El otro día platicando con un buen amigo, con quien también comparto la oficina del trabajo; nos llegaron a la cabeza unas preguntas, que nos hicieron cuestionarnos sobre varias directrices de la vida pública, política y social del país. La pregunta nos incomodó hasta cierto punto, ya que la respuesta apuntaba a una realidad que muchas veces no queremos ver hasta cierto punto justificar. La plática inició refiriendo si actualmente vivimos en un estado fallido, ligado a la pregunta - ¿Las instituciones públicas cubren todas las necesidades y/o peticiones de la sociedad? - siendo la respuesta un engorroso “no”.
De acuerdo con los estudiosos de la teoría política, entre ellos Rodrigo Castellanos, afirma que un estado fallido puede considerarse, cuando no puede garantizar su propio funcionamiento o los derechos humanos básicos a la comunidad, es decir garantizar una vida digna para cada persona imperando este principio como el básico para una vida plena. Pero qué pasa cuando hablamos de la responsabilidad de cada individuo y el impacto que tiene en la sociedad ¿Somos nosotros responsables de las deficiencias que atraviesa actualmente este país? Y si no somos los responsables, ¿Contribuimos a ello? ¿Hay manera de mejorar la situación? Son varias las preguntas que nos debemos hacer para reconocer nuestro actuar diario y la consecuencia en nuestro entorno.
¿Es el Estado el único ente responsable?
La respuesta es un rotundo no, el Estado por definición consiste en la entidad jurídica y política que está ubicada en un ámbito físico determinado y que ejerce poder respecto de un conjunto de personas. En la terminología de Georg Jellinek, al espacio físico en mención se denomina territorio, al conjunto de personas se le denomina pueblo o población y al poder que el Estado ejerce se le conoce como poder político.
Te podría interesar
John Locke señala que el Estado de Naturaleza es una situación de igualdad y libertad, en la cual la existencia per se de derechos de propiedad justifica la aparición de una sociedad civil destinada a la conservación de la propiedad y la protección de los derechos fundamentales de los particulares se convierte en el sustento de la Sociedad y en la razón de la existencia del propio Estado quien debe hacer efectiva la progresividad de los derechos humanos.
Dentro de esta estructura, el ciudadano tiene una gran participación y es aquí cuando asumimos el papel que queremos poseer y el legado que queremos dejar en nuestro entorno.
¿Qué papel deseo jugar para mi país?
Si la participación en la vida pública y política de México fuera un video juego, ¿qué personaje querrías ser?, ¿Un villano; un agente de cambio; una heroína; un súper héroe o un personaje de relleno? Y si cada vez que respetas un regla social te ganas 5 monedas de bronce ya sea desde cruzar el semáforo en rojo, no tirar basura en la calle, no estacionarte en espacios para personas con discapacidad y/o embarazadas, respetar la fila del súper, devolver un celular hasta entregar bien el cambio, ¿Cuántas monedas tendrías al día?
Para obtener monedas de plata y premios un poco más llamativos, ahora debes intervenir en la política de tu calle, de tu colonia, de tu municipio o de tu país, de tu escuela, de tu oficina, de tu trabajo, de tus Congresos Locales y Federales etc. ¿Cuántas llevas acumuladas al día de hoy?
Pero si ahora deseas subir de nivel, ganar monedas de oro y una gran armadura, al ver una injusticia debes intervenir, no puedes callar ante la opresión y ser indiferente, exigir y vigilar a las autoridades en su rendición de cuentas o si hay un ecosistema en peligro de extinción sumarte a la protesta y a su protección y miles de ejemplos más, ¿Ya sabes que armadura tendrías?
Por lo contrario, se te restan premios cada vez que; das una "mordida" a un oficial de tránsito o policía, le das un "moche" a una autoridad para agilizar un trámite, el no devolver una cartera, robar "solo un poco" etc...
Es obvio que lo anterior es solo un burdo ejemplo, pero la realidad que acecha a nuestro país es más que fuerte y hasta llega a ser brutal, siendo que México se ha posicionado como el tercer país con los mayores índices de criminalidad, según reveló el informe Global Organized Crime Index 2023, desarrollado por Global Initiative. Según los datos mostrados en el informe, México obtuvo una puntuación de 7.57 en cuanto a sus niveles de criminalidad, siendo el tercer país con los peores resultados en todo el mundo. En el primer lugar se encuentra Myanmar, con 8.15, seguido de Colombia, con 7.75, Cabe mencionar que la calificación se realiza dentro de una escala que va del 1 al 10.
Las cifras no mienten
Has pensado ¿Cómo sería este país, si bajara la tasa de delitos, de violaciones a derechos humanos, una adecuada protección al medio ambiente, el cuidado a las infancias, etc.? Suena utópico hasta cierto punto, sin embargo, si tomamos como premisa qué “Debemos tomar partido. La neutralidad ayuda al opresor, nunca a la víctima. El silencio alienta al atormentador, nunca al atormentado”. -Elie Wisel,
La paz en México mejoró un 0.9 % en 2022. Este fue el tercer año consecutivo de mejora después de cuatro años consecutivos de deterioro. Diecisiete estados mejoraron, mientras que 15 se deterioraron, esto de acuerdo al estudio realizado por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP), que se basa en el Índice de Paz Global, la medición más importante de la paz a nivel mundial, elaborado anualmente por el IEP desde 2007. En 2022, los estados con las tasas de homicidios más altas fueron Colima, Zacatecas, Baja California, Morelos y Sonora. En Colima, el epicentro de la violencia se desplazó de la ciudad portuaria de Manzanillo a la capital, la ciudad de Colima. El recrudecimiento de la violencia en la capital se produjo tras la disolución de una alianza entre dos grupos criminales.
