XALAPA, VER. - Cada año se registra una disputa entre los jóvenes estudiantes de Veracruz que buscan ingresar a una licenciatura de la Universidad Veracruzana (UV), así como aquellos que quieren cursar su educación media superior en un buen bachillerato. Por esta razón, la mayoría de los aspirantes gastan miles de pesos en cursos particulares para el examen de admisión. En medio de esta competencia hay un profesor que ayuda sin costo a jóvenes de escasos recursos.
Gilberto Cházaro Burela, un profesor de 86 años a punto de retirarse, decidió tender una mano a aquellos que están luchando por cumplir sus sueños educativos. Consciente de que muchos de ellos no tienen los medios para costear los cursos privados, que en la región de Xalapa oscilan entre los 2 mil y 5 mil pesos, desde hace años este maestro ofrece su experiencia y conocimientos a quienes tocan a su puerta.
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En la entidad aparte de la Universidad Veracruzana, los planteles de los subsistemas de bachillerato, institutos tecnológicos, escuelas normales, así como las universidades tecnológicas y pedagógicas, aplican filtros y diagnósticos para la admisión de estudiantes.
El año pasado, de los 39 mil 336 aspirantes que presentaron el examen de admisión de nivel Licenciatura o Técnico Superior Universitario en la UV, únicamente 17 mil obtuvieron el derecho a inscribirse. Esto significa que 20 mil jóvenes se quedaron fuera. Por esta razón, Cházaro Burela está haciendo todo lo posible por ayudar en la formación de algunos de los futuros profesionales veracruzanos.
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“Siempre trato de apoyar a los muchachos porque algunos de ellos no pueden pagar un colegio particular, clases particulares o cursos especiales. Para subsanar esa carencia tengo esta intención de apoyar”, dice el profesor con humildad.
FORMAR AUTODIDACTAS
Gilberto vive en El Grande, una comunidad de Coatepec. Ahí su vocación lo llevó a convertirse en director y profesor de una sede de la Universidad Popular Autónoma de Veracruz (UPAV). Relata que la escuela primaria de esta localidad le prestó el domo para sus clases dominicales a donde acuden 30 estudiantes.
Sin embargo, él explica que, para asesorar a los aspirantes a bachillerato y licenciatura, su propio hogar se ha convertido en un aula más. Ahí apoya a quienes están por aplicar el examen de bachillerato y en ocasiones también a quienes presentarán la prueba del Centro Nacional para la Evaluación de la Educación Superior (Ceneval).
El solo hecho de saber que los estudiantes han solicitado una ficha de admisión para el siguiente nivel le alienta en sus cursos, los cuales prepara todos los días para que los jóvenes “no se queden atrás”. Así para este año organizó un primer grupo de 12 aspirantes, de los cuales la mayoría están enfocados en ingresar al Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (CBTIS).
En entrevista el académico coincide con la perspectiva del fallecido fundador de la UPAV, Guillermo Zúñiga Martínez, quien afirmaba que en la actualidad los estudiantes deben de ser autodidactas. Sin embargo, reflexiona sobre cómo mantener la curiosidad entre los niños y jóvenes para que puedan aprender de los libros durante toda su vida estudiantil.
“El problema es que el muchacho llega a la preparatoria desde una secundaria y una primaria en la que jamás fue autodidacta. En los jardines de niños y en las primarias a veces no hay maestros que tengan esa idea de hacer autodidacta al estudiante”, opina.
Para Gilberto el actual modelo educativo en Veracruz en realidad fomenta una dependencia del estudiante con el docente y esto no contribuye a que los alumnos adquieran los hábitos de todo autodidacta, principalmente el interés por aprender y por la lectura.
Añade que le resulta asombroso que, por naturaleza, los infantes aprenden a hablar prácticamente como una necesidad.
Considera que el habla es parte de la naturaleza humana y a su parecer esto también debería de continuar con el aprendizaje y los distintos grados de estudio, pero al crecer los pequeños comienzan a ser reprendidos y hasta castigados por ser curiosos.
“Los niños preguntan, mueven, agarran, porque es la única manera de conocer el mundo en que están viviendo, pero creo que nuestra forma de tratar a los niños en general es errónea”, agrega el profesor, quien lamenta que la mayoría de los estudiantes que están en formación llegan al aula con las reglas de “no tocar” y “no preguntar” aprendidas desde su niñez, lo que contradice el principio autodidacta que se fomenta durante la educación media superior y superior.
Al profundizar en el tema, el maestro se refiere a los países del primer mundo como Islandia, en donde los niños comienzan sus estudios básicos hasta los 6 años. De esta forma estarían disfrutando su infancia y recibiendo el cariño de su familia por más tiempo, algo que resulta difícil pensar para su posible aplicación en el sistema de Veracruz y del país debido a las diferencias culturales y económicas.
Pese a esto, su interés como profesor es mantener viva la necesidad de aprender entre sus estudiantes, tal y como pasó cuando comenzaron a hablar y prácticamente eran bebés. “Yo creo que enseñar a leer y escribir a un niño es lo más difícil, (…) más que la geometría analítica, pero es esa necesidad y curiosidad la que se debe de mantener entre los estudiantes”, enfatiza.
