XALAPA, VER. - Desde hace 12 años José Humberto Mora tiene como oficio chofer de taxi en la ciudad. Trabaja entre 10 y 12 horas diarias para sacar la cuenta y llevar dinero a casa, para su familia.
El adulto, con 60 años, dice que desde el año pasado la situación laboral se ha complicado. El tráfico vehicular dificulta que pueda juntar la cuenta, y pasa hasta dos horas en el tráfico, especialmente en la zona de Lázaro Cárdenas, para trasladar un pasaje.
El conductor, que antes fue chofer de políticos, reconoce que el taxi le permite estar al pendiente de su familia, pero ahora debe trabajar más para cubrir la cuenta, pues el tráfico incrementa el gasto en gasolina.
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En un inicio cargaba 400 pesos para rellenar el tanque de gasolina, ahora se debe juntar entre 500 y 600 pesos, el monto varía de acuerdo al tiempo que pasan en la larga fila de autos, “ese dinero era para mí, pero ahora se lo tengo que meter en el combustible al carro, ahora se gasta un 20 o 30 por ciento más de gasolina”.
José Humberto refiere que su empleo es agradable, pero ha tenido que sortear insultos, malestar de otros automovilistas, pasajeros que no quieren pagar la tarifa por la carrera, hasta mentadas de madre para llevar comida a su casa, “se necesitan uno o dos costales para llevarse las mentadas que le dan a uno en el tráfico”.
Desde el 2022 en Xalapa el gobierno del Estado empezó a trabajar en la reparación de Arco Sur, la obra se prolongó por casi un año. En marzo, se inició la construcción del Distribuidor Vial de las Trancas, uno de los dos puentes que forman parte del Plan B para mejorar la vialidad de Xalapa.
Según el contrato LPE-112T00000-6000-002-2023 de la dirección general de Construcción de Caminos y Carreteras Estatales con el constructor Juan Noé Suastegui Mora, la obra tenía que concluirse el pasado 3 de octubre, sin embargo, no ocurrió así.
Sumado al retraso en esa obra, se empezó a ampliar los carriles sobre la carretera Xalapa-Veracruz a la altura de La Estancia Garnica y Plaza Américas, en hora pico, por ambas obras, se circula a vuelta de rueda, incluso, se ha parado el tráfico hasta por 10 minutos por la labor de los trabajadores.
El poder transitar en la zona es un problema, incluso, dice, después del mediodía del sábado no se ve a ningún trabajador en la zona, cuando esa obra debería tener horario nocturno para acelerar el proceso de construcción.
Además, dice, el agente de tránsito, que está sobre la carretera federal hacía Veracruz, ocasionalmente coloca los “conos” para desviar todo el tráfico de Lázaro Cárdenas hacia Las Trancas sin razón, “y es cuando se hace el caos y la cola larguísima”.
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Su día a día
Explica que vive en la zona de Lomas Verdes, por lo que el solo hecho de salir a trabajar le implica mucha paciencia, pues la zona está muy transitada y se complica con el congestionamiento vial que se genera por decenas de calles abiertas.
“Desde la zona de Arco Sur es muy difícil salir al centro o a Tesorería. Aquí en Rébsamen, ya no hay obras, pero es un caos porque no hay orden para los carros que entran y salen; no hay agentes viales que apoyen en la circulación. Vas a vuelta de rueda y la cola se hace hasta la iglesia de Guízar y Valencia, es un caos”, platica.
Menciona que había calles que eran una opción b para transitar en la zona, como lo es Desiderio Pavón y Serafin Olarte, que actualmente están cerradas, por lo que todo se congestiona.
Sumado a que la gente no respeta el uno por uno, todos quieren salir al mismo tiempo y no se cede el paso, “ahí hacen falta agentes de tránsito, para darle su tiempo para desahogar la calle, porque no hay semáforo, todo se vuelve un caos”.
José Humberto dice que el congestionamiento en la zona de Rebsamen le hace perder hasta una hora en el tráfico, y muchas veces los pasajeros no son conscientes del tiempo que están varados y se niegan a pagar el servicio, “un señor estuvo a punto de romperme un parabrisas, de los golpes que le dio, todo por 60 pesos”.
Cuenta que subió un pasaje en Walmart, hacia Montes de Xalapa. Reconoce que el trayecto es corto, sin embargo, por el cierre de Rebsamen se vio obligado a subir hasta Arco Sur y luego volver de regreso a la colonia.
Cuando llegó a su destino la pasajera, que ya está boletinada por los taxistas, le ofreció 40 pesos, a pesar de que él le había pedido 60 por la vuelta que le implicó llevarla hasta su domicilio. La mujer se molestó y empezó a alzar la voz, por lo que salió su marido, quien se sumó a la discusión.
“Salió su esposo, me la hicieron cardiaca y de plano le dije no me dé nada. Es una señora que va muy seguido a Walmart, ya muchos compañeros no la quieren llevar; no sé si lo hace porque no quiere pagar o por que en verdad le cobran muy caro”.
