XALAPA, VER.- Las obras del nuevo puente vehicular sobre la avenida Lázaro Cárdenas, en Xalapa, buscan ser detenidas por grupos ambientalistas. La tala de árboles importantes y la falta de un plan de desarrollo urbano que incluya a ciclistas, son las principales razones de la oposición al proyecto.
El viernes 9 de junio el gobernador Cuitláhuac García Jiménez anunció la nueva obra en la avenida Lázaro Cárdenas, a la altura de la plaza Urban Center, la cual que es parte del Plan B, surgido cuando se confirmó que no había posibilidad de desarrollar el tren ligero que se había propuesto para mejorar la vialidad en Xalapa.
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La primera de estas obras es el puente ubicado en Las Trancas, entre los límites de Xalapa y Emiliano Zapata. El segundo es otro puente vehicular en otra de las principales arterias de la ciudad, a la altura de la plaza Urban Center, en la zona conocida como La Corona. Los trabajos de vías alternas y preparativos de la obra comenzaron el viernes 23 de junio.
El segundo puente vehicular fue presentado tanto por autoridades estatales como por el presidente municipal de Xalapa, Ricardo Ahued Bardahuil, como una forma de mejorar la vialidad en la ciudad capital, donde las quejas de tráfico y congestión vial en horas pico son constantes.
A raíz de los primeros indicios de inicio de la obra, grupos ambientalistas se organizaron para este domingo 9 de julio protestar en contra de la construcción que aseguran representa una amenaza para el medio ambiente y la calidad de vida de xalapeños y xalapeñas.
“Hablemos Tierra” es una agrupación de especialistas en temas ambientales que desde el jueves 7 de julio lanzó una crítica a la obra del nuevo puente vehicular:
“Queremos un transporte público limpio y eficiente. Queremos espacios verdes donde se asegure la calidad de vida de la población ¡Queremos la vida antes de una urbanización mal planificada!” Dice el posicionamiento.
“Hablemos Tierra” explica que los 50 árboles que están peligro de tala son del tipo Grevilea Robusta, los cuales apuntan que son fuente importante de oxígeno, sombra y refugio de especies animales y hongos.
La segunda crítica contra la obra es por la falta de planificación para contemplar a las personas que se mueven por la ciudad caminando, en bicicletas o transporte público. Aseveran que el priorizar el transporte de automóviles particulares deja en segundo plano otros medios de traslado que representan menos contaminación para el medio ambiente.
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fm