XALAPA, VER.- El 13 de junio de 1939 llegó al puerto de Veracruz el buque Sinaia con mil 599 españoles a bordo, quienes huían de la guerra y de la represión emprendida por Francisco Franco en su país. El buque llegó desde Francia y en el grupo iban algunos ilustres intelectuales, que ya lo eran o se convirtieron en México.
Como antecedente, el 19 de julio de 1936 el ejército español se levantó contra el gobierno elegido democráticamente, lo que devino en el estallido de la guerra civil. "En febrero de 1939, tras tres años de combates, Cataluña, el último bastión de la República española, estaba pronta a caer, por lo cual se inició el gran éxodo: medio millón de españoles atravesaron los Pirineos hasta el litoral mediterráneo", dice un documento del Archivo General de la Nación.
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Durante la guerra civil, el entonces presidente Lázaro Cárdenas del Río abogó en la Sociedad de Naciones por la República española, denunciando "flagrantes violaciones de la No Intervención".
El buque Sinaia que llegó a Veracruz
El barco Sinaia fue construido en un astillero de Glasgow, Escocia, en honor a la población donde se encuentra el castillo de Peles, antigua residencia de la familia real de Rumania. Durante el viaje por el trasatlántico nació una niña que fue llamada Susana Sinaia Caparrós.
También, se comenzó a escribir el diario Sinaia llamado Diario de la Primera Expedición de Republicanos Españoles a México, a través del cual se informó a los pasajeros de las circunstancias del viaje, "se dieron conferencias para orientación de las familias y conocimiento del país que los iba a acoger", data el AGN.
En la crónica de El Nacional, acerca de la llegada del Sinaia, se detalló que fue “en punto de las cinco horas (hora de Veracruz) hizo su entrada a la bahía el vapor francés Sinaia, luciendo en sus mástiles las banderas de todos los países democráticos. En la cubierta se veían grandes carteles en los que los refugiados transmitían el saludo del pueblo español al mexicano..."
Ilustres
En el grupo de los mil 599 españoles que iban a bordo del buque, estaban fotógrafos, dibujantes, pintores, científicos, mineros, agricultores, ganaderos, albañiles, artesanos, empleados, comerciantes, médicos, abogados y profesores.
"Todos combatientes de la libertad y defensores del gobierno legal y democrático de la Segunda República Española".
Algunos nombres que se confirmaron que estaban en la lista de embarque eran o serían de grandes intelectuales:
- Los Hermanos Mayo
Francisco, Cándido, Faustino, Julio y Pablo, ya se dedicaban a la fotografía en España. Al llegar a México se dedicaron a retratar a migrantes y más tarde abrieron su estudio fotográfico -llamado primero Fotos Mayo, y luego Hermanos Mayo-. Su enfoque de trabajos enfocados a viajes y documental, los convirtieron en un referente del fotoperiodismo en el país.
- Pedro Garfias
Destacado poeta y ensayista, fundador del Ultraísmo. Premio Nacional de Literatura.
- Tomás Segovia
Poeta, llegó a México siendo adolescente, donde estudió Filosofía y Letras y vivió hasta su madurez, para combinar estancias entre este país y España.
- Ramón Xirau
Poeta y filósofo, naturalizado mexicano en 1995. Estudió la Licenciatura y Maestría en Filosofía en la FFyL de la UNAM. Es uno de los intelectuales de origen catalán de mayor proyección en América, quien llegó a México a los 14 años.
Se suman más intelectuales como José Gaos, Eduardo Nicol, Adolfo Sánchez Vázquez, Manuel Andújar y Benjamín Jarnés.
Españoles no podían incidir en la política de México
El boletín que se creó en el barco Sinaia decía a sus lectores que la estancia en México sería pasajera y se debía tener en cuenta que el objetivo de los que se exiliaban era la “reconquista de la patria”, no cabían por tanto discusiones ni actitudes separatistas.
Con lo cual los españoles que venían a bordo dejaron a un lado sus diferencias políticas. Situación que le preocupaba a la opinión pública mexicana, pues se creía que sus ideas podrían perjudicarla. No obstante, consciente de la situación, el gobierno declaró: “de ninguna manera se permitirá a los refugiados que se dediquen a labores políticas mientras vivan en el país; y a los que lo hicieran se les aplicaría el Artículo 33 Constitucional”.
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