XALAPA, VER.- Gibrán Enrique Banda, con 30 años, ofrece a través de redes sociales retratos realistas como una opción de regalo para el 14 de febrero. El joven originario de Xalapa, quien ha sido autodidacta en el dibujo, se declara un amante del arte.
Cuenta que desde los cuatro años empezó a hacer trazos, los primeros se los enseñó su papá, fotógrafo de profesión, quien lo inició en las artes gráficas y artes visuales. El gusto por el dibujo lo llevó a buscar información para seguir aprendiendo, a su propio ritmo, cómo perfeccionar las imágenes, que hoy le permite generar ingresos extras.
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Sus primeros trabajos, recuerda, eran las caras de Leo, Raph, Mikey y Donnie, conocidas como Las Tortugas Ninja, dibujos animados populares entre los niños. Tenía apenas cuatro años cuando ya imitaba a los personajes de la serie televisiva.
Ya en nivel primaria, comenta, estaban de moda los tazos de figuras de Pokemon, que salían como regalo en bolsas de papas fritas, y sus compañeros le pedían una réplica en dibujo de los diferentes personajes, “y los vendía desde un peso, eso ya tiene como 20 años”.
Gibrán dice que su gusto por los retratos realistas los descubrió hace tres años y fue entonces que encontró en la réplica de una fotografía o un momento, un negocio que hoy promueve en redes sociales, el espacio favorito de emprendedores.
En el retrato realista el personaje de la imagen está tratado con una técnica figurativa, técnica que no sólo es capaz de captar el parecido, sino que también es capaz de plasmar un aspecto de la realidad psicológica y social del retratado.
“A la gente le gusta el arte, principalmente en Xalapa, pero si es difícil llegar a tener clientes porque como es una ciudad de estudiantes, no todos tienen la solvencia; sin embargo, si hay gente que me ha apoyado”.
El costo de sus dibujos es variado, de acuerdo al tamaño y la dificultad o la cantidad de detalles que se tenga la imagen original, pueden ir desde los 200 hasta los 600 pesos, por lo regular los retratos se hacen en papel tamaño carta.
Comenta que los retratos le llevan de seis a 10 horas realizarlos, de acuerdo con la facilidad o dificultad de la imagen real. El trabajo lo divide en dos días, porque lo combina con su otro empleo de repartidor en moto.
Es común, dice, que le pidan retratos de mascotas, de caricaturas, personajes de series o incluso montajes de personas que ya murieron o de otras que viven en otro país o Estado. “El papá de una persona está en Estados Unidos y ella está aquí, y me pidió que les hiciera una foto juntos. Ese tipo de trabajo lleva otro más planeación y tiempo”.
Explica que cada retrato le implica planeación, hacer un boceto y después concluirlo al complementarlo con los detalles. Al finalizar le pone laca con la idea de que su trabajo no se borre con el paso del tiempo.
“Son más los que preguntan, que los que piden un trabajo. Uno me pregunta y ya luego alguien me comenta, oye fulano me recomendó que haces este tipo de trabajos y me encargan algo”.
En una semana puede realizar tres o cuatro dibujos o trabajos y son los meses de diciembre o febrero cuando la gente le pide más retratos a lápiz para regalar a algún familiar. Con motivo del Día del Amor y la Amistad, y como una promoción, está ofreciendo retratos de parejas en 450 pesos.
Gibrán estudiaba música piano y violonchelo; también le gusta la fotografía, además, trabajó por siete años en medios de comunicación.
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