LAS CHOAPAS, VER. - Agricultores del sur de Veracruz se encuentran en la incertidumbre, debido al cierre de varias oficinas relacionadas a los apoyos entregados al sector primario en la región. Fue esta semana cuando las ventanillas de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural fueron cerradas en el municipio de Las Choapas.
La transición hacia un nuevo gobierno federal ha llevado al cierre temporal de las ventanillas de la SADER, lo que ha generado incertidumbre entre los productores agrícolas y funcionarios en el sur de Veracruz. Según Martín Libreros Sánchez, jefe del Distrito 11, no se reabrirán los registros a los programas de apoyo hasta 2025, cuando la nueva administración defina sus políticas y estrategias.
Este cierre se produce tras la entrega final de fertilizantes bajo el programa "Fertilizantes para el Bienestar," que benefició a 2,663 productores de granos en el municipio de Las Choapas. Cada agricultor recibió un promedio de 24 bultos de fertilizante, valorados en aproximadamente 19 mil pesos, en un esfuerzo por fortalecer la producción antes de las elecciones del pasado 2 de junio.
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El cierre de las ventanillas de la SADER se da en un contexto de cambio político, comúnmente marcado por una pausa en la implementación de programas y políticas públicas.
Al concluir el periodo electoral, los funcionarios de gobierno, tanto federales como estatales, han quedado en una fase de espera, limitándose a organizar la papelería mientras esperan nuevas instrucciones desde las oficinas centrales. A pesar de la incertidumbre, hasta el momento no se ha dado ninguna señal oficial de que los funcionarios estén preparando su salida, aunque es lo que generalmente ocurre durante los cambios de administración.
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La situación es similar en la Hacienda del Estado, donde no hay programas vigentes y se espera que el nuevo gobierno, que asumirá en 2025, defina las reglas de operación y los nuevos apoyos. Jorge Luis Sosa Cruz, director de la dependencia, afirmó que cualquier reactivación de programas dependerá de las decisiones de la futura administración.
Por otro lado, los cuerpos de Seguridad Pública del Estado y Tránsito y Seguridad Vial continúan operando con normalidad, aunque con ciertas limitaciones. En particular, la oficina de tránsito enfrenta una escasez de vehículos, lo que obliga a los oficiales a desplazarse en taxis para atender accidentes, mientras que la Policía Estatal ha recibido patrullas nuevas recientemente. Sin embargo, ambos cuerpos de seguridad permanecen a la espera de la llegada de los nuevos mandos estatales.
La situación en Veracruz refleja un patrón recurrente durante las transiciones de gobierno, donde la pausa en los programas de apoyo y la incertidumbre en la operatividad de las dependencias marcan el inicio de un nuevo ciclo político. Mientras tanto, miles de productores y funcionarios deberán esperar hasta 2025 para ver cómo se definirá el rumbo de las políticas públicas que afectan sus vidas y trabajos.
mb