PAPANTLA, VER.- En el año de 2019, una sequía azotó al municipio de Papantla, en el norte de Veracruz, y se prolongó por más de ocho meses. Junto con el fenómeno natural, campesinos se vieron asediados por una plaga que arrasó con más de 26 mil hectáreas de naranja limón, mandarina, toronja, jícama, plátano, calabaza, frijol, chile, sandía y maíz.
La plaga se registró con la propagación de un gusano, cuyo nombre científico es oruga geomensora, un voraz devorador de hojas que se alimentan del follaje de las plantas, tanto de día como de noche, al que campesinos conocen como gusano medidor. Con frecuencia se les encuentra en grandes grupos pero también pueden alimentarse de forma individual. Cuatro años después, la amenaza regresó.
En 2019, al menos 180 las comunidades tuvieron afectaciones en sus sembradíos, lo que además hizo que se incrementaran los precios de las cosechas. Aunque la temporada de lluvias comenzó oficialmente, las sequías se siguen presentando de forma aislada y esto ha favorecido la aparición del gusano medidor.
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Este año las altas temperaturas afectaron los sembradíos, lo que además incrementó los precios y aunque la temporada de lluvias comenzó oficialmente, se siguen presentando de forma aislada y esto ha favorecido la aparición del insecto que devora pastizales y sembradíos.
Este lunes 23 de octubre, un grupo de agentes municipales de diversas comunidades de Papantla, acudió a Xalapa para buscar atención en las oficinas de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca (Sedarpa). Los productores piden apoyos para combatir esta plaga que afecta al campo, incluyendo al sector ganadero.
En la localidad Polutla, particularmente en el sector San Mateo, hombres del campo, combaten esta plaga que no debería estar presente, puesto que se encuentra fuera de temporal, pero se ha extendido de forma atípica y representa una amenaza para la producción de ganado.
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Los daños que produce la plaga del gusano medidor varían desde hoyos grandes hasta la defoliación casi total. Las plantas afectadas se debilitan y se hacen susceptibles a otras plagas y enfermedades. En tanto que, donde no hay árboles, es decir en los potreros, estos gusanos devoran el pasto que se reserva para el ganado.
"Se viene el invierno, hay que guardar reserva para afrontar el frío, por eso es importante combatir esta plaga, porque si no se hace, nos deja sin alimento para el ganado, lo que sin duda genera pérdidas importantes, ya que habría que comprar el forraje o rentar pastizales y trasladar el ganado a donde se rente", explicó Santiago Vaquero Pérez, representante de los afectados.
Vaquero Pérez detalló que este gusano es una larva de la polilla y pasa el invierno entre los montones de hojas secas, cerca de las plantas de las que se alimentarán posteriormente, por lo que reiteró que es muy importante que se limpien los restos de hojas para eliminar sus escondites.
mb