Los métodos anticonceptivos existen desde el siglo XVI; el preservativo es el más famoso y de los más viejos utilizados para evitar la concepción. Fue hasta los años treintas que salió la primera píldora anticonceptiva, cuando descubrieron que los estrógenos y la progesterona podían desarrollarse de manera sintética.
Dando este pequeño párrafo histórico es notorio que desde muchísimos años atrás se han ido investigando los métodos anticonceptivos para las mujeres. Desde hace siglos se inyecta dinero para investigar que la mujer sea la encargada de cuidarse de no traer bebés al mundo.
Remontándose en el siglo XIX, era normal y poco evolutivo hablar de otras alternativas que no fuera que la mujer debía preocuparse por esas cosas y no externar esos temas ni con su propio esposo. Ni siquiera era bien visto que la propia mujer hablara esos temas con otras mujeres o con sus doctores.
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Históricamente la ciencia ha estado a favor siempre de practicar con las mujeres esas hormonas, sin tomar en cuenta los efectos secundarios que eso pudiera traernos, todos aquellos efectos secundarios que lo único que provocan es dañar nuestra salud e incluso una sana concepción.
Hasta hace algunos años se empezó a investigar la vacuna anticonceptiva para hombres, aunque me pregunto ¿qué ha habido de nuevo con esa investigación? Honestamente, me quedé a la espera de que los avances fueran tan buenos que ya se pudiera conseguir un método para los hombres.
La vacuna lo que haría básicamente es bloquear los conductos deferentes e impedir el paso de los espermatozoides, obviamente es un método que lleva pocos años de investigación (a comparación de los hormonales para la mujer) y que claramente es hormonal.
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A lo que quiero llegar con todo esto es a la carga que siempre se nos ha dado a las mujeres respecto a nuestra concepción; todavía se cree que, por ser las portadoras y las encargadas de dar a luz, tenemos también la obligación de cuidarnos y de llevar cargas hormonales cada mes, sin tomar en cuenta las que ya llevamos por nosotras mismas.
Es verdad que existe el preservativo y que claramente tiene una buena efectividad, es fácil de conseguir y a precios accesibles, incluso los llegan a regalar en los centros de salud, pero muchas parejas (especialmente las mujeres) no se sienten seguras únicamente usando un condón.
Aunque es el único método (aparte del DIU de cobre) el cual no tiene ningún tipo de hormonas ni alteran el cuerpo del hombre ni la mujer, también hay personas que son intolerantes a ese tipo de material, sea cual sea la razón, todos tienen el derecho de elegir el método que mayor les convenga.
Existen una infinidad de métodos (todos para la mujer) que se pueden acoplar a los diferentes cuerpos de las mujeres, tal como el implante subdérmico, las pastillas, las inyecciones, los parches, el DIU, (el cual es muy doloroso), hasta los quirúrgicos como la ligadura de las trompas.
Todos funcionan y todos tienen una carga exagerada de hormonas ¿no es demasiado para una persona meterle tantas hormonas sintéticas? Porque si nos vamos al funcionamiento del cuerpo de la mujer, hay que recordar que cada mes nuestro cuerpo ovula y todo ese proceso abarca una cantidad considerable de días, incluidos los días en los que tenemos el Sindrome Premenstrual.
El punto de esta reflexión es dejar de ponerle esa carga a las mujeres, considerando que también existe una larga cantidad de hombres que NO quieren usar el condón por pretextos tan estúpidos como que “no se siente igual”. Eso es una mentira que han querido creerse ellos mismos.
La vasectomía, por ejemplo, es culturalmente menos aceptada que otros métodos, para empezar porque se dice que con el tiempo ya no podrán tener hijos y luego porque, siendo realistas, muchos hombres le temen a una pequeña incisión y sienten que esa “virilidad” se les va de las manos si alguien intenta meterse en esa zona.
Dejemos de prejuzgar algo que por sí solo ya es complicado. Recordemos que las mujeres tenemos demasiadas hormonas naturales que nuestro propio cuerpo produce. Algunas podemos tener, o no, métodos que nos sobrecargan hormonas sintéticas.
Antes de decirle a una mujer que está loca porque está en sus días o antes de que algún hombre mencione que con condón no es lo mismo, vale la pena investigar y reflexionar sobre toda la carga cultural y hormonal que se nos viene encima a las mujeres al hablar de un tema que pareciera que todavía es un tabú.
mb