COATZACOALCOS, VER. – Después de más de un año de no laborar, pero con optimismo, María de Lourdes Moreno Carrión decidió comenzar a buscar empleo en empresas dedicadas al sector industrial y de la construcción. La ingeniera civil de 60 años, asegura que su objetivo es trabajar al menos cinco años y así completar el numero de semanas requeridas para jubilarse y pensionarse con un buen salario.
Su mirada denota nerviosismo, mientras hace fila para ser entrevistada en una de las mesas que las empresas instalaron este viernes 27 de julio, en la Feria del Empleo, organizada en el parque central de Coatzacoalcos al sur de Veracruz.
Le preocupa que por su edad no la contraten, pero confía en que sus habilidades y experiencia en que obtuvo durante más de dos décadas, le permitirán obtener el empleo que tanto anhela. Su último trabajo fue en el departamento de Obras Públicas en la administración municipal pasada.
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“Este es el primer día en que decidí buscar empleo, después de un año y medio de dejar de trabajar, lo hice por decisión personal. Se que es difícil que me contraten, pero vengo con la mejor actitud y confío en que si me darán el empleo”, expresa.
A Lourdes le faltan cerca de 300 semanas por cotizar para poder retirarse con una buena pensión, toda vez que comenzó a cotizar hace apenas 24 años.
“Por suerte no me ha tocado que me rechacen, pero quiero emplearme en trabajos de obra civil, construcción y todo eso porque me prepare en la escuela hace muchos años y tengo experiencia”, relata.
Empresas prefieren a los jóvenes
De acuerdo con resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo Nueva Edición (ENOE) que en 2022 realizó el INEGI, en México, el 70% de las personas adultas mayores tienen un empleo informal o no están laborando. Ello obedece a que las empresas prefieren contratar a personas más jóvenes.
Se estima que 33 de cada 100 personas de 60 años y más son Población Económicamente Activa (PEA) y 67 de cada 100 son Población No Económicamente Activa (PNEA).
Lourdes es consciente de su situación, pero pone todos los medios para que no le afecte, incluso al mostrar sus solicitudes de empleo, asegura que también imprimió varias copias de su CV, y aunque temerosa, responderá cada pregunta en las mesas de contratación. La experiencia es un punto a favor, por lo que muestra documentos impecables y buena presentación.
Una blusa rosa de sastre y un pantalón azul, la diferencian de todos los jóvenes que están delante y detrás de ella, además de su optimismo.
“Yo vengo con mucha esperanza y ya apliqué la prueba en CYDSA, ICA FLUOR y ahorita estoy haciendo fila para la compañía AYASA, en algunas de estas empresas me tendrán que contratar. Necesito el empleo y demostraré que aún puedo”, expresó.
Sus dos hijos ya son profesionistas, por lo que asegura que lo que gane es para ella, aun cuando siempre la apoyan. Quiere demostrarse que puede salir adelante y trabajar con muchas ganas.
Aunque su meta es superar las mil 250 semanas cotizadas que establece el Instituto Mexicano del Seguro Social y así tener un retiro digno.
“Lo vamos a lograr joven, lo dejo porque ya me toca la última entrevista”, finaliza Lourdes.
mb