XALAPA, VER. - Los derechos humanos se deben entender como que cada ciudadano es titular de estos y no que se está bajo un régimen político que “regala” becas o subsidios, pues eso genera una deformación.
José Ramón Cossío Díaz, ministro en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, advirtió que se está cayendo en la percepción que se tiene un “presidente buena onda” que da apoyos económicos, sin importar si se garantizan los derechos humanos de los mexicanos o los veracruzanos.
Al participar en el Simposio Justicia Constitucional, Derechos Humanos y Educación Jurídica, en la Universidad Anáhuac, campus Xalapa, el experto en derecho observó que existe un despropósito cuando se promueven derechos humanos, pero no se asignan los presupuestos necesarios para garantizarlos.
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“Poco a poco, esa es mi percepción, hemos caído en la idea de que tenemos un presidente o un partido, lo que sea, buena onda, y no necesito plantear el tema clave de los derechos humanos”.
El ministro en retiro se refirió al tema del INAI, y comentó que el problema de mantener al Instituto Nacional de Acceso a la Información va más allá del problema de que el presidente Andrés Manuel López Obrador esta peleado con el presidente de la Junta de Coordinación Política de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, “eso es anecdótico”.
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El problema de fondo es que, si el órgano que garantiza la transparencia no funciona, se pierde la instancia que tiene que lograr el derecho inicial a los derechos de acceso a la información y a la protección de derechos humanos, “la pérdida del órgano es la pérdida de mi derecho”.
El ministro en retiro explicó a los universitarios que la pérdida de presupuesto es una pérdida de capacidades de los órganos que garantizan los derechos humanos de los ciudadanos.
Cossío Díaz observó que el presidente Andrés Manuel López Obrador no habla de garantizar derechos, habla de becas y apoyos que están bien para los que no tienen o tienen poco.
“Pero eso, el presidente Andrés Manuel López Obrador no lo piensa como un derecho, no lo piensa como que es alguien que es titular de una posición jurídica que va a ejercer, frente a él, para que cumpla con lo que la Constitución le otorga”.
Incluso, planteó, desde la presidencia se plantea que el feminismo y el derecho al medio ambiente son lastres y derechos del neoliberalismo, absurdas.
Cossío Díaz dijo que lo peligroso del discurso es no hay una nación o país de ciudadanos titulares de derechos, empoderados, capaces de exigir al Estado beneficios, “sino, tenemos personas que reciben mensualmente, bajo distintos mecanismos, alguna cantidad de dinero”.
De esa manera, dijo, se construye con una visión patrimonialista, desde la presidencia, que es capaz de entregar dinero con miras electorales “para atrapar votos (…) La pensión está muy bien, pero qué, la pensión no es la satisfacción del derecho”.
El ministro en retiro dijo que dar dinero, a través de pensiones, es positivo, el problema es que despues de recibir la pensión los beneficiarios no tienen a dónde llevar al hospital a sus hijos, pues se han depreciado los nosocomios, o porque no puede ir a la escuela, porque no hay donde educarse.
“No hay una aproximación del problema, de empoderar a los ciudadanos, por eso creo que hablar de derechos es una forma de hacer política, en la medida de quiebra la condición patrimonial, es decir, usted no me está regalando nada, yo soy titular de un derecho y asumo este pacto político y tengo la condición de exigir estas condiciones frente a la autoridad”, afirmó.
mb