VOCACIÓN
Cumplidos 12 años de director y asesor en el Bachillerato Unitario de la Universidad Popular Autónoma de Veracruz, actualmente cada domingo Gilberto da clases de matemáticas para primero, segundo, tercero y cuarto trimestre. Sin embargo, comenta que está por dejar su cargo para dedicarse a cuidar a su esposa.
“Tengo que repartir mi tiempo en las clases; no me alcanzaría una hora de tiempo para dar clase de cada materia a cada grupo y por eso lo divido en dos. Tengo que cubrir todas las materias de todos los grupos”, explica.
Añade que en el próximo trimestre se debe de renovar el calendario para dar Química al primero y a segundo grupo; física a los grupos de tercero y cuarto e intercalar asignaturas para repartirse el horario de la mejor manera. Además, el Bachillerato imparte clases de Historia, Filosofía, Introducción al Estudio del Derecho, Introducción a la Administración, para un total de 32 estudiantes reunidos cada fin de semana.
Por lo tanto, ante las dificultades personales, comenta que ya promovió su propia renuncia ante la UPAV y prevé que su último día de clases sea el próximo domingo y así podría dedicarse a otras actividades, entre estas, las asesorías a los estudiantes de preparatoria y de secundaria.
Titulado de Ingeniero Mecánico Electricista por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), becado por Petróleos Mexicanos en su juventud, Cházaro Burela recuerda que entró a trabajar a la entonces paraestatal con la categoría de Pasante en Agua Dulce, cerca de Las Choapas, de donde es originario.
Dentro de Pemex ingresó al Departamento de Reparación y Terminación de Pozos, en donde quedó encargado de Mantenimiento, entre estos, del Proyecto de “Camino Crítico” para reparar los equipos en servicio dentro de la empresa, dado que éstos operan las 24 horas para no detener la producción.
Además, el académico participó en el proyecto para la introducción del primer drenaje en El Grande. Gracias a su iniciativa, los pobladores pudieron reemplazar el uso de las fosas sépticas, aunque quedó pendiente de implementarse una planta de tratamiento de aguas residuales. En la entrevista, explica que por gestiones se consiguió la donación de la tubería, y de poco en poco los beneficiarios lograron los aportes de grava, arena y materiales para la construcción del drenaje, pero el Ayuntamiento dejó pendiente la estación de depuración.
CURSOS DE ADMISIÓN
Actualmente, luego de que se publicó la convocatoria para el examen de admisión para la UV, escuelas privadas ofrecen cursos para dicha prueba con diversos precios. Sin embargo, el promedio suele ser de entre 2 mil a 3 mil 500 pesos de manera presencial, con variaciones si es en línea, si es de lunes a viernes o si es en fin de semana.
Por ejemplo, la página http://www.uvcursoingreso.com/ ofrece un curso presencial en 3 mil pesos y uno en línea en 2 mil pesos, además de ofrecer supuestas facilidades de pago para quienes buscan un lugar en la UV, aunque ningún curso es respaldado por la casa de estudios veracruzana.
Otras páginas como “mi club de tareas” ofrece igualmente un curso de seis semanas de capacitación por 3 mil pesos. Otra organización que ofrece cursos es la casa del Estudiante Salvador Díaz Mirón de Xalapa, que imparte cursos para todos los estudiantes del estado.
El Centro Académico Russell, que afirma tener una gran demanda y la necesidad de abrir nuevos grupos de estudio, cobra 3 mil 500 pesos por un curso con pago diferido en diversos horarios, tanto en las mañanas como por las tardes.
Otras páginas no ofrecen cursos sino guías contestadas para la admisión a la universidad. La página Tierra de Aprendizaje MX, por ejemplo, tiene a la venta la guía EXANI-II resuelto y “lista para estudiar”, por un costo de 150 pesos, aunque en este caso es necesario depositar a través de tiendas de conveniencia.
De acuerdo con el Programa Estatal de Oferta Educativa (PEOE), cada año el nivel de Educación Media y Superior cuenta con una capacidad de 235 mil 059 espacios de nuevo ingreso en mil 762 instituciones.
De esta cifra, la Dirección General de Bachillerato aporta una de las más altas matrículas en la entidad, con 22 mil 136 vacantes de nuevo ingreso en 122 planteles en 57 municipios, le sigue el Colegio de Educación Profesional con 4 mil 605 estudiantes de nuevo ingreso, el Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Veracruz con 4 mil 065 nuevos espacios en 31 planteles y el Colegio de Bachilleres del Estado de Veracruz, que oferta 3 mil 494 espacios de nuevo ingreso en 71 planteles.
En Educación Superior, después de la Universidad Veracruzana, el Tecnológico Nacional de México (TecNM) concentra la mayor oferta de planteles de nuevo ingreso con 24 institutos, de los que 18 corresponden a planteles descentralizados y seis federalizados: Minatitlán, Orizaba, Úrsulo Galván, Veracruz, Boca del Río y Cerro Azul.
Le sigue la Dirección de Educación Normal, con 8 planteles y una capacidad de nuevo ingreso de mil 592 estudiantes; la Universidades Tecnológicas de Gutiérrez Zamora con 550 espacios de nuevo ingreso, la Tecnológica del Centro de Veracruz con 2 mil 305 y del Sureste con 500, además de la Politécnica de Huatusco, con 513 y la Pedagógica Nacional (UPN), con mil 80 espacios.
mb