“Un asesino está suelto”, fue la frase con la que familiares y amigos de María Antonieta Mendoza Martínez, mejor conocida por Toñita, marcharon por las calles del Centro Histórico de Veracruz pidieron justicia por su feminicidio.
De acuerdo con su sobrina, Liz Mendoza, la familia de Toñita confía en que el personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Veracruz investiga el caso; sin embargo, aseguró que aún es muy pronto para calificar su trabajo.
La marcha #JusticiaPorToñita, a la cual se convocó en redes sociales en días pasados, inició poco antes de las 6:00 de la tarde de este domingo 21 de agosto, frente al Tranvía del Recuerdo, a un costado del Parque Zaragoza.
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Vecinos y familiares de la adulta mayor, quien fue asesinada la noche del pasado 20 de julio en el que era su domicilio, ubicado en la colonia Zaragoza, en el puerto de Veracruz, concluyeron el recorrido en el zócalo de la ciudad, en donde pidieron que se dé con el paradero de su asesino.
Toñita era una mujer de 71 años, popular entre sus vecinos, debido a que desde niña habitó una casa ubicada en la calle Negrete, entre Collado e Ignacio de la Llave, en donde rentaba su patio como estacionamiento para automovilistas y bodega para que vendedores de raspados y esquites guardaran sus triciclos.
Un vendedor de raspados fue quien encontró el cuerpo de Toñita en la parte más escondida de su patio, cerca de las 10:00 de la noche del pasado 20 de julio. La adulta mayor tenía lesiones en la cabeza. Según el parte médico, murió a causa de una hemorragia y traumatismo craneoencefálico.
De acuerdo con sus familiares, la última persona que la vio con vida fue un médico que guardaba su automóvil en la casa de la víctima, quien se habría quedado dentro viendo televisión. Posteriormente, fue atacada a golpes en el rostro y en el cráneo hasta que murió.
Al día siguiente del asesinato, los policías ministeriales adscritos a la Fiscalía General del Estado (FGE) permitieron que los automovilistas y vendedores retiraran sus unidades y triciclos del patio de Toñita pese a que la casa estaba acordonada.
vtr