COLUMNA

Hermila Galindo y las sufragistas

Tinta y tinte de una mujer

Créditos: Valeria Aime Tannos Díaz
Escrito en VERACRUZ el

Con tantos acontecimientos políticos que se han dado este año y que se irán dando en el primer sexenio de una presidenta mujer en México, me gustaría hablar un poco de la historia sufragista de la mujer en el país y en otros países que lo lograron hace muchísimos años. Quiero mencionarte algunos nombres de mujeres lo hicieron posible en todo el mundo.

Hoy en día es bien sabido que una de las grandes mujeres que resaltan en la historia mexicana del voto en la mujer está Hermila Galindo, probablemente no conozcamos toda su historia política, pero seguramente todos sabemos que ella es parte de algo sumamente importante, aunque no es la única mujer que luchó por nosotras.

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Dentro de esas mujeres también se encuentran Elvia Carrillo Puerto (una de las más conocidas), María del Refugio García y Amalia González Caballero, esta última también fue la primera mujer embajadora de México en Suecia y que durante todos sus años en la política luchó por el derecho de la mujer de votar y ser votada.

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Pero hablaré un poco más de Hermila Galindo y de la lucha que hizo durante muchísimos años. Una mujer conocida por su activismo en el feminismo y en la política como defensora de los derechos de las mujeres, fue considerada reyista, maderista y constitucionalista. Empezó su carrera política como secretaria particular de Venustiano Carranza y de ahí no paró.

En 1915 se publicó por primera vez su revista llamada “La Mujer Moderna”, la cual fue muy controversial para la época, ya que tocaba temas feministas y temas que involucraban a la mujer en la política, incluidos temas sociales que eran de interés para las mujeres. A pesar de la controversia que ocasionó, ella jamás negó que ella misma había creado y dirigido la revista.

Voto de las mujeres en México.(Gobierno de México)

Participó en el primer Congreso Feminista en Yucatán, en el cual dio un discurso, por cierto, muy interesante, acerca de la educación sexual para las mujeres y de la importancia que tenía agregarlo en la agenda, ya que ella siempre abogó por la igualdad de derechos tanto de hombres como de mujeres.

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En 1917 por primera vez le pide al Congreso Constituyente reconocer el voto femenino en la Nueva Carta Magna y aunque su petición fue declinada, jamás se dio por vencida y no dejó la lucha, tanta fue su perseverancia que en ese mismo año se presentó como la primera mujer candidata a Diputada Federal en la historia de México.

Aunque no ganó, al haber hecho eso dejó un precedente importante que hoy más que nunca tenemos muy presente. Ese acto fue la línea a cruzar en la que demostraba que las mujeres demandaban el voto y que la lucha apenas comenzaba. A pesar de no haber ganado, no se dio por vencida y en 1953 logró que las mujeres pudieran votar.

Lamentablemente ella muere en 1954 y no pudo llegar a las urnas para votar por primera vez en el país, ya que las primeras votaciones fueron en 1955, aunque ya estaba declarado el derecho desde 1953. Estoy segura de que, aunque murió sin poder votar, quedó satisfecha al ver todo lo que ella y sus compañeras sufragistas habían logrado.

Y ya que menciono el voto de la mujer en México, vale la pena mencionar que el primer país en autorizar el voto de la mujer fue Nueva Zelanda en 1893, aunque en la práctica las mujeres se presentaron a votar hasta 1919. Si bien en México pasaron únicamente 2 años para que esto se llevara a la práctica, no fue el único país en el que esto sucedió así.

Un claro ejemplo de lo anterior fue Inglaterra, que en 1917 aprobó la Ley del Sufragio Femenino, pero fue hasta 10 años después que las mujeres pudieron presentarse en una urna para votar por primera vez. Otro ejemplo es Estados Unidos, pues aunque en 1869 Wyoming fue el primer Estado que reconoció el voto de la mujer, fue hasta 1920 que todo el país lo hizo.

Podría seguir dando ejemplos como estos y se me acabarían las cuartillas, pero lo más importante a mencionarse son las mujeres de todo el mundo que hicieron posible que hoy podamos votar y que, además, podamos ser votadas y como ya lo he dicho en otros artículos, que incluso lleguemos a tener a mujeres líderes de naciones.

Entre esas mujeres se encuentran las sufragistas británicas Emmeline Pankhurst, Emily Davison, Millicent Fawcett, Mary Richardson, Maud Watts y Annie kenney. En Estados Unidos las más reconocidas son: Elizabeth Cady Stanton, Alice Stokes, Lucy Burns y Sojourner Truth, en Francia la famosa activista, escritora y feminista Olympe de Gouges, en Uruguay Paulina Luisi y en España, Clara Campoamor.

Uno de los libros en los que podrás encontrar esta información mucho más a detalle es en “Feminismo para principiantes” de la famosa autora española Nuria Varela, quien aparte de hablar de todos los antecedentes del feminismo desde el año 1364, le dedica un capítulo entero a hablar del sufragio y de las grandes mujeres que no dejaron de luchar.

He dedicado los últimos artículos a ir mencionando a mujeres que han dejado huella dentro del deporte o de la política, de los movimientos sociales y de aquellas que han luchado por nuestros derechos, y me parece de suma importancia no dejar de hablar de ellas y no dejar de hablar de su lucha. Y como dice Beatriz Gutiérrez MüllerMéxico les debe un monumento, como mínimo; el monumento a la heroína anónima”.