XALAPA, VER.- Sol Gutiérrez y Adrián Acosta son artistas apasionados con el "Lambe Lambe", una forma de teatro que se realiza a través de una caja escénica con la que cautivan a sus espectadores. De esta forma han destacado a nivel nacional, viajando y ganando una beca con la representación con títeres de la afamada novela Pedro Páramo, del escritor mexicano Juan Rulfo.
El Lambe Lambe tiene sus orígenes en el teatro brasileño y las cajas se asemejan a las de antiguos fotógrafos que debían introducir la cabeza a través de cortinas para lograr capturar una imagen, explican. Además, los titiriteros utilizan muñecos, objetos, escenarios y títeres de tamaño pequeño para narrar historias en unos minutos, mientras una sola persona puede ver el espectáculo.
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En México, la técnica adopta el nombre de “cajas misteriosas”, Sol y Adrián dan funciones casi en cualquier lado, apoyados por colectivos dedicados a fomentar y promocionar el arte.
DE ACTRIZ A TITIRITERA
Sol, oriunda de la Ciudad de México estudió Teatro en la Facultad de Artes de la Universidad Veracruzana (UV), donde se encontró con los títeres sin querer, pues se venía desempeñando como actriz. Sin embargo, en su perspectiva como artista sabía que algo faltaba en su vida pues, aunque no considera que el teatro sea poco, sí tenía claro que en ella había algo que no terminaba de encajar totalmente con lo tradicional.
Cuando descubrió a los títeres supo que era su destino: “Dije ‘¿qué es esto?’; los títeres son todo, se pueden quitar la cara, sacarse los ojos, volar, sacarse el corazón o sutilmente hablar de la muerte sin decir una palabra, siendo él toda la expresión de la metáfora y esto es lo que yo quiero lograr”, cuenta.
Para Sol el Lambe Lambe significa libertad y la posibilidad de acercar la cultura a toda la población, pues los títeres no son únicamente para niños. En 2016 cursó su primer diplomado relacionado a esta actividad y desde ahí es parte esencial de su desarrollo laboral y profesional.
Con Adrián se conocen desde hace varios años y hace dos decidió reencontrarse con él por el gusto del Lambe Lambe, además de que ya habían acumulado experiencias como titiriteros en la calle. “Ese fue el pretexto para juntarnos y a través de ese pretexto nació la idea de montar una obra basada en Pedro Páramo que se llama ‘Camino a Comala’”, cuenta.
La joven explica que junto con su colectivo “Las Cajas Viajeras”, donde hay nueve participantes, determinaron llevar a cabo la puesta en escena, que es una especie de híbrido, pues no es como tal Lambe Lambe, dado que ese formato es llanamente la caja y el títere.
En “Camino a Comala” es una especie de teatro inmersivo; es decir, es una puesta en escena normal pero las cajas del Lambe Lambe representan las casas de los personajes de Pedro Páramo: “Y tú como espectador con los otros 20 que entran al recorrido son Juan Preciado, están llegando a buscar a su padre”, narra.
“Camino a Comala” cuenta de forma surrealista y nada lineal los fragmentos más representativos de la historia original. Gracias a la idea de la puesta en escena, que surgió en 2021, el grupo de jóvenes se hizo acreedor a una beca cultural federal que les permitió sacar adelante el proyecto que ha sido presentado no solo en Veracruz sino también en ciudades de Chiapas y Oaxaca.
En la búsqueda de llevar la cultura a la mayor parte de la sociedad, sin que necesariamente implique que sea el público el que absorba todos los costos, los jóvenes han seguido apostando por conseguir otros apoyos gubernamentales y privados para que den financiamiento a esta actividad.
“Es para que el público pueda ir, no gratis porque ya lo pagaron con sus impuestos, pero no de su dinero directo”, señala. Adicional a los proyectos teatrales que el grupo de jóvenes tiene en mente, el colectivo también imparte talleres a personas interesadas en el "Lambe Lambe" y los títeres, con lo que recaudan fondos para los gastos del colectivo.
SEMILLAS AL VIENTO
Por su parte, Adrián, oriundo de Xalapa, con estudios en Teatro en la Universidad Veracruzana e iniciador del colectivo “Semillas al viento”, comparte que su pasión desde siempre fueron los títeres, por lo que el "Lambe Lambe" le permitió desarrollar su potencial.
El joven incursionó en esta disciplina desde el 2015 y desde entonces puso en escena diversas obras en cajas grandes y chicas. En su caso particular, tiene una caja propia que construyó cuando se encontraba en Quintana Roo y que recrea, principalmente, su experiencia personal “de aceptación con el arte”.
“Fue como reencontrarme a mí mismo porque yo me había ido de Xalapa buscando otras cosas porque aquí hay mucho movimiento artístico, escuelas y todo eso pero la cruda realidad es que a la hora de la hora no llega a ser redituable”, comparte.
Adrián recuerda que en sus inicios construyó una caja en un taller en alianza con otra chica y se puso a trabajar en un semáforo, descubriendo que la autonomía que dan las calles era interesante y adecuada para su arte.
De esa experiencia, el joven de 26 años se dio cuenta que quería continuar adelante, y a partir de ese momento empezó a viajar por diversas partes de la República, dándose cuenta de que existen otras perspectivas diversas a la suya, lo que dio la pauta para construir su caja misteriosa “que salió de la basura”, pues se trata de un cartón de cervezas.
En aquellos tiempos también estaba trabajando como masajista, sin embargo, la rigidez de los horarios, las presiones y demás inconvenientes propios de los empleos eran incompatibles con su inclinación por el arte y particularmente con las cajas misteriosas, su gran pasión.
“Lo terminé reafirmando en esta historia que hice, que es la sexta caja misteriosa que he construido. Nací como de las cenizas “, señala.
Las cajas misteriosas le han permitido a Adrián continuar viajando y apenas en diciembre pasado tuvo presentaciones en la costa oaxaqueña con su obra “Sombras en libertad”, escrita y musicalizada por él, pues a diferencia del teatro convencional, el Lambe Lambe es prácticamente para una sola persona.
“Me ha tocado conocer historias y ver el mismo reflejo de ellas en mí, en lo que yo les estoy contando, sobre todo porque creo que una obra de arte cuando tiene una pertinencia contigo mismo, toca los corazones de las personas”, agrega.
mb