COLUMNA

Mujeres en el poder (Claudia Sheinbaum)

Tinta y tinte de una mujer

Créditos: Valeria Aime Tannos Díaz
Escrito en VERACRUZ el

Hoy la situación amerita hablar de mujeres; mujeres que han gobernado y que van a gobernar países, grandes potencias y estados de la República Mexicana. Es inevitable no tocar el tema de la que será nuestra próxima presidenta, que aparte de ser la primera mujer mandataria del Poder Ejecutivo, es científica.

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Pero antes de adentrarme a hablar de ella, hablaré un poco de otras mujeres muy importantes que han ocupado este mismo puesto en todo el mundo. Empezaré a hablar de Angela Dorothea Merkel, la primera mujer mandataria de Alemania.

Considerada la primera mujer Canciller Federal de la República de Alemania, quien también es científica y fue reconocida en 2020 por la revista Forbes como la mujer más poderosa del mundo, así como la Líder de Facto del bloque en la Unión Europea. Sin duda alguna hizo un buen trabajo como líder y hasta la fecha se le reconoce.

Pasando ahora a Latinoamérica, es necesario hablar de la primera mujer presidenta de Argentina y primera mujer en el mundo en ocupar la jefatura de Estado y Gobierno en un país republicano con un sistema presidencial. Se trata de María Estela Martínez de Perón, mejor conocida como Isabel Perón.

Ahora vayamos con la actual presidenta de la República de Honduras, la mandataria Xiomara Castro de Zelaya, quien aparte de su larga carrera y lucha dentro de la política, es administradora de empresas (después se volvió política) y es reconocida por haber incrementado el gasto social a programas para combatir la pobreza extrema.

Y aquí en México es de reconocer también a la primera mujer Presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; Norma Lucía Piña Hernández, quien gracias a los antecedentes de mujeres políticas en el país pudo llegar hasta donde está, sin duda alguna ha sabido defender el puesto que tiene y ha exteriorizado muy bien el liderazgo que posee.

Cuando hablo de todos los antecedentes en México para las mujeres mandatarias, me refiero al año 1982, cuando tuvimos a la primera mujer candidata a la presidencia de la República, Rosario Ibarra de Piedra. Pero no sólo ha sido ella, a lo largo de grandes periodos ha habido más mujeres que han luchado por esos cargos.

Me atrevo a decir que eso le ha abierto las puertas a nuestra virtual presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, quien, nos guste o no, querido lector, ha luchado para llegar hasta este momento y lo ha logrado. Probablemente no estés de acuerdo en su forma de gobernar, o con el partido que ha creado, pero sí es impresionante la manera en la que han pasado las cosas.

Jamás pensé que, para empezar, hubiera en la actualidad 13 mujeres ocupando, o por ocupar, el cargo de gubernatura en el país. Se trata de algo sin precedentes y yo (como me imagino que también tú) quiero que las cosas salgan lo mejor posible, ya que ahora podremos ver muy de cerca cómo es ser gobernado por mujeres.

Independientemente del partido político que sea, o las ideologías políticas que tenga una mujer, u otra, es sumamente importante, e interesante, notar los cambios que ha habido en nuestro país desde el año 2000. Yo creo que muchos de nosotros pensamos que esto tardaría muchos años más en pasar.

Otro de los puntos interesantes es que nuestra próxima presidenta aparte de ser una mujer política, es una mujer con una licenciatura en física, una maestría en ingeniería de la energía y es doctora en ingeniería ambiental. Es casi el mismo cambio que tuvimos cuando Miguel Alemán Valdés fue el primer presidente del país sin tener ningún cargo militar.

Todo el sexenio, que apenas comenzará, estará lleno de sorpresas, habrá muchas muy buenas y otras no tanto, ya lo veremos en el Estado de Veracruz con la próxima gobernadora, quien, a pesar de ser mujer, no ha sido muy bien vista por las mismas mujeres, ni por los colectivos estatales en temas de equidad de género.

Rocío Nahle García tendrá que demostrar que no le queda grande el poder y que a pesar de su historial público de aparente corrupción, podrá hacer un mejor trabajo que su antecesor, pero lo que no tiene ninguna duda es de todo el cambio histórico que están haciendo muchos estados, incluso países en Latinoamérica.

Es de reconocerse que para llegar hasta esos puestos han tenido que luchar mucho más que los hombres. Se les cerraron más puertas, pero al final cada una de ellas logró reabrirlas y enseñarles a las niñas de ahora que cualquiera de nosotras puede llegar a ser presidenta.

Este cambio es inigualable y alentador para cada mujer, alienta cada sueño de querer ser jefas de Estado, en Presidentas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, o en Consejera Presidenta del INE. Nuestros niños están creciendo en un mundo paritario y con más oportunidades que nunca para lograr ese cambio.

fm