actuar ante casos de bullying en escuelas?
El abogado penalista y director de la Facultad de Derecho de la Universidad Cristóbal Colón, Luis Alberto Martín Capistrán, dice que el Código Penal del estado de Veracruz no contempla como una conducta delictiva el bullying, por lo que no tiene una sanción.
No obstante, se puede denunciar ante las autoridades educativas, en estos casos ante los directores de las escuelas como primera instancia. También a la inspección de servicios escolares de la SEV, que tienen órganos para atender este tipo de casos.
En el caso de Veracruz existe la Ley número 303 contra el acoso escolar para el estado de Veracruz, que fue publicada en la Gaceta Oficial del 1 de noviembre de 2011, con número extraordinario 351, con el objetivo de prevenir y erradicar estas conductas.
Las sanciones que enumera el especialista –de acuerdo con el marco jurídico-, van desde separar al agresor del grupo, suspenderlo temporalmente o hasta expulsarlo definitivamente. Lo que genera un antecedente que puede hacer que el acosador no sea aceptado en otras escuelas.
“Por otra parte, sí se podría denunciar penalmente si se actualiza algún delito como de lesiones, un golpe, un puñetazo; sin embargo, si las 2 personas, el sujeto activo y el pasivo, son menores de edad, principalmente el agresor, tendrá un tratamiento distinto a un adulto. El Código Penal habla que los jóvenes son responsables después de los 16 años y está la ley de responsabilidad juvenil que establece el tratamiento”, agrega.
Martín Capistrán indica que cada caso es distinto, por lo que debe de tomarse diferentes acciones para tratar al menor. Hay sanciones de orden administrativo que conlleven la internación infantil.
¿Qué causa que un menor ataque a otro?
Diana Loyo Rodríguez, psicóloga especialista en niños y adolescentes, comenta que el acoso escolar involucra varios factores que conllevan conductas donde se daña de manera verbal o física a algún compañero.
“En estos casos habría que ver si fue acoso sistemático o una acción violenta, pudo haber sido que no había antecedentes y se dio, pero muy aparte de todo, el hecho claro o las conductas de este tipo tienen ciertas características y son llevadas a cabo por adolescentes también con ciertas características. Una de ellas es la falta de empatía, que es la capacidad de pensar en el otro y entender lo que está sintiendo”, explica la especialista.
Cuando un menor carece de empatía lo puede llevar a conductas poco amables, expone Diana Loyo. Un segundo factor importante que puede causar que un niño a agreda a su compañero está relacionado con la falta de desarrollo de habilidades sociales. Como la comunicación y encontrar alternativas que no tengan que ver con la agresión.
“Si bien, siempre en la adolescencia ha sido complicado el control de impulso, actualmente, es más. Porque el ritmo de vida, todo es completo, nos lleva a tener ciertos pensamientos: que todo tiene que estar ya y rápido. Estas creencias dificultan que alguien pueda desarrollar bien las capacidades de reflexión, de espera y las alternativas a la agresión”, sostiene.
Este comportamiento también puede deberse a que el menor venga de un lugar donde el maltrato es común y constante, como la familia, los amigos o que lo haya aprendido en redes sociales. Aunque está regla no es generalizada, afirma la especialista.
Ante estos casos, ambas personas involucradas en un tema de bullying deberán de llevar atención psicológica adecuada, para evitar que estos hechos se vuelvan a repetir y que escale a mayores. Ya que esto debería despertar un punto de alarma de en qué condiciones vive el menor agresor.
En el caso de Melissa, su madre asegura que recibirá ayuda psicológica, aunque desconoce qué hará el director de la escuela con respecto a la persona señalada por la agresión, ya que ninguno de los padres se acercó a ella para dialogar.
mb