La salud del menor Jackzair Hernández Martínez empeoró repentinamente nueve meses después de “tocar la campana” en diciembre de 2021. La leucemia mieloide aguda que médicos del Hospital Infantil de Veracruz le diagnosticaron en abril de ese mismo año reapareció de manera agresiva hace un mes.
Jack Jack, como le gusta que lo llame el personal de salud, se encuentra internado en la Torre Pediátrica de Veracruz desde el 19 de septiembre de 2022 debido a que el nivel de sus plaquetas disminuyó tras la reaparición del cáncer.
El niño, de cuatro años, necesita donadores de sangre tipo A+ para recuperarse. El bajo nivel de sus plaquetas lo mantiene con fiebre desde hace muchos días y con fluctuaciones regulares de la presión arterial que le provocarían convulsiones o un ataque al corazón.
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De acuerdo con su madre, Esperanza Martínez Camacho, de 24 años, la recaída en el cáncer también le causó colitis neutropenica, por lo que el menor tiene riesgo de que su intestino se perfore. En cualquier momento, si su situación empeora, podría ser trasladado al área de terapia intensiva.
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Una recaída inesperada
Esperanza Martínez Camacho dejó el poblado Plaza de Armas en Alvarado, con Jack en brazos, el pasado 19 de septiembre. La única manera de salir de la localidad es a través de un viaje de 30 minutos en lancha hasta el centro del municipio.
“Salimos con la esperanza de que iban a ser buenas noticias, que sólo era falsa alarma, pero lamentablemente nos tuvimos que quedar desde entonces”, narra la madre.
Días antes, Jack Jack comenzó con dolores de cabeza que se intensificaron hasta que su madre decidió llevarlo al área de Urgencias del Hospital Infantil de Veracruz.
El pequeño se quedó internado debido a que el regreso del cáncer ya era una probabilidad.
Hasta entonces, Esperanza sólo llevaba cada mes a su hijo a la realización de estudios con los que los médicos del Hospital Infantil de Veracruz descartaban la presencia de células cancerígenas en su organismo. Agosto de 2022, fue la octava y última ocasión antes de la recaída.
Tras la realización de un aspirado medular y una punción con la que le recolectaron líquido cefalorraquídeo, los doctores confirmaron que la leucemia mieloide aguda de Jack Jack regresó. Ahora, sus padres esperan donadores de sangre para que el menor recupere su nivel de plaquetas.
El papá de Jack, Jesús Hernández Crisanto, alcanzó a su esposa Esperanza en el Hospital Infantil de Veracruz hace una semana. El hombre, de 26 años, dejó su actividad como pescador en Plaza de Armas para ayudarla en el cuidado del niño.
Según Esperanza, ambos deben descansar lo suficiente y estar preparados debido a que si Jack se recupera podría convertirse en candidato a un trasplante de médula ósea. La operación se llevaría a cabo en el Hospital Infantil de la Ciudad de México y ellos son los potenciales donadores.
Abril de 2021: Detectan cáncer a Jack
Jackzair Hernández Martínes fue diagnosticado con leucemia mieloide aguda en abril de 2021, cuando tenía tres años. La enfermedad provoca que la médula ósea normal sea reemplazada por células malignas que causan fiebre, cansancio, palidez y aparición de hematomas y hemorragias.
Sus primeros síntomas aparecieron en marzo de 2021. Al menor le dolían las rodillas de manera intensa, por lo que sus padres lo llevaron con un ortopedista, sin embargo, el médico aseguró que Jack se encontraba bien. Los días siguientes, el niño tuvo vómito, fiebre, moretones y petequia, es decir, puntos rojos por sangrado debajo de la piel.
“Lo llevé con su pediatra y nos mandó a hacer análisis, cuando lo vio él ya tenía los ganglios muy inflamados y moretones me dijo ‘mamá, no estoy seguro, pero a como se ve el niño, muy probablemente sea leucemia”, cuenta Esperanza.
Unos estudios que el pediatra ordenó para Jack confirmaron que el niño tenía un bajo nivel de plaquetas, por lo que sus padres lo llevaron de inmediato al Hospital Infantil de Veracruz. En menos de ocho días les dijeron que Jack tenía cáncer infantil.
Entre abril y noviembre de 2021, Jack fue sometido a un tratamiento de quimioterapias que siempre lo dejaban con las plaquetas bajas. En ese lapso, el menor nunca se enfrentó a la falta de medicamentos oncológicos. En diciembre de ese año logró “tocar la campana”.
Desde la primera vez que Jack se enfrentó al cáncer, su tratamiento fue absorbido por la Torre Pediátrica de Veracruz. Jesús, su padre, es el único que trabaja. Tras la recaída de su hijo, su actividad es poca, debido a que apoya a su esposa y a que los nortes registrados en la región no permiten que salga a pescar con regularidad.
Esperanza, su madre, no pierde la esperanza de que su hijo se recupere. Lo que le urge son donadores de sangre para Jack Jack.
“Tengo esperanza, tengo fe. Sé que, si Dios lo sacó adelante una vez, sé que lo hará de nuevo”.
Quienes deseen donarle sangre a Jackzair pueden comunicar al número de teléfono 297 104 18 54.
mb