Detalla que normalmente una carrera de Lomas Verdes al Centro se cobra de 50 o 60 pesos, el recorrido se hacía en 15 minutos, no obstante, con el tráfico vial y el cierre de calles pueden cobrar hasta en 90 pesos, pues les lleva de 40 a 60 minutos llegar al primer cuadro de la ciudad.
En esos casos prácticamente van a vuelta de rueda, y el cobrar 50 pesos por estar 50 o 60 minutos no es redituable, pues el litro de gasolina está entre 23 y 24 pesos, “y eso el pasaje no lo ve”.
“Y por Lázaro Cárdenas ya ve que está el puente en El Olmo y la obra de Plaza Ánimas, ahí de plano hay veces que el tráfico está parado. Los que viene subiendo de Veracruz buscan salir por Monte Magno, pero ahí todos quieren salir a Plaza Ánimas”.
El conductor platica que es frecuente que sobre la carretera Xalapa-Veracruz a la altura de Plaza Ánimas los trabajadores se pongan a sacar el escombro o bajar el material como grava y arena, lo que impacta en la vialidad.
“Se ponen los volteos a vaciar o llenar material, entonces se atraviesan, de tener tres carriles, se queda funcional uno. Imagínese parar 10 minutos la circulación en Lázaro Cárdenas, se hace un caos, es la avenida más importante de Xalapa”.
El taxista confirma que trabajo sí hay, pues siempre se incrementa en diciembre, sin embargo, el congestionamiento les complica el poder realizar más carreras. A diario debe juntar 280 pesos la cuenta, de 400 a 600 pesos para la gasolina, y en los mejores días su ganancia va de 300 a 400 pesos, cuando no hay tráfico logra 500 pesos.
Por la noche completa la cuenta, brinda servicio a una central
Los años le han enseñado que la mejor hora para salir a trabajar es después de las 10 de la mañana, a esa hora ya pasó el “trafico” por el ingreso a la escuela y por la entrada de la burocracia al trabajo.
Cuenta que antes solía salir a trabajar por la mañana, pero en más de una ocasión le ocurrió que de 7 a 11 de la mañana solo hacia dos carreras, de no más de 100 pesos, por el tráfico de Xalapa.
Ahora, sale a las 10, después de desayunar y para de tres a cuatro, cuando regresa a su casa a comer. Cuando bien le va hace menos de una hora para llegar del centro, en otras ocasiones puede pasar más tiempo atorado en Rébsamen.
El adulto dice que ya tiene una rutina diaria y es por la noche, de 10 a una o dos de la madrugada, cuando logra completar su cuenta y el dinero que lleva a diario a su casa. Eso lo logra porque está de “apoyo” en una base de radio taxis.
Ellos le dan carreras cuando están muy saturados. Por seguridad, optó por apoyar en la base, pues se ha encontrado casos de compañeros a los que pican por robarles la cuenta, especialmente en la noche o madrugada, por lo que prefiere ir a brindar un servicio “seguro” sin tener que subir al pasaje en la calle.
“(Las carreras de la base) son mejor pagadas y seguras (…) despues de las 10 de la noche ya no hay tráfico, entonces las carreras se hacen de volada. En la noche me hago como 15 carreras, ahí se completa la cuenta”.
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Para tomarse un día o medio día de descanso, debe ahorrar a lo largo de la semana, y habitualmente se toma el lunes, que es uno de los días más pesados, porque la mayoría de la gente sale tarde a la escuela o el trabajo, lo que impacta en el tráfico.
“Para que el taxi sea redituable se tienen que hacer 100 pesos por hora, es el promedio para que no salga uno raspado, ahorita (con el tráfico) se pasa uno la hora parado, por eso hay algunos que cobran hasta 100 pesos por hacer una carrera”.
Agentes de tránsito no apoyan en la vialidad, solo exigen mordidas
El conductor comparte que es frecuente que los agentes de tránsito los paren, incluso, sin cometer infracción buscan hasta el más mínimo detalle del vehículo para sacar la mordida.
“Están bien voraces, por cualquier cosa lo detienen a uno, si te paran te buscan y como todas las multas están en más de mil pesos, no te piden menos de 500, si les das 200 te dicen no cómo crees”.
El taxista considera que los agentes de tránsito deberían estar en las zonas donde no hay semáforos; sin embargo, los ocupan para ponerlos en las calles por las que va a pasar el gobernador o en el centro.
“Las motos andan tras los traileros, los patrulleros andan sobre los automovilistas y los taxistas; y las grúas andan atrás de los que están mal estacionados. A la gente de tránsito le pagan por dirigir el tráfico no por ir por la mordida”.
A sus 60 años José Humberto no pierde la confianza en que podrá comprar un carro y rentar unas placas, o incluso, obtener una concesión.
mb