UNIVERSIDAD VERACRUZANA

En la UV, especialistas analizaron el fenómeno de la gula y sus efectos

La cinematografía abordó los extremos del concepto y se comentó la correlación de ejercicio con buen consumo

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XALAPA, VER.-  Discriminación, arte cinematográfico y sustrato neuronal, fueron los temas tratados en la Mesa 9 del III Coloquio “Las bajas pasiones frente al espejo. Hambre y gula. Estudios clínicos y humanísticos de las emociones”, en el Auditorio “Gonzalo Aguirre Beltrán” del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S) de la Universidad Veracruzana (UV). 

Bárbara Valdés Benítez, del IIH-S; Ricardo Vigueras Fernández, profesor en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, y Patricia de Gortari Gallardo, investigadora adscrita al Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz”, fueron los ponentes. La moderación corrió a cargo de Víctor Manuel Gálvez Peralta. 

Valdés Benítez habló de la gordofobia como una forma invisible de discriminación, así como de la dificultad de los obesos para establecer relaciones sexo-afectivas. Dijo que en el imperio de lo visual la obesidad se asocia con problemas de autocontrol y la estética compromete a adelgazar a cualquier costo, porque se asume que la persona no desea ser así. 

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Citó los trabajos de la escritora chilena Constanza Álvarez, quien se autodenomina “la cerda punk”, también comentó la controversia no despojada de cinismo sobre lo que comemos y sus orígenes. A la pregunta: ¿es preferible la comida chatarra al pollo con hormonas?, opinó que la ingesta pasa a ser asunto de clasismo y de “gente jodida”, cuando se asume que las personas con obesidad no tienen recursos para allegarse una alimentación sana. 

Entre los principios para contrarrestar la fobia, comentó como ejemplo no abonar a la cultura de la dieta, desechar el adjetivo “gordo” o “gorda” como insulto, no comentar sobre los cuerpos ajenos y amar a las personas obesas. 

Cerró su participación con un poema reivindicador de la “activista gorda” argentina Marianela Saavedra. 

 

Cinematografía y procesos neuronales 

Vigueras Fernández hizo un análisis pormenorizado de La gran comilona, controvertida realización del cineasta italiano Marco Ferreri (1928-1997), cuyo tema se centra en cuatro profesionistas exitosos que deciden encerrarse en una vieja mansión para entregarse a la ingesta extrema. 

Luego de contratar tres prostitutas que huyen asqueadas, queda con ellos una profesora de escuela que representará la figura materna en una suerte de matriarcado; mientras los hombres se desmoronan, ella cobrará influencia y poderío. 

Cerró la jornada Patricia de Gortari con el tema “El sustrato neuronal de la gula” y la consideración a la regulación homeostática de la conducta alimentaria; señaló que el núcleo paraventricular hipotalámico (NPV) activa señales que motivan la búsqueda de alimento y dijo que mantener en mente experiencias sensoriales (sabores y texturas) nos conducirá a comer más aun cuando tengamos suficientes reservas energéticas. 

Con gráficas mostró los efectos del estrés en la alimentación estándar y la elevada liberación de dopamina. El núcleo accumbens, grupo de neuronas del encéfalo, participa en el consumo de alimentos palatables, es decir, agradables al paladar y se ha propuesto la posibilidad de que su actividad dependa de las neuronas MC4R del hipotálamo. 

La mesa 9 y las actividades realizadas durante la jornada del viernes 18 pueden consultarse en el canal de YouTube del IIH-S: https://www.youtube.com/live/sf01IP6lhHA.