OPINIÓN LSR

¿Democracia en la mira?

Créditos: LSR Veracruz
Escrito en VERACRUZ el

La fecha señalada para las elecciones municipales en Veracruz se acerca, y con ella surge una inquietud latente, la posible injerencia del crimen organizado en el proceso electoral de los 212 municipios del estado. En un contexto donde la violencia y la intimidación han sido herramientas recurrentes para influir en la vida política, es urgente cuestionarse cómo estos actores podrían moldear no solo el resultado de los comicios, sino también la disposición de la ciudadanía a ejercer su derecho al voto.

La amenaza de represalias y la incertidumbre sobre la seguridad personal son elementos que pueden erosionar la confianza de los ciudadanos en el sistema democrático. En lugares donde la presencia del crimen organizado es notoria, la decisión de salir a votar se ve empañada por el temor a ser blanco de extorsiones o incluso de violencia directa. La abstención se convierte en una estrategia de autoprotección, pero a la vez debilita la legitimidad de los resultados electorales, permitiendo que los intereses ocultos tengan mayor margen de maniobra.

No es solo el electorado el que puede verse afectado. La presión ejercida sobre aspirantes y candidatos para condicionar sus propuestas o incluso su presencia en la contienda electoral genera un ambiente de censura y autocensura. En varios municipios de Veracruz se han señalado casos en los que amenazas y violencia han coartado la labor política, eliminando la diversidad de opciones y dejando a la ciudadanía con elecciones que, en ocasiones, parecen predefinidas por quienes operan en las sombras.

Ante este panorama, la respuesta debe ser integral y decidida. Las autoridades, tanto locales como federales, tienen el imperativo de diseñar estrategias de seguridad que garanticen el libre ejercicio del voto, protegiendo a los ciudadanos y a los actores políticos de cualquier forma de coacción. Sin embargo, no basta con despliegues temporales de fuerza; se requiere un combate estructural contra la impunidad y un fortalecimiento de las instituciones democráticas.

Por su parte, la sociedad civil no debe sucumbir al miedo. La participación informada y el rechazo a la intimidación son claves para contrarrestar la influencia de quienes buscan subvertir la voluntad popular. El llamado es a no permitir que el terror defina el destino electoral de Veracruz, recordando que cada voto cuenta y que la democracia se fortalece con la participación de todos.

Haciendo zoom… La interferencia del crimen organizado en las urnas representa una amenaza real para el proceso democrático. Si bien el miedo puede incitar a muchos a abstenerse, la verdadera respuesta reside en la unidad y la acción decidida de la ciudadanía y las instituciones. Solo enfrentando de manera contundente estas prácticas se podrá garantizar que las elecciones en los 212 municipios de Veracruz en 2025 sean una verdadera expresión del deseo popular y no un escenario de manipulación por parte de actores criminales.

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