COATZACOALCOS, VER. - Apapachos del Corazón, es un proyecto de Marisol Márquez Acopa que nació como parte de su cariño a las personas adultas, inspirado por la pérdida de su madre, a quien siempre cuidó; lleva tres años funcionando y hoy en día atiende a más de veinte abuelitos, por lo que requiere de la ayuda de la población para seguir operando en el Puerto de Coatzacoalcos al sur de Veracruz.
“Cuando mi mamá me dijo que no podía más, dejé mi trabajo y me di cuenta de que no podía dejarla sola. Comprendí que los abuelitos necesitan de nosotros y hay que cuidarlos; luego les platiqué a mis compañeros de trabajo sobre este proyecto y varios se sumaron de forma voluntaria", contó Marisol.
Desde 2023, abrió sus puertas en una vivienda particular que habilitaron a un costado del parque La Noria. La casa de color naranja es segura y está rodeada por arboles de pino, donde reciben a todos los adultos mayores, desde 60 años hasta 103, un abuelito de mayor edad.
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Marisol aclara que el lugar no es un asilo, sino un espacio que busca mantener unidas a las familias y ayudar a sus hijos, toda vez que abre sus puertas a las siete de la mañana y funciona durante doce horas de lunes a viernes; en este lugar se les brinda desayuno, comida y cena por una aportación mínima.
El personal brinda atención de forma temporal y es manejada por un grupo de especialistas en diversas áreas de la salud, tales como medicina, nutrición, trabajo social y fisioterapia.
“La idea que es vengan los abuelitos que son cuidados por sus hijos y los dejan solos por largas horas, o aquellos abuelitos que viven solos también son bienvenidos”, expresa Marisol.
La demanda crece y por ello requieren ayuda de las personas
Marisol busca que las generaciones futuras el respeto para el adulto mayor y la necesidad de contar con un espacio que brindará atención a los adultos con estas características.
Por ello, aunque el espacio es pequeño, no duda en recibir a los nuevos abuelitos, quienes sin duda se sienten como en casa, al convivir con personas de su misma edad.
“Antes de esta guardería mi vida era muy triste, porque hace cinco meses perdí a mi esposo y me sentía muy sola. Me hacía falta hacer amistades”, señala Irma de 79 años.
Hoy en día, siguen llegando abuelitos, por lo que los gastos incrementan, debido a que no todos tienen para pagar la cuota voluntaria. Es por ello, que durante esta semana decidieron realizar una colecta de productos de la canasta básica, como alimentos y artículos de limpieza para seguir operando.
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“Estamos en el parque central, pidiendo ayuda, pero también estamos vendiendo algunos productos como galletas, botanas, blusas y otros insumos que nos regalan, para obtener recursos que nos permitan seguir ayudando a los abuelitos, debido a que nosotros no recibimos ningún apoyo de las autoridades”, señaló.
Asegura que el siguiente paso será abrir una segunda sede, o buscar un espacio más grande, ya que Marisol dice que tiene más de diez solicitudes de abuelitos, que buscan llegar a Apapachos del Corazón.
“Ojalá que nos ayuden, y si buscan nuestra página oficial se darán cuenta que los abuelitos se la pasan muy bien, por eso si quieren llevar una donación estamos en la calle Francisco Hernández 203, colonia Rafael Hernández Ochoa”, finalizó Marisol.
mb