XALAPA, VER.- En el contexto actual, las empresas valoran en igual medida tanto las habilidades blandas como las competencias profesionales que poseen los recién egresados, por ello es necesario conocerlas y fortalecerlas, planteó Josefina Cuevas Rodríguez, docente coordinadora del Cuerpo Académico (CA) Filosofía y Educación en Arquitectura y Construcción, de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Veracruzana (UV).
La profesora, integrante del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores (SNII), nivel 1, impartió la ponencia “Habilidades blandas y éxito profesional”, como parte de las actividades del Foro de Divulgación 2025 de la Facultad de Arquitectura.
Señaló que muchas personas consideran que el éxito profesional parte de una formación educativa sólida únicamente, pero pocos mencionan la importancia de las habilidades blandas, concepto que ha adquirido relevancia en décadas recientes.
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Borja Castelán, exdirector del sitio web de empleo LinkedIn para Latinoamérica, ha declarado que “quien triunfa en el mercado laboral no es quien más sabe, sino el que mejor aplica el conocimiento”.
Desafortunadamente las habilidades blandas poco se mencionan y no se desarrollan en el aula, reconoció. No obstante, todas ellas se pueden aprender, mejorar y perfeccionar.
Una de las habilidades blandas más valoradas por los empleadores es la resiliencia, es decir, la capacidad de adaptarse a los cambios y crecer en el proceso, que implica además ser tolerante.
Otra muy apreciada es la comunicación asertiva, que significa hacerlo con efectividad, usando más tiempo para comunicar correcta y puntualmente lo que se quiere decir dado que así se evitan errores.
La empatía es otra habilidad muy bien valorada que puede aplicarse en la vida personal y laboral; abarca comprender las emociones de los demás, así como respetar y valorar los sentimientos de las personas. 7
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La inteligencia emocional es una habilidad fundamental, subrayó Cuevas Rodríguez, ya que facilita aprender a controlar las emociones en el ámbito laboral y así poder afrontar problemáticas que se presenten.
La académica recalcó también que hoy en día debemos “aprender a aprender toda la vida” y considerar la actualización constante como una capacidad que puede aplicarse de forma autónoma o dirigida, tomando cursos en escuelas o incluso en sitios de internet.
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Entre los factores que inhiben el aprendizaje señaló la falta de organización del tiempo, la procrastinación –posponer la realización de una o varias tareas importantes por otras de menor importancia– y la falta de atención plena, lo que ejemplificó con el tiempo dedicado por las y los jóvenes a consumir contenidos en sus teléfonos celulares.
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Para aprender las habilidades blandas y desarrollarlas lo que se necesita es leer, escuchar, enfrentar desafíos, ser críticos con uno mismo y reconocer las carencias individuales; todo ello implica una inversión de tiempo, que en un principio puede parecer imposible pero no lo es, ya que solamente ante los desafíos es como las personas se dan cuenta que son más capaces de lo que pensaban, afirmó.