XALAPA, VER.- Un pasillo de metro metro y medio de largo y un cuarto de la misma dimensión conforman un singular local de artesanías ubicado en la calle María Morelos. El espacio llama la atención por lo variado de los colores y los artículos, todos hechos a mano, que están expuestos para los turistas que llegan a Xico, uno de los seis pueblos mágicos de Veracruz.
A pesar de lo pequeño del local, los artículos están distribuidos de manera armónica: sombreros en la parte de arriba, carteras, juguetes de madera multicolores, máscaras y bolsas en los estantes y sobre pequeños percheros de la tienda.
El encargado del local es Emmanuel Anell Colón, de 37 años, que vestido con botas y sombrero vaquero, es el responsable de confeccionar una a uno los productos que ofrece en el local comercial ubicado en el número 53, a un costado de la iglesia María Magdalena, en el centro del municipio de Xico en la zona montañosa central.
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La pasión de Emmanuel por elaborar manualidades surgió después de un momento triste. Hace 5 años, cuando su papá murió, le fue heredada una máquina de coser, que antes fue propiedad de su bisabuela, de su abuelo, en consecuencia, de su padre, y ahora es el equipo que usa para realizar las manualidades que ofrece a los turistas que llegan al pueblo mágico.
La madera, fibra de henequén, la piel y las pinturas son los principales insumos del artesano, nieto de una costurera, de un zapatero y de un pintor que firmaba con el seudónimo Dan, residente del municipio de Xico.
Originario del Pueblo Mágico, en 2018 el comerciante recibió como herencia una vieja máquina de coser, que llevó a reparar, pues en un par de ocasiones intentó zurcir tela, pero la maquina la maltrataba sin importar la calidad, el grosor o el tipo.
Cuando llegó con el mecánico, que hoy identifica como su amigo Javier, le explicó que la maquinaria era para coser piel. Fue él quien le dio el material con el que hizo un par de llaveros y se dio cuenta que el proceso de elaboración era de su agrado y le obligaba a aprender algo nuevo.
Emanuel estudiaba Educación Física, viajaba todos los días a Xalapa, sin embargo, hace 5 años suspendió sus estudios pues su papá enfermó y se dedicó a cuidarlo. Aunque no terminó su formación profesional por las mañanas da clases de natación en una escuela del municipio de Coatepec, Xico y Teocelo.
Sus ingresos por sus clases no eran suficientes para su manutención; aunque es soltero debe hacer frente a los gastos normales de una casa y eso lo llevó a buscar en las artesanías de piel, madera y henequén un ingreso extra.
La formación para elaborar los productos ha sido prácticamente empírica, aunque se ha rodeado de amigos que le han explicado el uso de algunos de los materiales que utiliza y la forma en cómo debe confeccionar los objetos.
“Sigo dando clases de natación, son mi pasión, el deporte, las artesanías y la pintura, primero era un hobby y ahora es mi oficio. (La máquina) primero fue de mi bisabuela, mi abuelo vendía zapato y reparaba zapato en Teocelo, mi papá era pintor usaba la firma de Dan”, platica en entrevista con La Silla Rota Veracruz.
Antes de establecerse en el local vendía en la calle, como muchos artesanos de Xico, se acomodaba en los bajos de Palacio Municipal o en las inmediaciones de la iglesia María Magdalena, el principal atractivo de la demarcación.
Incluso, durante la pandemia, con todo y cubreboca colocaba todas sus artesanías en costales de café, “donde nos daban permiso de ponerse a los artesanos. Llegó el momento que ya tenía mucha mercancía y renté el local.
“Llevo 5 meses en el local, un poco más formal, el negocio es rentable pero no da para lujos. Es mucho amor y pasión de hacer algo; yo siempre he dicho que lo mejor es hacer lo que uno le gusta”.
Los procesos que implementa no son mecánicos, todo lo va armando durante la confección en base a su imaginación; incluso, ha ocurrido que algunos clientes le han pedido replicar alguna artesanía, pero nunca son idénticos.
Sus productos para la elaboración de sus artesanías los consume en la región de Xico, Coatepec, y obtiene otros de Guadalajara, Jalisco y Tabasco. Ha variado sus productos para hacerlos atractivos a los visitantes; los costos van desde 20 pesos hasta 2 mil 500 las máscaras de madera.
“Los compradores son los turistas y la gente de aquí de Xico son los que les gusta lo baquero, ese es mi perfil, igual a los que les gusta la ganadería”, cuenta.
Los periodos de mayor venta, comenta, son Semana Santa y día de Muertos. Para elaborar los productos se puede llevar un día o una semana, dependiendo de su complejidad, y espera que el próximo 22 de julio, cuando se celebra a María Magdalena la comercialización de las artesanías aumente.
Las artesanías es un círculo en donde regularmente reciben apoyo, y comenta que no le preocupan los estereotipos, ni las críticas por la labor que hace y que regularmente asocian con mujeres, “lo importante es hacer lo que te gusta”.
mb