Fue una noche del 11 de diciembre 2007, rumbo a celebrar la velada de las mañanitas a la Virgen de Guadalupe, cuando ya asumida como una mujer trans me sentí incluida y respetada en mi identidad de género como una mujer trans, tal vez por que era de noche y todos manifestaban una gran alegría bailando, escuchando música rumbo al paseo en autobuses urbanos en el puerto de Veracruz, pero un par de años antes en esa misma fecha estaba pensando en el suicidio, porque la congregación catolica a donde pertenecia me habian cerrado las puertas por decirle una coordinadora de las catequistas que yo era una personas LGBTIQ+ y no vestiría más como chico.
Fue también un 11 de diciembre cuando me hicieron una llamada telefónica desde Ciudad de México y me ofrecieron un cargo público a nivel estatal, pero también fue un 24 de diciembre la cena familiar sin mi hermana la más querida, que había emigrado a EU. Fue un 24 de diciembre también cuando, después de la desaparición de mi hermano menor la cena navideña se había interrumpido en la familia por primera vez.
Fue también un día 31 de diciembre cuando después de tener una riña con su expareja, mi hermana mayor estuvo recluida en la cárcel y la familia o el concepto de familia con una brutal fortaleza, me hacia pensar constantemente en el suicidio por un lado, por una familia disfuncional, pero apesar de todos los problemas cada último dia del año, nos sentabamos todos y todas en la mesa a comer.
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Fue también un 29 de diciembre cuando ya siendo una activista medianamente reconocida en el país, hice una trasmisión en Facebook Live sobre que tenía pensamientos suicidas y un par de activistas usaron esa información para burlarse de mí.
La sociedad mexicana somos una sociedad que no toma en serio la salud mental,con un país con acontecimientos violentos tan cotidianos y normalizados, parecería que nunca tenemos tiempo para atender nuestra salud psicoemocional, pero la realidad es que la terapia se vuelve un recurso al que pocos pueden acceder por el precio, pero además el prejuicio que persiste en torno a tomar terapia también nos hace poner resistencia.
Todas las personas necesitamos de terapia psicológica a menudo, esto debe ser un combo básico al igual que acudir a la peluquería o al supermercado. Pero si a esto le agregamos que te asumes como una persona LGBTIQ+ que tiene demasiadas dudas prejuicios, que te agobia remar contra corriente en una sociedad tan machista, homofóbica, transfobica y patriarcal, la terapia es algo muy importante y más en estas fechas llena de melancolía,donde vienen a nuestra mente tantos recuerdos de la familia, de las parejas o exparejas, de los hijos o amigos, la mercadotecnia del consumo nos bombardea por todos lados familias sonriendo, cenando y celebrando.
Por esto aquí les comparto una línea telefónica y whatsapp segura para que puedan recibir apoyo emocional a distancia, totalmente gratuito y confidencial, si tu identidad de género, expresión de género u orientación sexual están implicadas, ellos pueden ayudarte. The trevor project México es una organización que apoya principalmente a las juventudes LGBTIQ+.
Miles de jóvenes disidentes sexuales están enfrentando situaciones adversas respecto a su sexualidad y es muy importante puedan acceder al apoyo emocional cuando sientan que todo se pone oscuro y parecería que no existe otra salida más que atentar contra sí mismos, recuerden que no estamos solxs. Si existe rechazo familiar o amistades que no respetan tu orientación o identidad de género, trata de alejarte y rodearte de personas donde puedas ser tú mismo, libre y sin culpas, la salud mental es muy importante para lograr una vida en equilibrio y exitosa.
Dudas y contacto al correo electrónico: jazzamor88@gmail.com
X Twitter: @tv_yazi