VERACRUZ, VER. - Con melancolía, Lucio Franco Morales, secretario general de Avapan, una de las asociaciones de artesanos del Mercado de Artesanías, explica que han tenido que adaptarse a las inclemencias metereológicas -así como a las ventas bajas- que atraviesan desde que habitan los locales provisionales, ubicados frente al Hotel Emporio, tras la demolición del Mercado de Artesanías Miguel Alemán en la ciudad de Veracruz.
Entre el calor, la lluvia y el norte, los artesanos no pueden exhibir sus piezas correctamente, ya que en días de lluvias, el suelo del Malecón se moja y crea charcos que las exponen y podrían dañarlas. Cuando a Lucio Franco Morales, un hombre de 67 años, se le pregunta si están cómodos en los nuevos locales, responde:
"Pos ahí nos acomodamos, porque cómodos, cómodos no, porque cuando llueve el agua se mete en el piso, se escurre y hay que levantar todas las cosas porque si no se mojan".
Mientras que en los días soleados, lidian con el calor a falta de espacio para colocar un ventilador. En el caso de Lucio, su local está repleto de trajes de baños, sandalias y camisas, por lo que apenas y tiene espacio para que él y otra persona, entre y observe la mercancía.
"Tampoco podemos jalar mucha corriente porque es una sola toma para todos, y nos dijeron que no podíamos jalar mucha corriente, nomás' tres o cuatro lamparitas", explica.
Frente al Hotel Emporio, se encuentra un aproximado de 60 locales, en donde algunos sí cuentan con espacio para colocar un ventilador de piso. Sin embargo, son los primeros cinco locales, los que se encuentran frente a la calle Xicoténcatl, quienes lidian con las primeras horas del sol intenso hasta que cae el atardecer.
Con cierta tristeza, Lucio Franco Morales, quien es la voz de 25 artesanos, explica que tras 42 años "cumpliditos" tuvieron que abandonar sus locales para que se demolieran y reconstruyeran en la nueva Plaza al Heroísmo Veracruzano, proyecto liderado por la Administración del Sistema Portuario Nacional (ASIPONA) en coordinación del Ayuntamiento de Veracruz.
Fue durante la noche del pasado 18 de octubre cuando la demolición del Mercado de Artesanías inició oficialmente su demolición, a pesar de reclamos, por parte de algunos artesanos, a rehusarse a utilizar los locales provisionales por el temor del ingreso de la lluvia.
Sin embargo, los artesanos están por cumplir tres semanas de los 50 días que ASIPONA dijo que tardaría en reconstruir los locales en la nueva plaza. Ante esto, Lucio Franco menciona que no han tenido noticias sobre los avances realizados o comentarios sobre el personal de comercio, por lo que esperan ansiosamente que pasen los días.
"Dentro de lo que cabe estamos bien, ahí nos acomodamos en lo que nos pasamos a donde estabamos", explica. Respecto a las ventas, menciona que "están muy bajas" en parte por la temporada y en parte por su ubicación, ya que al día suelen vender de 7 a 10 piezas, mientras que en el Mercado de Artesanías esta cantidad habría llegado a las 13 piezas "porque se exhibían mejor por el espacio".
ys