XALAPA, VER.- El proceso creativo surge cuando se logran establecer vínculos inexistentes, ya sea por necesidad, experiencia o intuición, buscando dar respuesta a un obstáculo o problema, comentaron académicos y creadores durante el conversatorio “La creatividad en la investigación académica”, invitados por la Dirección General de Investigaciones (DGI) de la Universidad Veracruzana (UV).
El evento, realizado en el auditorio de la DGI, tuvo su origen en un conversatorio similar realizado con investigadoras con motivo del Día Internacional de la Mujer, donde se planteó abordar la similitud del proceso de creación en las disciplinas científicas y artísticas, explicó Roberto Zenteno Cuevas, titular de la DGI, al dar la bienvenida a participantes y asistentes.
Cuando los resultados de una investigación son negativos, pero válidos, comienza un proceso en el que los científicos deben hallar respuestas que expliquen lo sucedido; el conocimiento que se genera buscando soluciones es lo que permite avanzar a las ciencias, observó.
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A continuación, participaron en el conversatorio Alejandra Núñez de la Mora, académica del Instituto de Investigaciones Psicológicas (IIP); Iliana Tamara Cibrián Llanderal, investigadora del Instituto de Neuroetología; Alfredo Ayala Aguilar, académico del Instituto de Artes Plásticas (IAP), y Darío Alberto Meléndez Manzano, académico de la Facultad de Artes Plásticas, quienes fueron moderados por Karla Rebolledo García, estudiante del doctorado en el IIP.
La moderadora planteó que los procesos investigativos, tanto en artes como en ciencia, tienen más en común de lo que se supone, siendo la creatividad un elemento que se aplica en la búsqueda de soluciones.
Para Darío Meléndez, la creatividad es una conjunción de elementos que “aparentemente no están relacionados, pero tienen resonancias”.
Núñez de la Mora mencionó que, al trabajar con seres humanos, su investigación implica una constante observación en condiciones naturales, que a veces son cambiantes e imprevisibles, por ello se busca resolver los problemas que surgen en el momento, ahí es donde la creatividad sirve para “solucionar problemas o hacer funcionar las cosas”.
Alfredo Ayala declaró que “no se puede investigar sin crear”; sin embargo, reconoció que, en el campo de las artes, pocos son los creadores que conocen o buscan conocer sobre la metodología de la investigación, dejando esa labor a los críticos y académicos; “esto ha afectado fuertemente a la producción artística”, afirmó.
Cibrián Llanderal coincidió al señalar que “investigación y creación van de la mano”, dado que la segunda permite buscar otras opciones ante resultados adversos. Comentó además que en su disciplina científica se ha comprobado que las mismas áreas cerebrales se activan para los procesos creativos e investigativos.
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Por su parte, Karla Rebolledo subrayó que “la creatividad científica es una fuerza vital” y gradualmente se va reconociendo la incidencia de la subjetividad en los procesos de generación del conocimiento, hecho que está más asociado con la creación artística, pero también aplica para los científicos, puesto que son humanos, con emociones y sentimientos.