XALAPA, VER.- Abigaíl García Perdomo es maestra del CBTIS 261 de Actopan, municipio ubicado a alrededor de 40 kilómetros de Xalapa, lo que se traduce en un viaje en auto de aproximadamente una hora, con dirección a Ciudad Cardel. Este sábado 14 de septiembre se cuple medio año exacto de que se perdió todo rastro de ella el jueves 14 de marzo. Su familia denuncia que se trató de una privación de la libertad, pues las mismas autoridades locales así lo reconocieron.
“Viva la queremos, maestra”, es uno de los muchos mensajes que se comparten en redes de la comunidad estudiantil y de profesorado, que se han unido a la difusión de las fotografías de la "maestra Abi”, como le dicen sus alumnos y conocidos de cariño.
La maestra había marchado días antes de su desaparición, en Xalapa, en el marco del Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo; “También grité por ustedes. Tocan a una, respondemos todas”, escribió en un post de Facebook donde aparece vestida de negro y su cartel con la leyenda “Con las niñas ¡No!”
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Los habitantes de Actopan, estudiantes del CBTIS 261, familiares, colectivos feministas y comunidad de profesorado, difunden la ficha de búsqueda de la maestra, sin tener avances hasta el momento por su desaparición.
"Seguimos buscando a la maestra Abigail, rogando y suplicando a quien tiene información sobre su paradero lo diga, todo aporte verídico es de ayuda y totalmente anónimo", pide su hermana Cynthia desde redes sociales.
¿Qué pasó?
Jacqueline Hidalgo Díaz, de 21 años, es hija de la maestra Abi. La joven fue la primera familiar a quien le notificaron aquella mañana que su madre había sido “levantada”. Narra que minutos antes de las 8:00 de la mañana una vecina fue a notificarle que la Policía Municipal de Actopan la buscaba en su casa.
“Nos fueron a gritar en la puerta y como tenemos la tienda pensé que era por eso”. Dijo Jacqueline en entrevista para LA SILLA ROTA. Detalló que en su casa tenían un pequeño negocio de venta de ropa, el cual ya no funciona. Su hermana, su tía y ella se vieron forzadas a mudarse por temor que su seguridad estuviera en peligro, luego de la desaparición de Abigaíl García.
El jueves 14 de marzo Abigaíl García salió de casa, como normalmente lo hacía, a dar clases al CBTIS 261. Tomó un taxi y a alrededor de 40 metros de su hogar, una camioneta de batea, como gris, les habría cerrado el paso para luego llevarse a la maestra por la fuerza alrededor de las 7:37 horas, según narra su hija que fue la versión de la Policía Municipal, y lo que a esta le notificó el conductor.
El maletín de “Abi” se quedó tirado sobre la calle Guadalupe Victoria, donde fue vista por última vez antes de desaparecer. Sus llaves y teléfono son algunas de las pertenencias que se quedaron en el punto donde habría sido privada de la libertad.
Tras un llamado a la Policía Municipal, Jacqueline Hidalgo narra que le fue requerida, así como a la hermana de la maestra, para notificarles y que levantaran la denuncia correspondiente. El punto donde desapareció Abigaíl es tan cercano a su casa que es posible verlo desde la entrada que dejó por la mañana.
“Que hagan su trabajo”, es lo que pide la joven a las autoridades de Veracruz para encontrar a su madre. Asegura que los trámites han sido lentos, desde que se interpuso la denuncia y en el seguimiento de los avances de la investigación.
“Tranquila, sin problemas”, es como su hija la describe, y no tiene idea de alguna razón por la que se pudiera haber dado la probable privación de su libertad.
Por la desaparición de Abigaíl García Perdomo se hizo la denuncia correspondiente. Se emitió la ficha por parte de la Comisión Estatal de Búsqueda de Veracruz (CEBV), así como otra como parte del Protocolo Alba, de la Fiscalía General del Estado (FGE). La maestra de 43 años es originaria del municipio de Martínez de la Torre.
La última vez que fue vista vestía leggins negros, playera morada y tenis color rosa fiusha. Su estatura es de 1.60 metros, tiene piel morena, así como cabello largo, negro y lacio. El 30 de agosto su hermana escribió:
"Soy hermana de una persona desaparecida y un día mi luz se apagó, mis sonrisas se borraron y mis ganas de vivir se fueron. Siento un dolor que me aplasta por dentro, en ocasiones me cuesta respirar y otra veces no deseo despertar a mi realidad cada mañana...."