En contraste, Yucatán volvió a ser el estado más pacífico de México, seguido de Tlaxcala, Chiapas, Tamaulipas y Nayarit. Como reflejo de la gran divergencia en los niveles de violencia en todo el país, la tasa promedio de homicidios en los estados más pacíficos fue de 9.2 muertes por cada 100,000 habitantes, en comparación con una tasa promedio de 74.6 en los estados menos pacíficos. En 2022, las mayores mejoras en la paz se dieron en Chihuahua, Sonora, Michoacán, San Luis Potosí y Durango. En contraste, Colima, Nuevo León, Campeche, Hidalgo y el Estado de México registraron los mayores deterioros. La violencia contra las fuerzas de seguridad, periodistas y activistas sociales en México ha ido en aumento en los últimos años. En 2022, un total de 403 policías fueron asesinados, siendo Zacatecas el estado más mortífero para la policía. El año pasado también fue testigo del asesinato de 13 periodistas, convirtiendo a México en el segundo país más mortífero para los periodistas, sólo detrás de Ucrania, en 2022 habido un número creciente de activistas ambientales asesinados en México durante la última década, con un récord de 54 asesinados en 2021.
En 2022, se estimó que el impacto económico de la violencia en México fue de 4.6 billones de pesos (USD 230 mil millones), lo que equivale al 18.3 % del PIB. Sobre una base per cápita, el impacto económico de la violencia fue de 35,705 pesos, más del doble del salario promedio mensual de un trabajador mexicano. El impacto económico de la violencia mejoró por tercer año consecutivo en 2022, disminuyendo un 5.5 %, o 271 mil millones de pesos, con respecto al año anterior. La disminución de homicidios impulsó la mejora a nivel nacional, pues su impacto se redujo en un 11 % o 245 mil millones de pesos. En 2022, el gobierno mexicano redujo el gasto en seguridad pública y en las fuerzas armadas en un 6.6 y un 8.6 %, respectivamente, lo que también contribuyó a la reducción del impacto general
Sin ocultarse el gran problema de la delincuencia organizada, que es el gran mal que nos fatiga, en la cual ha habido una mayor competencia en los últimos años entre los grupos de la delincuencia organizada. Este es especialmente el caso de los dos cárteles más poderosos del país, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa, que están en conflicto por las rutas críticas de distribución a los Estados Unidos, así como por el control de las organizaciones delictivas locales. Según los datos del Uppsala Conflict Data Program, sólo en 2021 se produjeron 4,890 muertes a causa de su conflicto.
Paz positiva
La calificación de México en el Índice de Paz Positiva (IPP) se ha deteriorado en un 3.1 % desde 2009. En contraste, la calificación promedio de los países de la región más amplia de América Central y el Caribe mejoró en un 1.2 % durante el mismo periodo. La Paz Positiva en México mejoró ampliamente en el primer lustro de la década de 2010, pero luego registró deterioros sustanciales entre 2016 y 2022, deshaciendo el progreso de los años anteriores. Esto coincidió con los aumentos sustanciales de la violencia en todo el país, que Querétaro, Baja California Sur, Aguascalientes, Sonora y Tlaxcala registraron los mejores niveles de Paz Positiva. En contraste, Guerrero, Oaxaca, Morelos, Veracruz y Michoacán registraron los peores niveles de Paz Positiva en el IPPM. Los pilares del IPPM con las asociaciones más fuertes con la paz negativa, según lo medido por el IPM, son bajos niveles de corrupción y buen funcionamiento del gobierno. Esto sugiere que la corrupción y la ineficacia administrativa son impulsores clave de la violencia en México.
El pilar aceptación de los derechos de los demás también mejoró, principalmente impulsado por casi haber logrado la paridad de género en la legislatura federal de México.
Si bien el panorama se ve feroz, es de suma importancia saber qué papel jugamos, que aportamos y que es lo que le restamos a la sociedad, si bien el Estado está en un punto de quiebre y se encuentra rebasado, es cierto que cada acción de nosotros genera un cambio ya sea positivo o negativo para México, lo que en años futuros pudiera ser la diferencia entre el quiebre total del Estado o una posible reparación.
Ahora bien, no podemos dejar de lado las complejidades que vive cada persona, las desventajas sociales, ambientales, económicas, educativas, es decir la estructura sociopolítica de cada individuo, que en muchos casos le es imposible acceder a sus derechos base. Sin embargo, aquel porcentaje de la población que tiene el acceso a otros medios para participar en la vida pública y política del país asume la responsabilidad para hacer uso de ellos e ir cerrando las brechas estructurales.
Ante todo, esto, es posible que tú respuesta a todo esto sea, "yo no haré que cambie nada" "da igual que yo haga algo, si nadie más lo hace" etc... Pero la realidad es que la acción de una persona multiplicada por millones si es el cambio, si se hace una diferencia, si es posible un México mejor si pasamos de la indiferencia a la acción y de la acción a la construcción de un futuro mejor.
mb